El extraordinario mundo del Sombrerero

114 5 0
                                    







¡Gran día! ¡Hoy es un gran día! ¿por qué? No sé... pero sé que lo será. Me estoy olvidando de algo, vamos Sombrerero piensa... ¡La sorpresa! ayer le dije a Alicia que tenía una sorpresa ¿Cómo me pude haber olvidado? Dios, ¿de qué sirve un sobrero si no retiene las ideas? Qué inservible...

-¡Conejo Blanco! Rápido, ¡Alicia va a llegar tarde!-

Apresurándose a terminar de acomodarse el traje (sí, es ridículo; pero el dice que le queda bien) el Conejo salió disparado hacia el agujero para buscar a Alicia. Mientras tanto, sin poder contener la emoción, acomodé los platos y cubiertos para que quedaran alineados. Me ha tomado mucho tiempo pero por fin su extraordinario mundo está completo. Cada personaje y detalle que ella creó en todo este tiempo me tomé el trabajo de hacerlos realidad aquí abajo, así jamás estará sola... ¡Es un motivo para celebrar! ¡Por Alicia y su maravilloso mundo!

La tentación fue más fuerte que yo y me atreví a asomarme por el agujero para ver qué sucedía afuera. Enseguida pude distinguir el brillo del lustroso reloj dorado que tanto aprecio le tiene el Conejo, saltaba de raíz en raíz siguiendo a Alicia quien lo buscaba, de vez en cuando se asomaba un poco más de la cuenta para que lo vea y luego se volvía a esconder; de esta forma la fue acercando hasta la entrada. Al Conejo le encanta jugar, a todos nos gusta.

Apenas divisé sus rubios mechones, alborotados por la corrida, me metí rápidamente en el agujero y preparé su primer prueba. Como dije nos gusta mucho jugar, así que como bienvenida le puse un par de pruebas que debe pasar para llegar al extraordinario.

Alicia se asomó con miedo desde el borde del agujero y, con un pequeño empujón del Conejo, cayó dentro. Mientras caía lentamente varias imágenes de la realidad pasaban junto a ella, porque aquí ya no existen; todas ellas quedarán congeladas todo el tiempo que la pequeña quiera. Ahora ella pone las reglas. A medida que el cielo y la boca del hoyo se convertían en un círculo cada vez más pequeño, las paredes del hoyo se ensanchaban formando el recinto principal. Por culpa de mi error de cálculos, Alicia terminó cayendo de cara al suelo (cuadriculado, rojo y negro... por si había dudas), espero que no se haya lastimado. ¡Que emoción! Es hora de la prueba...

Estaba en la habitación de los frascos, repisas con ellos la rodeaban por todos lados; y en el medio una mesa. Me acomodé junto a la puerta y observé por la cerradura el espectáculo. Alicia había reconocido la habitación al instante, y comenzó a recorrerla leyendo etiqueta por etiqueta hasta que lo encontró: "Bébeme" agarró el frasco por unos segundos, dubitativa, movió los hombros en señal de "¿Y qué importa" y tomó mitad de botella... ¡No Alicia es demasiado! no tendría que haber tomado tanto. El efecto fue instantáneo, en unos segundos Alicia se achicó hasta tener el tamaño de un ratón. Pero puede salir de esta, solo si encuentra el pequeño bizcochuelo blanco. Caminó en círculos y círculos hasta que se dio por vencida y se sentó junto a la pata de la mesa. ¡No! ¡Esa no es la Alicia que conozco! y como si me hubiera escuchado (lo cual es casi imposible) volteó hacia un costado y allí estaba, el bizcochuelo  blanco; se levantó y caminó hasta él. En la etiqueta decía claramente "Cómeme", y así hizo. La observé hacer desaparecer mitad del cuadradito en un mordisco ¿Otra vez Alicia? ¿Acaso te has olvidado de todo? ¡No! Eso es imposible. Ahora la rubia medía tres veces más que la mesa, jamás pasaría por la puerta de esa forma. Alicia comenzó a llorar y llorar, sus inmensas lágrimas crearon un mar sumamente salado ¿Pero por qué no hace lo correcto? ¿Será posible que haya olvidado todas nuestras tardes de té?

-¡Espera Alicia! No llores pequeña- dijo el picaporte de la puerta -¡Si sigues llorando nos ahogaremos! - Pero ella no hizo caso - ¡Mira, el frasco, tómalo!-

Agachándose agarró la, ahora pequeña, botella y el, aún más pequeño, bizcochuelo , tomó un sorbo y seguidamente mordió solo un poco del cuadradito. La, ahora más pequeña, niña cayó al mar que ella misma había creado, nadando dentro del frasco atravesó la cerradura de la puerta !Lo hizo! ¡Es la Alicia correcta!  ¡Debo irme! La estaré esperando para tomar el té ¡No llegues tarde querida!


*****************************

                                                ****************************

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

****************************


-¿Alicia? pero si es tan tarde... ¿Donde te has metido?-

¡Alicia hora del té!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora