Capitulo 1

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Santiago despierta aquella mañana como cualquiera, aún no conoce lo que le deparará el destino, o Dios, como lo llama Andrea, su novia quien no cree en casualidades y su creencia es que Dios los unió. Todas sus mañanas son bien planeadas por él gracias a la enseñanza de la chica con cabellera rubia y odiosa, Andrea, quién hace 5 años le enseño como tener bien preparada su vida, tal vida que ella tiene bien controlada, a su beneficio. Mismo tiempo que llevan de esta odiosa relación, hecha odiosa por este par.

-Santiago, cariño, baja a desayunar.- Dice la mujer de Santiago, la mujer con la que no pasa tiempo por sus problemas. Esa mujer amorosa castaña.

-Voy mamá.- Dice Santiago con un poco de reniego en su voz. Desde que esta con Andrea no pasa nada de tiempo con su madre y tiene cada vez más problemas con ella. Gracias a los pensamientos de Andrea, que le dice que su mamá no lo deja vivir.

Baja las escaleras con pensamientos en su cabeza, pensando que será esta mañana del amor de su vida. Aunque no se imagina lo que pudo pasar anoche, cuando lo mandó a casa cuando él llegó con flores a su casa. Aunque eso no le preocupa porque ya se acostumbró a los desplantes de esa chica que ama tanto.

- ¿A qué hora saldrás hoy?- Pregunta la mujer castaña y dulce que le da un beso a su hijo. El chico desea que ese beso sea de Andrea y se aleja por el mismo motivo.

-No muy tarde - Responde seco sentándose en la mesa con hot cakes, miel, fruta y jugo.

- Esta bien, ¿Te espero a comer?- le pregunta sirviéndole café, sabe que es el preferido de su hijo.

-No, hoy saldré con Andrea, tal vez regrese tarde.- Dice dejando los ojos en blanco y dándole un sorbo a su café.

-¿A dónde iras?- Pregunta la mujer de rizos curiosa de la vida del chico, su hijo.

-Son muchas preguntas, mamá.- Contesta con un bufido. Aceptando que no le hará daño responder a esta última pregunta.- Llevare a comer con Andrea.

-No me gusta tu relación con esa niña.- Cansada de la actitud de Santiago. Añora los días donde él era pequeño y le gustaba estar con su mamá.

-Primera, no creo que sea tan mala nuestra relación. Segunda, no te puedes meter cuando tu matrimonio fue un fracaso.

Santiago sin decir una sola palabra más, un solo adiós, sale para poder llegar a su próximo destino, donde pasara momentos que no imagina.

Pero su madre, su mamá queda devastada. Santiago tiene razón y ella lo sabe. No puede meterse en la relación de su hijo cuando su matrimonio fue un completo asco. Pero lo que Santiago no sabe es la verdad. Esa verdad que atormenta a Marisa, su mamá, todas las noches.

Profunda mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora