Mi vida era una mierda.
Y la verdad es que no es de cualquier mierda, es de esa mierda que hace que te quieras tirar del Golden Gate pero al mismo tiempo sentarte en una banca y observarte a tí mismo tirarte de él.
Y yo era un idiota, por supuesto.
Había tratado de llamar a Tyler la pasada media hora, pero mis dedos quedaban suspendidos sobre el botón de llamar una y otra vez.
Había decidido finalmente olvidar a Connor, y la única manera de hacerlo era con una persona que recientemente había conocido y tenía química.
Después de todo, Tyler parecía buena persona.
Suspiré pesadamente. Tenía que hacerlo.
Presioné el botón. Mis manos empezaron a temblar ligeramente mientras el teléfono repicaba.
Una, dos, tres veces. Mi garganta quedó seca. No contestaría.
Cuando estuve a punto de colgar, alguien contestó. Se escuchó su respiración por unos segundos, y luego habló.
—¿Hola?—un nudo empezó a formarse en mi garganta.
Me quedé en silencio. No tenía palabras.
—Troye, no tienes porqué sentir miedo. Soy una persona totalmente normal.—se notaba que sonreía.
—Oh, lo siento, lo siento.—mi voz se escuchaba ahogada. Aclaré mi garganta y continué.—¿Cómo sabías que era yo?
Al otro lado de la línea se escuchó un silencio. Luego, una carcajada que hizo que mis labios se curvaran hacia arriba.
—Generalmente no le doy mi número tan rápido a gente nueva, y como ví que era un número no guardado en mi agenda supuse que eras tú. No es tan difícil.
Solté una suave risita. Parecía un cerebrito.
—Oye, lo siento. No soy un genio como tu.
Me quedé callado. Esperé unos segundos a que Tyler dijera algo, pero unos ruidos al otro lado de la línea me hizo cuestionarme si realmente me estaba poniendo atención.
—¿Tyler?—dije, asustado.
No quería que la conversación acabara.
—Oye, lo siento, pero me acordé que hay una pequeña reunión en el salón de Joe hoy. Invita Samantha. ¿Qué te parece si me acompañas y nos divertimos un poco?
Dudé. Siempre que salía, de alguna manera loca y retorcida, Connor aparecía como por arte de magia.
Y no quería ver sus ojos tristes de nuevo, porque sabía que si lo veía así, dejaría a Tyler y corerría hacia sus brazos.
Estaba demente.
Noté que tardaba demasiado en responderle a Ty. Pensé en los pros y en los contras por un segundo.
—¿A qué hora es el evento?
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babe; tronnor
Novela JuvenilTroye Sivan es gay, aunque no lo admita abiertamente. Tiene miedo a ser juzgado y rechazado, apartado de la sociedad. Connor Franta también es gay. A diferencia de Troye, él se acepta públicamente como es. Dos personas, una historia. ¿Logrará Conn...