Embarazado de un idiota [JIMSU]

Episodio 30

Nota antes de leer el siguiente episodio: No subía los demás episodios porque estaba en una dura y estúpida pelea con mi novio (Si señoritas, esta cosa llamada adaptadora tiene un hombre que aunque él no lo admita es fanboy de BTS) y bueno...estaba toda triste y ni ganas quería subir los demás episodios porque son los más tierno (para mi) pero ya arreglado el asunto y él dándome amor, subire los 7 episodios de faltan para dar por finalizado "Embarazado de un Idiota" y así con el permiso de KimHa-Neul, seguir con la siguiente parte de la historia. Sin más que decir, les dejo el episodio 30.

(Semana 30 de embarazo)   

Yoongi y Jimin entraron tomados de las manos en el hospital materno. Subieron por el ascensor hasta el piso donde Yoongi tenía sus citas con el obstetra, al llegar este último le sonrió abiertamente a la recepcionista de aquella área, mientras que Jimin solo le dedicó una reverencia y una leve sonrisa.   

Se sentaron en uno de los sillones acolchonados y esperaron su turno. Jimin encerró la mano contraria entre sus dos manos y las calentó un poco.   

—¿No tienes frío? —le pregunto.   

—Un poco—Yoongi le contestó con una sonrisita.   

Jimin se colocó a su lado y lo abrazo fuertemente.   

—¿Mejor? — 

—Mejor—   

Se quedaron así por un rato. Habían llegado un poco temprano, insistencia de Jimin. Yoongi reposo su cabeza en el hombro de Jimin mientras esperaba, cerró sus ojos y sonrió. Se sentía bien estar así, los problemas parecían estar haciéndose más pequeños, y solo esperaba que todo siguiera como estaba yendo ahora. Recuerdos de aquella semana volaron por la cabeza de Suga y comenzó a reírse cuando uno de ellos quedó en su mente. Jimin miró a Yoongi y sonrió.   

—¿De qué te ríes? —   

Yoongi levantó su cabeza y miró también a Jimin.   

—De nada, solo recordé tu último obsequio—   

Jimin se quedó serio, pensando, haciendo memoria, y cuando el recuerdo pareció llegar sus mejillas se tiñeron levemente de rosa.   

—Tú, no, ¿No puedes olvidar eso? —pidió sonrosado.   

—No, es que es muy divertido—   

Yoongi volvió a reír y Jimin se sonrojo aún más. La cosa era que dos días atrás, Jimin había llegado con un nuevo presente para JiHoon, y se trataba de una sillita para coche, ahora lo único que le faltaba era conseguir un auto.  

—Eres un desesperado, Jimin—se burló el más pequeño.   

—Estoy emocionado—se justificó el joven Park.

Yoongi volvió a reír y beso la mejilla de Jimin. A los diez minutos fueron llamados, su turno había llegado, entraron aun tomados de las manos y se sentaron frente al doctor de Yoongi.   

—Jimin, que alegría verte de nuevo—saludo el médico. 

—Sí, así es—pudo decir.  

—Yoongi—dirigió su mirada al nombrado—. ¿Cómo has estado? —  

—Bien...muy bien, a decir verdad. Y también JiHoon—   

—Eso es bueno, ¿Alguna novedad? —   

—Ninguna—   

—Bueno. Entonces vamos a lo que has venido y vamos a ver a ese bebé—