Capitulo 1 Corazones Frágiles

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   Mi nombre es Cole John Moore Lee, mi vida siempre fue un transcurso de sucesos raros e inexplicables, la gente suele decir que soy raro, suelen decir que soy un niño problema, que no me comprenden, me escondo en una máscara sonriente que oculta mucho sufrimiento y dolor, mis padres fueron asesinados cuando yo apenas era un niño pequeño, yo presencie su asesinato aun no entiendo como no salí dañado de esa experiencia, tengo memoria fotográfica debido a esto puedo recordarlo casi todo lo sucedido esa noche, los gritos de mi madre el esfuerzo de mi padre por mantenernos a salvo, todo menos el rostro de los asesinos, gracias a esto yo soy un huérfano que creció en un orfanato católico en Inglaterra, por las costumbres de la institución y sus creencias nos educaron bajo muchos tabús, era un niño muy solitario hasta que un día llego al orfanato un niño que se apegó con facilidad a mí, se llama Liam Alexander Jackson Watson, él es un niño blanco de cabello rubio y de ojos grises muy vivos, yo por otro lado soy blanco de cabello castaño oscuro desordenado levemente largo que me hace ver más pálido y ojos azules muy grandes por lo que dicen, él es tan raro como yo, él es un niño sonriente, me sorprendía tanta felicidad proveniente de un niño a quien lo abandonaron sus parientes.

-¿Qué crees que allá hoy de comer? ¿Y de postre?-pregunto el en tono inocente y feliz “solo piensas en comida”.

-No lo sé solo espero que no, nos den piña de postre de nuevo-hice una mueca de desagrado.

-¿Oye? ¿Cuál es tu sueño?- pregunto el mirando hacia el cielo, estábamos los dos sentados en el patio trasero del orfanato bajo un árbol enorme que nunca lo vi dar frutos, el día era abochornante, pero allí estaba fresco.

-¿Mi sueño?, salir de aquí e irme muy lejos- respondí cerrando los ojos al sentir la brisa.

-¿Quieres que una familia te lleve lejos?- dijo él.

-No yo ya tuve mi familia no quiero otra, solo quiero irme- dije mirándolo.

-Mmm… entiendo yo también tuve mi familia aunque no me quisieron lo suficiente estoy seguro que habrá otra que me querrá, me gustaría ser adoptado y que a ti te adopte la misma familia, así seriamos hermanos- dijo sonriendo- Ese es mi sueño-“Su inocencia me sobrepasa” solo teníamos apenas ocho años y ya aviamos sufrido más de lo que una persona normal sufriría en diez vidas.

-No seas tonto- dije serio golpeándolo suave en la cabeza simulando un cosco –Yo ya soy tu hermano mayor, lo quieras o no, así que trátame con respeto- pude a ver respondido de forma grosera pero él me miraba con nostalgia y por ahora él es lo único que tengo, él se lanzó sobre mí y me abrazo, los dos caímos acostados en el césped.

-Gracias hermano- lo oí llorar y solo pude abrazarlo, sonó la campana que anunciaba que el almuerzo estaba listo, él y yo fuimos al comedor donde otros mil niños igual de desdichados que nosotros esperaban con ansias el sustento que era la comida.

-Hay no piña de nuevo no- casi lloro al ver esa desgraciada fruta.

-Tranquilo hermano me la comeré yo así no tendrás problemas-dijo el, si desperdiciábamos la comida recibíamos golpes en son de castigo, ya que desperdiciar la comida que podría estar necesitando otra persona era una ofensa, yo era alérgico a la piña y no podía comerla.

-Gracias, sé que no te gusta, gracias por hacerlo-le agradecí antes de sentarnos en la enorme mesa junto a más niños, al terminar, era sábado así que hoy no teníamos lecciones de ningún tipo solo teníamos que asistir a misa junto a las monjas.

-¡Como odio ser obligado a asistir a esto!- le susurre a Liam que estaba sentado al lado mío-No puedo faltar cuando yo quiera, siempre hay que venir, siempre dicen lo mismo.

-Es por disciplina, mamá siempre asistía a misa ella era muy creyente-note que Liam movía los labios sin hacer bulla recitando cada palabra dicha por el sacerdote, se la sabia de memoria “¿Cuánto le abra costado aprendérsela?”, yo también me sabia toda la misa pero era por mi memoria tan rara, ya era  tarde cuando termino la misa, cuando llego la noche fuimos obligados a dormir temprano como siempre, yo no podía dormir ya que tenía asuntos pendientes cuando calcule, que ya todas las monjas estarían dormidas, me intente levantar pero él me tomo de la mano, todos  los niños varones dormíamos juntos en diferentes camas claro está.

Cole Moore (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora