Capitulo 2

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El día siguiente fue duro para todos pero fue un tormento para Sherlock. El nunca había tenido que lidiar con la tal cosa llamada "emociones". En su sistema, dichos sentimientos eran como una clase de virus, en cuanto intentaban aflorar a la superficie para causar estragos era como si Sherlock tuviera su propio antivirus, listo para eliminarlos al momento. Pero eso parecía haberse esfumado

Se encontró a si mismo con una sensación horrorosa en el pecho, el dolor era casi físico. Caminaba de un lado al otro de la habitación, su mente trabajando a máxima velocidad intentando buscar una solución para el problema, tiraba de sus rizos desesperado. No, John no podía ir al campo de batalla. Simplemente no podía

¿Qué iba a ser de Sherlock sin el? Estaría perdido sin su mejor amigo a su lado, ni siquiera duraría un mes. El rizado esquivaba el tema de John yendo a la guerra y que todo...Simplemente acabara mal, no podía lidiar con ese pensamiento. Aunque desde que tenían pocos años de vida siempre dieron a parecer como que John era quien cuidaba de Sherlock, la cosa fue mutua. El mas joven siempre estuvo allí mientras el resto creía que no lo estaba, siempre teniendo un ojo sobre la persona mas importante en su vida, trabajando desde las sombras procurando que nada ni nadie lo lastimara

¿Cómo iba a protegerlo ahora si no iba a estar a su lado? ¿Quién iba a protegerlo a el en los últimos meses de secundario? Si John se iba y Sherlock no se mataba por su cuenta, lo más probable era que acabara molido a palos por los infradotados de su instituto. Había llegado al punto de hasta humillarse frente a su hermano y rogarle por ayuda pero este respondió con simpleza alegando que el trabajar para el gobierno no le permitía la libre toma de decisiones y dio por perdido el caso de John

Entonces una idea cruzo por su mente y se detuvo en seco con sus dedos bajo el mentón. Era extremista y peligroso, un poco de adrenalina no mataba a nadie ¿Verdad? Pero tal vez este plan suicida lo haría. Sus ojos se perdieron en la nada mientras se sumergía en las profundidades de su Palacio Mental, una nueva técnica que estaba aprendiendo a usar para memorizar. Cuando su plan estuvo grabado casi a fuego en su cabeza, simplemente se interno en la biblioteca familiar a leer lo máximo que pudiera, necesitaba recaudar toda la información posible

Por otra parte John ya había hecho frente a su destino, aun no lograba digerirlo pero al menos era capaz de convivir con la idea en mente. Intentaba no pensarlo demasiado por que el dejar toda su vida atrás le dolía, por sobre todo a las personas que quedarían allí y la idea de no volver a verlas jamás le producía un nudo en el estomago. Mientras observaba su habitación por última vez no podía dejar de pensar, adiós familia, adiós universidad y titulo en medicina, adiós Sherlock. Su madre lo esperaba en la sala hecha un mar de lagrimas, su padre intentaba aparentar que era un tipo duro pero sus ojos reflejaban el dolor de ver a su hijo partir, por un momento pensó en su hermana la cual estaba lejos viviendo en un matrimonio infeliz el cual había sido arreglado por ella, en unos días recibiría una carta con las noticias sobre mi partida al campo de batalla

Sherlock no vino a despedirse.

De camino a la zona militar aun tenia la esperanza de verlo al llegar, se recostó contra los asientos fantaseando con la idea de abrazarlo antes de partir. Pero nuevamente el no estaba allí, y esto mas allá de dolor le provoco cierta rabia, ¡Estaba actuando algo egoísta! Era John quien tendría que combatir en la guerra, era John quien debía dejar todo atrás, no el. Era John quien necesitaba abrazarlo una ultima vez, era el mayor quien necesitaba esconder su rostro entre los rizos del menor como solía hacer cuando eran mas pequeños y el abrazarlo no representaba tener que dar explicaciones luego

Cuando John se adentro en la carpa militar sintió que la presión estaba quitándole el aire, estaba atestada de gente yendo de un lado a otro, de hombres haciendo fila por un lado y saliendo en direcciones diferentes. El castaño se sintió terriblemente mal cuando vio a un hombre el cual le faltaba una extremidad y deseo estar en su lugar para poder ser rechazado por las fuerzas armadas y regresar a su hogar. Hizo la fila y a medida que avanzaba, su corazón aumentaba en latidos a la par

World War I (AU) JohnLockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora