No quiero que el mundo nos separe más (Casthaniel)

(Capítulo 16)

-Castiel... - le dio con su dedo índice en la mejilla.

- Dime... - decía en un susurro, sus ojos estaban cerrados y su baba yacía en la comisura de sus labios semi abiertos.

- Nada, mejor duerme. - le acaricio la cabeza con una leve sonrisa y se levanto de la cama.

Toda la casa estaba a oscuras debido a que era muy de noche, se podía apreciar el ruido de grillos debido a tanto silencio.

Nathaniel, se habituó en el sofá negro de cuero del salón de Castiel y se quedo con la vista perdida, perdiéndose en sus pensamientos.

No lograba entender desde que punto su vida había cambiado, los abusos de su padre, el noviazgo con Castiel, Lysandro y Armin pareja, sus padres no resultan ser sus padres si no sus tíos...
¿Cómo? ¿Cuándo? Y ¿Por qué?

Tenía un gran odio y repulsión a Francis, como no. De violaciones a maltratos una y otra vez, cada golpe, cada gota de sangre, cada humillación. Pero ya no más.

Desde que vive con Castiel pude llevar lo que se suele decir, una vida normal y tranquila.

Tanto pensar, tanto recordar...le hizo quedarse sopa en el sofá.

- Ehh, eeeh, eh - le agito Castiel una y otra vez, el ojimiel sobo sus ojos.

- ¿Castiel? ¿Qué hora es? - conseguía abrir un poco los ojos.

- Las doce del medio día. - sonrió - ¿Por qué te viniste aquí a dormir?

- No podía dormir - se ruborizó.

- ¿No te deje dormir? Lo siento. - se rasco su despeinada cabeza.

- No para nada, no fuiste tu, solo... No tenía sueño. - se apenó.

- Fue por la conversación de tu m-tía ¿verdad? - y este afirmó apenado. El pelirrojo lo abrazo con fuerza y Nath lagrimeo. -¿Qué te parece... Si damos una pequeña vuelta por el parque con Demonio? -Miró al ojimiel y este rió.

- ¿Qué tal si desayunamos o comemos primero? Muero de hambre - Toco su barriga, que hizo un gruñido. Los dos comenzaron a reír.

Se fueron juntos a la cocina mientras se ponían manos a la obra y una vez acabaron se sentaron y se pusieron a saborear y disfrutar de su "desayuno".
Una vez acabaron cada uno se tomo una ducha, se vistieron y con Demonio amarrado se fueron de paseo al parque.

Cada uno iba a su bola, Nathaniel miraba a su izquierda y Castiel a su derecha hasta que volvió al mundo real, fijo su vista en Nathan y le agarro de la mano, él le miro sorprendido.

-Nathaniel, acabo de darme cuenta de una cosa - soltó y el rubio le miro preocupado. - No te asustes, no es nada malo.

- ¿Qué es lo que pasa?

-Estaba recordando momentos nuestros y me he dado cuenta que hay algo que no te he pedido. - Nathaniel le miró confundido.

-¿El qué?

-Nathaniel, ¿quieres ser mi novio? - se acerco y quedo a milímetros de él, haciendo al rubio ruborizarse.

-Sí. - y tiempo le sobró a Castiel para devorarle toda la boca en medio del parque.

- Bravo - se escuchó un aplauso, los dos cortaron el beso y se giraron a ver de quien se trataba.
Una maldita víbora. Castiel suspiró amargado.

-¿Qué quieres? - le pregunto frío.

- Pero que romántico puedes ser, gatito. - empezó a caminar lentamente hasta ellos.

- Pues sí y qué - dijo borde.

- ¿Te acuerdas como lo eras conmigo? Como me decías una y otra vez que me querías, como gemías y decías mi nombre, todos eso regalos que me hacías...

- Tal vez no mucho, nunca llegue a decirte te amo. - Nathaniel observa como ellos dos "charlaban". - No mereces ni que te recuerde.

- Yo se que aún sientes algo por mí - sonrío, Nathaniel asustado miró a Castiel que se empezó a reír.

- Tu hiciste añicos mis sentimientos hacía a ti, y él se encargo de hacerme sentir lo que tu nunca pudiste - besó a Nathaniel en sus narices. - Quiero que desaparezcas de nuestras vidas y que nos dejes tranquilos. No vales nada...
Adiós.

Agarrado de las manos siguieron caminando dejando a Demonio hacer sus cosas.

- Castiel... - apenas pronunció, y el pelirrojo se giró. - T-te quiero mucho. - agarro del brazo a Castiel y le besó. El pelirrojo se quedo un poco alucinando, pero poco después siguió con el beso, devorándose mutuamente, se separaron por la falta de aire, cada uno tenía sus labios hinchados y rojos, se vieron y echaron a reír.

Terminaron del paseo y volvieron a casa. Castiel se tiro encima de Nathaniel y le empezó a dar pequeños y apasionados besos por el cuello haciéndole soltar algún que otro gemido. Se fueron desnudando el uno al otro lentamente mientras seguían besándose sin fin.

- Mm... C-castiel, estamos en la entrada. - el pelirrojo lo cogió y se lo llevo a la habitación.

Siguieron los besos y caricias, cada uno ya estaban mas que cachondos.

Castiel tomo el miembro de Nathaniel que ya estaba erecto y lo empezó a masajear volviéndolo loco.

- Nathaniel, ¿estas listo? - este afirmó y Castiel fue a por el frasco de lubricante que tenía en el cajón de la mesilla. Pringó sus dedos y empezó a meter uno, después dos y tres, hasta que Nathaniel se acostumbro. El pelirrojo también se lleno de lubricante y empezó a entrar lentamente y paro para dejar que se acostumbrara, hasta que noto como lo succionaba, ahí empezó un vaivén.

Des pues de casi una hora sexo, los dos acabaron rendidos sobre la cama, quedaron cara cara, se abrazaron y quedaron dormidos.

Hola, siento actualizar tan, pero tan tarde, pero al fin acabaron las clases y ya tengo tiempo para escribir.🙌

¿Se enteraron del accidente de Lysandro en el capítulo 30? 😢

Feliz día de la madre, y que paseis un buen día

Gracias por leer. Vuestros votos⤵y comentarios ⤵

Hasta el próximo (＾ω＾)ノ❤