Esta muchacha de cabellos rizados dejó el nido a temprana edad, puesto que sus metas y sueños estaban algo lejos de su hogar, pues, ¿cómo tendría éxito si en su ciudad no estaban los medios necesarios para avanzar en la industria a la que ella quería pertenecer? Por eso mismo debía de emprender vuelo antes de volverse "vieja" para aquel mundo del que deseaba ser parte. Madeleine a sus diecisiete años se mudó a París, aun si sus abuelos, hermana o madre no estuvieran del todo de acuerdo. Ellos siempre querían lo mejor para la bebé de la familia, la apoyarían en lo que fuese para que pudiera ganarse por sus propios medios el pan de cada día, pero la profesión que ella optó no era la del agrado de ellos... ¿Qué haría una bailarina pasado sus treinta o treinta y cinco años? El bailar para su familia solo era visto como un hobbie, aunque les encantara verla al momento en que ella se expresaba con su cuerpo, ellos querían una mejor carrera para su niña... Quizás que fuera una profesora, una psicóloga... Incluso ser médico o enfermera. Pero dejando de lado las fuertes opiniones respecto a su futuro, Madeleine se fue... Si había algo que amaba, era su independencia, puesto que siempre fue un poco sobreprotegida por su madre y abuelos. Aunque, al llegar a París no estaba consciente de todo el gran trabajo que tendría que hacer para llegar al lugar que quería, por lo que tuvo que buscar un par de empleos y un departamento donde vivir, ya que no tenía ningún conocido dentro de la bella ciudad del amor. Para su suerte pudo encontrar una vivienda de universitarios, claramente era compartida y para mayor fortuna su acompañante era una casi contemporánea suya, Natalie, ese era su nombre, una joven oriunda de la capital que se había emancipado por cuestiones personales. Aquella chica estaba estudiando ingeniería civil, una doctrina completamente contraria a lo que Maddy quería ejercer.
Con el tiempo Natalie y Madeleine se fueron haciendo mucho más cercanas, pues a pesar de que sus habilidades y pasiones estuvieran en distintos campos, compartían bastantes intereses y gustos en común. Algunas bandas de música, juegos e incluso títulos libros compartían, además de que a ambas les gustaba escribir historias, pero de la misma manera, se complementaban bastante bien. A Madeleine le gustaba mucho el maquillaje y la ropa, mientras que Natalie se sentía un cero a la izquierda en esos temas, por lo que de a poco la crespa fue ayudándola en aquel ámbito, y viceversa, pues como Maddy se había cambiado de ciudad a mitad de año, aún no terminaba el último grado, así que recibía tutorias por parte de Natalie en los ramos científicos. Y a poco tiempo de graduarse decidió audicionar a la Ecole de l'Ópera de París, una de las más destacadas escuelas por su excelencia, sin embargo no fue aceptada por no cumplir con la edad correspondiente para integrarse al stage. A pesar de que cumplía con todos los requerimientos para entrar a la escuela ya estaba muy avanzada en edad como para compartir clases con niños de ocho a trece años. Obviamente esto hizo que a Maddy se le bajaran un poco los ánimos, cuestionándose si debía continuar o no... Pero Natalie estuvo allí para apoyarla para que siguiera adelante, consiguiendo así entrar a una pequeña academia de ballet clásico, donde empezaría de a poco para lograr sus sueños.
Diciembre. París, Francia.
El tiempo desde la decisión de Madeleine de seguir con sueño no fue mucho... Solo un par de gratos meses para ambas, pues Maddy había logrado graduarse con buenas calificaciones y parte de aquellas calificaciones se las debía a Natalie, por lo que con parte de su dinero ahorrado había decidido comprarle una nueva y mejor computadora de la que tenía. Claramente Natalie no se lo esperaba, pero la rizada sentía que era lo menos que podía hacer por ella luego de todo lo que la chica de tez un poco más morena la había ayudado un montón con sus estudios.
Estaba la castaña junto a su amiga, se encontraban disfrutando del nuevo artefacto cuando de la nada a Madeleine se lle ocurrió preguntarle una pequeña duda a su amiga.
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Distancia.
Romance¿Alguna vez te has enamorado de alguien a la distancia? ¿Has salido con alguien solo por temor a dañarlo? ¿Has terminado haciendo cosas que dijiste que nunca harías? Hay cosas que dependiendo del punto de vista no son malas, pero si algo es cierto...