¿Cuando Sabes Que Algo Es Real?[ TITULO NO DEFINITIVO( Seguramente Lo Cambie)]

Primer fragmento

Aquí estoy en el avión de camino a Rusia, mi país natal. Aunque nací en una pequeña ciudad rusa cercana al mar Negro, Novorosiisk (Krasnodar), viví y crecí en un pueblo de Valencia, España.

Mis padres actuales me adoptaron a mí y a mi hermano cuando yo tenía tan solo 2 años y medio. Mi hermano, Miroslav, tenía casi 4. Ah sí, yo me llamo Iván y tengo 25 años.

Pero volviendo al avión (tengo una gran facilidad para desconcentrarme), estoy sentado al lado de una señora que está leyendo un libro relativamente viejo y que me trae bastantes recuerdos: "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo", de Albert Espinosa.

Al otro lado tengo a un joven de unos 15 años que está escuchando música con unos auriculares. Intento imaginar lo que le pasará a ese chaval, su vida, sus problemas... Porque yo no veo personas, yo veo vidas. Vidas que a su vez interaccionan con otras (familiares, seres queridos, amigos...). Por eso valoro mucho una vida, porque una vida es muy compleja, nunca sabes cómo de importante es esa persona para otras, y quitarla es el mayor crimen que se puede cometer. Incluso la de un animal. Sobre todo si es matar por diversión, para hacerse ropa con sus pieles o muchos otros fines egoístas, propios de los humanos. Aún así, matar para alimentarse es ley de vida, por eso nunca he comprendido a los vegetarianos. Pero cada uno que haga lo que quiera. Mejor ser vegetariano que un asesino de animales.

Yo, mientras tanto, estoy repasando un poco de ruso mediante el diccionario. Recuerdo que de pequeño sabía decir si (da), no (niet), oso (misha) y te quiero (ya tebya lyublyu). Ahora sé bastante más, de algo habrá servido haberse apuntado durante 6 años a una academia de ruso.

La azafata nos acaba de comunicar que en menos de una hora llegaremos a nuestro destino.

El chico de 15 años me devolvió a la realidad. Se puso a cantar en voz baja, aunque lo suficientemente alta como para que la oyera, una canción de La Raíz. Todo esto era muy extraño, estaba rodeado de recuerdos. La Raíz era un grupo que me encantaba, a mí y muchos de mis amigos. Y aún me sigue gustando, aunque de diferente forma.

Acabamos de llegar al aeropuerto de Moscú. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando estás soñando, pensando o recordando. Por eso yo nunca llevo reloj: el tiempo es algo relativo(aparte, me molesta llevar cosas pesadas en las muñecas). Para algunos pasa más rápido que para otros, pero se supone que es el mismo. Es curioso el tiempo. Por ejemplo, cuando miramos al cielo en una noche estrellada, de alguna forma estamos viajando en el tiempo. Si miramos una estrella que se encuentra a 5000 años luz, estamos viendo cómo era esa estrella hace 5000 años.

La verdad es que no sé porque decidí ir a Rusia. Quizás porque me sentía realmente infeliz, y quería pasar un tiempo lejos de mi casa, desconectar de todo. Y Rusia podría traerme recuerdos olvidados, aunque en el fondo sé que eso no es posible ya que marché a España siendo muy pequeño.Ya se que es un cliché eso de volver al origen, pero lo veía necesario. Quizás encuentre aquí respuestas a mis preguntas.

Entro en un hostal cutre, mi cantidad de dinero no da para más. Los rusos son desconfiados por naturaleza, y muy tacaños. Es irónico que una vez Rusia llegó a ser el máximo exponente del comunismo. Pero la sociedad en general no está preparada para un sistema en el que hay que compartirlo todo, y poseer lo mínimo. Aunque eso es en la teoría, claro. En la práctica el pueblo siempre ha vivido en la miseria, a excepción de los dirigentes políticos, que se lucraban gracias a todas aquellas personas que prometieron proteger y ayudar: el pueblo. Y es que como bien dijo Bob Marley, Hay dos tipos de dictadores: los impuestos,y los elegidos, que son los políticos.

Le pago casi 1000 rublos (moneda rusa), que son 25 euros más o menos. Con eso me da para tres noches. Tres noches... Suficiente para despejarme un poco. Dejo mi Samsonite al lado de la cama y me tumbo. Estoy agobiado. Los viajes largos me agobian. Las muchedumbres me agobian. Y los aeropuertos suelen conllevar ambas cosas.