-¡Alicia! qué gusto verte. Pensé que jamás llegarías- Dijo el Sombrerero mientras empujaba a la niña hacia una silla vacía.
La mesa era enorme, al rededor de 20 sillas sólo para dos personas.
-¿Sabes que día es hoy? le preguntó la liebre saltando de una silla a otra.
-Bueno, hoy es...- Alicia hizo un esfuerzo para pensar, pues ya no corría al tiempo y todo dejaba de tener sentido.
-!Hoy es mi no cumpleaños!-
-No cumpleaños... ¿Qué es un no cumpleaños?-
Luego del espectáculo, cada uno volvió a su asiento.-¿Quieres té? preguntó por segunda vez el Sombrerero. Alicia respondió que sí encantada, pero apenas levantó la taza para tomar un sorbo la Liebre la agarró del brazo y comenzó a gritar "¡Taza limpia, a cambiar!" empujándola a otra silla y tirando la taza al suelo.
-¡Pero si no he tomado nada de té!-
-¿Escuchaste eso? dice que no tomó nada de té- el Sombrero y la Liebre comenzaron a reír desquiciadamente.
-¡No entiendo qué es lo gracioso!- Tan poca cordura estaba hartando a la pobre.
Mientras Alicia se paraba ofendida para irse todo perdió la gracia súbitamente y el Sombrero le preguntó serio:
-Entonces ¿Cómo te trata tu mundo?-
-Bueno, me han pasado muchas cosas. Para empezar conocí a un gato...-
-!¿GATO?!- Un agudo grito salió del interior de una pequeña tetera. De repente la tapa voló y un ratón saltó del interior, corriendo sin rumbo y con sus dos dementes amigos corriendo detrás de él. Finalmente lograron atraparlo, y tras servir la tercer taza de té (el cual Alicia todavía no había llegado a tomar) retomaron la conversación.
-Dime pequeña ¿Esto es un sueño para ti?- Preguntó el Sombrerero arqueando las cejas.
-Un sueño... Pero qué raro que suena. Si con eso te refieres a un lugar en el que siento que ya he estado varias veces y aún así no dejo de perderme... bueno, supongo que suena como un sueño ¿no?-
-O como la realidad-
-Pero Sombrero, soñar es una cosa, al fin y al cabo, siempre volvemos a la realidad-
-¿Ah si? Entonces dime ¿Cómo sabes cuál es la realidad y cual un sueño?-
-Es fácil, del sueño siempre te despiertas-
-¿Estás segura?-
-¡Sombrerero estás loco!-
-Claro que no estoy loco, simplemente mi realidad es diferente a la tuya-
Finalmente Alicia tomó un sorbo de té.
-Ahora dime- continuó su amigo -¿Estás tan segura que puedes despertar de tu sueño?-
-Ya te he dicho que sí- dijo testarudamente.
El Sombrerero se rió.
-¿Recuerdas la puerta por donde entraste?-
Y mientras decía estas palabras una pequeña puerta con un gran picaporte apareció frente a ellos. Se empezó a escuchar un gran bullicio y al darse vuelta Alicia se encontró con la Reina Roja y todas sus cartas corriendo hacia ella, gritando ¡Cortenle la cabeza! Volvió a girar para abalanzarse hacia la puerta cuando notó algo diferente en su amigo... su sonrisa ¿era su imaginación o estaba más grande? no quedaba tiempo para debatirlo. Su noción por el tiempo volvió y se hizo indispensable ¡Ya no había tiempo! la puerta se negaba a abrirse "Estoy cerrada niña, mira" dijo el picaporte abriendo su cerradura, y allí estaba la típica niña rubia durmiendo contra un árbol, pero qué inocente se veía. ¡Alicia despierta! ¡Alicia! ¡Rápido despierta o perderé la cabeza!
Todo se esfumó de golpe. La Reina no la perseguía, el Sombrerero no estaba y todavía conservaba su cabeza (o eso parecía)
Después de todo sólo es un sueño ¿No es así?
ESTÁS LEYENDO
¡Alicia hora del té!
Short StoryAlicia en el País de las Maravillas es un clásico de la literatura, pero ¿visto desde otro punto? el libro y la película tienen miles de frases y trasfondos que dejan mucho a la imaginación. En este caso la historia es contada desde el punto de vist...