Embarazada (Editando)

Capítulo 33 esposa incondicional

Tengo que olvidar que donghae es un idiota, ahora necesita que yo como su esposa este con él en este momento, nos separamos por aquel beso y acarició mi rostro.

—bueno entonces ¿Qué pasara después? — dijo donghae

—te lo dije — le advertí

—si ya se no necesito que me lo recuerdes — dijo seriamente

—tu eres un tonto — le respondo

—bueno ya veremos cómo le hago para recuperarla — dijo pensativo

—más bien cómo vas a lidiar con tu padre — le conteste argumentando

—¿Por qué mi padre? — dijo donghae extrañado

—porque tu padre te dio la empresa por algo

—si lo sé, lo estaré pensando bien

—si bastante diría yo

—nunca te hice caso y tenías toda la razón

—si eres demasiado confiado

—se veía que se podía confiar

—uno nunca conoce a las personas por completo hasta no verlo

—si Rachel eso ahora lo comprendo

—a que bueno que comprendas, aunque no de mejor manera, pero si lo fue

me acariciaba como si fuera una porcelana. Es que se nota que me ama, bueno con solo decir que me agradece si me case con donghae por amor en ningún momento fue porque tenía dinero, estaba ahí para cuidarlo protegerlo hacerlo saber que era importante para mí, ahora que su empresa cayo necesita más mi apoyo, yo como su esposa y la madre de su hijo.

—Rachel te amo—dijo tomándome del rostro

— Donghae si no te amará te dejaría sólo aquí—respondí

— bueno. Ahora debemos concentrarnos en nosotros—dijo más tranquilo

— Donghae todos los días—lo mire

— no. Me tienes en abstinencia—dijo ansioso

— Porque será es tu castigo—le recordé

— Ya quita tu castigo—dijo ronco —anda pequeña ansió tocarte

—pues no — dije decidida a no ceder

—¿Por qué no?

—no entiendes que aquí hay una cosa importante — le recordé

—y nuestro amor cuenta — dijo buscando una palabra adecuada

—sí pero también cuenta recuperar lo que perdiste — dije recordándole

—los oficiales dijeron que no fue grave

—pero si lo fue, a ver perdido la mitad de la empresa ¿te parece poco?

—eso lo pensaremos mejor

No sé qué pensar estoy aquí pensando después de unos besos decidió que sí. Me toma con un beso me sube encima del escritorio. Es que tan solo una mirada logra doblegarme ya puedo decir que soy su esclava además ya el castigo se lo termine finalmente, aun así, estoy molesta por lo sucedido.

— No te cansas cierto — susurró

— no. Además, me tienes abandonado—dijo como un niño pequeño

— es tu culpa señor idiota—espete sonriendo

— trataré de hacer lo que puedo

—sí y sabes la mejor forma de hacerlo es hacerme caso