Capitulo 3

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Las pesadillas seguían en su memoria, se removía en la camilla, un sudor frió resbalaba por su frente; temblaba, cerraba los ojos con fuerza y apretaba sus manos y pies. Sintió como una mano lo tomaba de las piernas para abrirlas. Abrió los ojos y no había nada, su respiración era entrecortada.

-Solo fue un sueño, tengo tanto miedo-se dijo así mismo, el oji-gris se levanto de donde se encontraba, camino en círculos tenia la cabeza llena de recuerdos, pocos felices, y demasiados dolorosos;- No, no quiero-susurro, puso sus manos en su cabeza, apretando de su pelo.

Miles cerro y abrió los ojos, como en su cama se formaba la escena donde su padrastro lo violaba. Tomo lo primero que encontró que era un pequeño perchero y lo tiro donde se formaba la imagen que sus ojos le enseñaban.

Las enfermeras entraron violentamente, Miles reacciono, retrocedo;- No me toquen- dijo débilmente ¿Donde esta Tom?-pregunto sintiéndose mareado.-¿Tom?

Una enfermera en especial lo miro con curiosidad, camino por la habitación, para limpiar el desorden provocado por el menor, hizo una señal para que lo recostaran en la camilla.

-Inyectenle, un suero que lo calme- vio su reloj que estaba en su muñeca-Son las 10:00am.-susurro para ella misma-Ya se lo llevaran a la sala de control, el Dr. Hannover.

Estaciono el vehículo, bajo de este para así dirigirse a la puerta de la clínica donde trabajaba, estaba cansado ayer no había podido dormir por las pequeñas e inocentes palabras del menor; sintió como su cabeza punzaba. Al abrir la puerta lo primero que vio fue a la recepcionista que estaba anotando algunos datos en la computadora, cuanto esta se dio cuenta que el doctor entro, levanto su mirada de la computadora para sonreírle dulcemente. Paso directo ignorando el saludo de la chica, camino a su casillero, se puso la bata de medico. Hoy solo tenia medio turno, no quería parece muy llamativo, siguió con la planilla de datos de sus pacientes, no podía faltar que hoy también tendría que acercarse a Miles, para un control de diagnostico. Dio la vuelta sus ojos estresado por solo pensar en su rostro, solo quería olvidar al ser que le había convertido en una persona fría.

Atendió a pacientes para hacer un poco de hora, el trabajo lo mantenía ocupado así no tenia tiempo de pensar en lo absoluto en él menor. Natalia, la enfermera de ayer se le acerco para conversar un poco sobre algunos pacientes que mejoraban, y empeoraban con el tiempo que pasaban en ese lugar, la muchacha tenia algo que le agradaba al Dr. Hannover, y ese algo l conocía muy bien él.

-Ya es hora del control del paciente de la 921-menciono Natalia, revisando sus datos de su planilla.

-Entonces vamos-caminaron a una pequeña sala, era como habitaciones donde los doctores tenían sus propias consultorios para revisar a sus respectivos pacientes. Al entrar se encontraron con Miles, estaba sentado en una silla, dos hombres atrás de el por cualquier ataque de pánico y desesperación.

Miles al verlo;- To...-cayo al ver a la enfermera entrar con el, frunció el ceño. -"¿Qué hace ella con él?"- pensó antes de mencionar- Hola.

-Veamos-Dijo Tom, arrebatándole la planilla a Natalia- Tenemos que revisarte las dosis de pastillas, y inyecciones recibidas- Se sentó en el asiento de su escritorio

-Tom-Menciono la enfermera- será mejor que le revise la presión antes de comenzar- saco un tensiómetro de una gaveta, se acerco a Miles decidida para tomarle la presión, pero este le ponía difícil colocárselo en el brazo, Hannover vio la escena que estaba haciendo Pride. A Miles le molesto que esa enfermera le llamara por su nombre tan directamente, -"¿Qué relación tiene Tom con ella?"- Su mente no lo dejaba solo.

-Suéltame, perra barata-Gijo Miles mirando a Natalia.

-¡Miles!-Grito Tom- ¡Haz lo que ella te pide, mocoso insolente!-estaba molesto por el comportamiento del menor, con fastidio hizo todo lo que la enfermera le pedía.

-Gracias-susurro Natalia- Su presión esta estable-le quito el tensiómetro.

-No tienes de que agradecer, es común en todos los pacientes ser tan irritantes- con la lista de médicos y doctores que había atendido a Miles en las manos se levanto.

Acercándose sutilmente tomo a Miles de un brazo para tirar de él, así Miles pudo pararse; pero con un ligero, fuerte y rápido movimiento lo alzo en sus brazos al estilo nupcial, la enfermera sorprendida por lo que Tom hacia solo se quedo mirando. Miles se escondió en su cuello susurrando.

-No quiero que ella este aquí-Suplico-Por favor, no quiero que ella se burle de mi como todos hacen. Tom al escuchar eso lo puso en la camilla, lo sentó allí como a un niño.

-Natalia- Dijo levemente, ella lo miro- Sera mejor para mi si estoy solo-Dijo serio, ella asintió había comprendido. Sin mas salio sonriendo amablemente.- ¿Feliz?-El sarcasmo era su don.

Miles asintió, sonrió por el hecho de que Tom allá sacado a la enfermera.

-Gracias.
-Como sea, estas muy delgado.-Miles volteo a otro lado, había una pequeña ventana allí.
-Tom, ¿Alguna vez podemos salir al jardín?-ignorando esa pregunta.
-¿Comes bien?-Miro a Miles.
-El jardín es muy bonito.
-Miles, responde a la pregunta-Su tono había aumentado
-Yo también te hice una pregunta.
-¡Mierda! Miles-Grito. El.menor se sobre salto.
-Si-Gijo susurrando
-¿Que?
-¡Que si!-Grito,-Ahora responde-Tomo la corbata que usaba, era de color azul, le recordaban el océano.
-Algún día, pero si mejoras tu alimentación.
-Bien.-Miro a Tom-¿Porque no me haces preguntas?
-¿De que hablas?.
-Tom, mi padrastro me violó-Dijo lentamente.
-Con eso otra vez-Se toco la cabeza.
-Me escuchaste la primera vez, ¿Verdad?-Dijo molesto, solo unos segundos y explotó- No volviste por estar con esa zorra de Natalia, ¿Verdad?
-Miles, ¿A que te refieres?
-¿La pasaste bien? Escuche las conversaciones de unas enfermeras. ¿Que hicieron? Tuvieron sexo.
-¡Basta ya!-Grito- ¿Sabes?, piensa lo que quieras, pero-se acerco a su oído- si vuelves a dudar de mi homosexualidad, me verás casado con una mujer y con hijos-Dijo con enfado.
-Lo siento-Bajo la mirada.
-Ya terminamos-Dijo caminando a su escritorio.
-Pero...
-Dije que ya terminamos-Abrió la puerta, luego unos hombre entraron. Tomaron a Miles de los brazos y se lo llevaron a su habitación.

Al entrar en esa habitacion, se sentó en la camilla, estaba molesto con sigo mismo.-"¿Porque soy tan idiota?"-Su cabeza le daba vueltas.

No pasaron ni minutos para que el mismo pervertido de la comida entre por la puerta.
-¿Como estas?-Pregunto dejando el plato en la mesa cerca a la puerta-¿Y tu héroe? -cínicamente. -Cállate-Susurro.
-¿El Dr. Hannover es mu guapo, verdad?-Se dirigió cerca de Miles.
-Vete-Lo miró fijo.

El menor se sonrojo, no sabia como comportarse en ese estado de depresión que le causaba un fuerte dolor de cabeza.

-¿Te gusta? Pero parece que al doctor tú no le gustas-rió, se sentó a su lado- deberían darle una oportunidad a los que te desean-susurro en el oído de Miles oliendo su aroma.
-Te dije que te fueras- Hizo una mueca de incomodidad.
-Pero si me estoy divirtiendo.

Su mano libre comenzaron a pasar por su espalda, siguió tratando de recorrer más abajo de lo debido.

-¡Basta!-Gritó molestó.
-Anda, vamos a jugar más- Mordió el cuello de Miles
-¡No! Detente.
-Te tengo tantas ganas desde que te conocí, que no me puedo contener más , solo pensar que otros ya te tuvieron es irritante.
-Idiota, yo no voy a estar contigo
-Lo se, es por el doctor, ¿Verdad?-Miles lo miro sorprendido, el tipo se levanto y fue al carro de comida-si el hubiera estado aquí el día que te trajeron, de seguro nunca te ubicaras caído en este lugar, es por eso que no te puedes levantar.-Río y salió.


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