Malestar

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Era una mañana de invierno, las calles estaban cubiertas de una fina capa blanca de la noche anterior. Era temprano y hacía frío, mucho frío, pero trágicamente, no me quedo otra que levantar mi culo del colchón y prepararme para ir a clases.

Termine de vestirme y baje a desayunar. No me limité a saludar, simplemente me senté en la silla. Mi desayuno me miraba a mi y yo lo miraba a el. No tenía hambre, así que levante la cabeza para mirar a mi alrededor por primera vez en el día. Me los encontré con sus miradas puestas en mi.

-Se que soy guapa pero ¿por qué me miráis tanto?- arrugue mi entrecejo.

-No eres guapa, creída- y ya tuvo que hablar el bocazas de Thomas.

-Si que lo soy envidioso.- le saqué la lengua.

-¿Jane por qué no comes nada? Y ni si quiera has saludado.- dijo mamá.

-No tengo hambre mamá... Y la verdad que tampoco tengo ganas de nada...no me encuentro demasiado bien.

-No conseguirás faltar a clase hermanita,yo ya lo intente la semana pasada y de nada funcionó.- dijo Daniel con desilusión en su rostro.

-No, no es broma no me encuentro bien.

-Jane te prepare el ibuprofeno pero iras a clases.

-Esta bien mamá.

Me levante, subí cogí la mochila, me despedí de Puggy y gatito y bajé.

-Aquí tienes Jane.

-Gracias mamá.- me tomé ese líquido blanco totalmente asqueroso y salí de casa para montarme en el coche con Thomas.

-Jane estas pálida ¿de verdad que quieres ir a clases? Si quieres me doy media vuelta y te dejo en casa mamá vera tu rostro y lo entenderá.- dijo echando cortas miradas hacia mi lado ya que estaba conduciendo y debía prestar su atención en la carretera.

-No, no te preocupes con el ibuprofeno se me quitara todo y me pondré mejor, solo hay que esperar a que haga efecto.

-Esta bien.- me miró nada convencido.

Llegamos y cada uno de nosotros de fue para su respectiva clase. No podía con mi cuerpo de verdad que mal me encontraba.

-¿Jane estas bien?- escuché como dijeron a mis espaldas, me incorporé ya que estaba apoyada en una de las sillas del instituto.

-Oh hola Aylin- saludé- no la verdad es que no estoy muy bien hoy.

-No si no hace falta que lo jures amiga, se te ve horriblemente mal.

-Gracias por esos apoyos, yo también te quiero.- dije irónicamente.

-De nada mi amor -dijo riendo.

-Muy graciosa.

Simplemente se limitó a volver a reír. Nos dirigimos a clase de biología que era lo que desgraciadamente nos tocaba.
No tarde ni dos segundos en poner el trasero en la silla que me tuve que levantar y salir corriendo en dirección "servicios", y no, no es lo que pensáis asquerosillas. Simpletemente se me revolvió el estómago y vomite, pero tranquilas llegue a tiempo.
Me sentía mareada y sin fuerzas por lo que decidí sentarme a un lado del inodoro y esperar a encontrarme mejor, pero no lo conseguido, solo conseguí que mi vista se oscureciera y que perdiera el conocimiento.

*****
Me sentía agotada, como si hubiera corrido todo un maratón yo solita. Abrí mis ojos poco apoco intentando acostumbrarme a la luz del día. Seguía en el mismo sitio, sentada o mas bien tumbada en el suelo junto al inodoro. Por lo que veo nadie se percató de mi ausencia.

>No es que le importes a mucha gente Jane<

-¡Oh hola!, ¡que de tiempo!, ¡al fin te indignas a parecer y que mejor que con esos comentarios tan consoladores tuyos!

>Oh vamos no finjas que me has echado de menos<

-¡Claro que si conciencia! ¿Como puedes pensar que no lo e echo? ¡con lo que yo te quiero!

>Si ya lo veo<- simplemente rodé los ojos y dejar de hablar con mi conciencia.

Me levanté como pude y me dirigí para fuera, esta horrible, me faltaban energías a mas no poder así que sin mas me volví a desplomar en el suelo.

-¡Jane! -escuche como gritaron pero no tenia fuerzas de abrir los ojos para ver de quien se trataba.

*****
-Jane despierta...-escuche que decían.

-Mm...- dije intentando abrir los ojos poco a poco.

-¡Jane al fin despiertas!

-Oh dios no me estrujes y tampoco grites.

-Me tenias preocupado idiota.

-Oh.

-¿Te duele algo?¿Quieres algo? ¿Te llevo a casa?

-Finn para de hacerme mil y una pregunta,por favor.

-Vale, perdón.

-No pasa nada.-dije para que no se sintiera mal por haberse comportado así-¿Dónde estamos?

-En mi habitación ¿No la recordabas?

-Oh, si, claro que si que la recuerdo ahora, solo que no preste atención, por cierto Finn ¿que hora es?

-Las dos de la tarde.

Abrí los ojos como loca.-¿Cómo?

-Si, he llamado al médico y me a dicho que te habías desmayado por falta de alimento ¿es eso verdad? - dijo con el cuerpo rígido.

-Si, bueno anoche no cene no tenía hambre y esta mañana bueno...digamos que tampoco tenia hambre.

-¿Jane no estarás dejando de comer para adelgazar como hacen las chicas de hoy en día verdad?

-¿¡Que!? ¡Pero tu estas tonto! ¡Claro que no por dios! ¡Yo no dejaría de comer por nada del mundo! ¡Yo no soy de esas!

-Lo se, y te creo solo me había asustado ¿vale?- se calmo un poco.

-Esta bien- me levanté de su cama.

-¿A dónde vas?-se levantó el también de su silla.

-Me voy a casa, necesito descansar,bueno ya se que acabo de despertar pero comeré algo, me daré una ducha y a ver si así se me quitan las fatigas que tengo.- me acerque a él,le di un meso en la mejilla y le di las gracias por todo.

*****
Llegué a casa la cual seguía sola. Subí y me duche. Cuando terminé fui a la cocina y me senté a comer algo, mientras le mandaba un sms a Thomas avisándole de que hoy no me esperara al salir.
Escuché como llamaron a la puerta.
Me levanté y abrí.

-¡Bruno! -me tiré en sus brazos literalmente.

-Hola pequeña.- sonrió.

-¿Como encontraste mi casa?

-Mi padre me dio la dirección anoche, sabía donde ibais a iros a vivir antes de marcharte.

Sonreí al entenderlo todo y lo invité a pasar.
Estuvimos un largo tiempo charlando y gastando bromas mutuamente cuando mis ganas por vomitar volvieron. Salí corriendo para el cuarto de baño de la planta baja.

-¿Jane estas bien? - y si me pagaran por todas las veces que me han echo esa pregunta a lo largo del día de hoy sería totalmente rica.

-No mucho la verdad...

Salí del cuarto de baño totalmente cabizbaja por mi malestar. Bruno me abrazo contra su pecho en forma protectora y me llevó al salón donde nos limitamos a tumbarnos en el sillón y mientras yo disfrutaba de sus caricias en mi pelo. Poco a poco me fui quedando dormida en un ambiente que me era mas que agradable.

Reglas #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora