Cápitulo 1.

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Salí del avión. Reconozco que tenía miedo, pero a la vez estaba intrigada, por todo lo que me esperaba por hacer este verano, pero no sabía con que tipo de gente lo pasaría. A lo lejos se veía un grupo de gente… ¿Serían ellos? No, por favor, no tenían buena pinta…

- ¿Vanessa?

Alguien me tocó el hombro. Una mujer con aspecto simpático y dulce se encontraba detrás de mí. Me dedicó una agradable sonrisa, al ver que yo asentía con la cabeza.

-Johanna. – Me dijo dándome dos besos.

- ¡Me alegro de haberte encontrado! – exclamé emocionada. Me encantaba esta mujer

- Lo mismo digo. Vanessa, éstas son Phoebe, Daisy, Félicité y Lottie. Han querido acompañarme para recogerte.

- Encantada. ¡Qué guapas sois! – dije dandoles un abrazo.

Estaba emocionada. Había sido muy afortunada. Se les veía muy contentas, y no tenían mala actitud. Me esperaba un buen verano. Ni siquiera sé dónde estoy. Nos dirigimos al coche, yo me puse en el asiento delantero con Johanna.

Tenía mucha curiosidad sobre este lugar, se veía muy bonito. Me estuvo contando que se llamaba Doncaster y que estábamos al sur de Yorkshire. Estaba deseando llegar a su hogar. Necesitaba acostarme en la cama, estaba muy cansada del viaje.

- ¡Saluda a tu segunda casa!

Se veía enorme. Salimos del coche y entramos en la casa. En el salón se encontraba el padre de la familia, Mark. Siendo realistas, tenía un poco vergüenza, seguro que mis mofletes se habían puesto rojos. Me dio dos besos, y yo me fui a mi habitación, para dejar todas las cosas.

Era una familia estupenda, se les veía felices juntos. Mientras subía estaba pensando que me tendré que hacer amigos de esta zona, para poder quedar, para no sentirme tan sola. Aunque aquí no creo que eso pase.

Subí las escaleras, las habitaciones se encontraban arriba. Mientras iba cruzando el pasillo una voz salía de una habitación. ¿Estaba cantando? Creo que sí. Pero, toda la familia estaba abajo y nadie me había dicho de alguien más. Pedazo voz. Era increíble. Mire a los lados, para asegurarme de que no me veía nadie y acerqué mi oído a la puerta para poder escuchar mejor. Esa voz era masculina. Tenía una voz muy especial. Me quedé escuchando como cantaba unos minutos más, hasta que abrió la puerta. Mierda, me ha visto atenta escuchándole. No había pasado tanta vergüenza en mi vida.

Me miró y se empezó a reír. Esa fue su reacción, me alegro de que no se enfadara.

- Tú debes ser… - me dijo con una sonrisa muy adorable.

- Vanessa, ¿y tú?

- Louis, encantado –me dio dos besos y me fui rápidamente a mi habitación.

La maleta me pesaba. Dejé mi guitarra en la cama y me puse a ordenar toda mi ropa, mientras yo pensaba en ese chico que me acababa de encontrar.

Another world.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora