Capítulo 4

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-Vale. Pero por esta vez.

-Gracias, de verdad, gracias.

-Em...-Dije yo-Voy a grabar un vídeo...

-Adiós...

-Adiós.

Colgué. Entonces empecé a grabar.

-¡Hola, mis pequeños Unicornios Felices! Bueno, como muchos sabréis, estoy en España. Entonces he pensado, al estar sola y aburrirme tanto, que podía hacer alguna quedada aquí, en Madrid. Bueno, en realidad me la habéis pedido mucho por lo que... día 6 de mayo, en la Plaza Mayor. Trae lo que quieras, te lo firmaré, nos sacaremos fotos... así que recordad: día 6 de mayo, Plaza Mayor. A las 17:00. Bueno, ahora, sin hablar más, vamos a jugar a slither.io. El juego este de los gusanos, serpientes o como quieras llamarlos.

16:30

Había dejado de grabar, lo había editado y lo había subido.

Entonces caí en la cuenta de que mañana era 4 de mayo.

-¿Compro golosinas para ellos? ¿Y si les compro un gato? ¿QUÉ HAGO?-Grité desesperada.

Entonces empecé a pensar. No quería que fuese una quedada más, quería que fuese distinta, especial...

No se me ocurría nada, mi imaginación estaba agotada por completo.

Decidí ir a ver a Rubén, ya que prefiero que acepte mis disculpas cara a cara.

Subí los escasos 2 pisos que nos separaban y timbré.

-¡Hey!-Dije saludando.

-Hola, no esperaba la visita.-Dijo Rubius.

-¿Podrías venir conmigo un momento?

-¿Por?

-¿Te acuerdas de lo de comprarme un gato?

-Sí.

-Pues sigue en pie. Y he decidido que este es buen momento.

-Oh, vale.

Entonces me guió por las calles de Madrid, entonces, unos metros antes de llegar, me fijé en algo.

Un gato sucio y despeinado estaba caminando por la calle.

Era blanco y con algunos detalles en negro.

Estaba flaco y no tenía buen aspecto, por lo que lo recogí.

-Rubén, quiero este.

-Es adorable.-Dijo-Seguro que si lo cuidas será mucho más kawaii.

-Oye, aquí viene el dilema. ¿Es hembra o macho?

-Solamente hay que mirar si tiene cojones.

-Rubiu, pleaze, haga uzté' lo' honore'.

Rubén cogió al gato. Yo directamente miré hacia otro lado.

-Es macho.-Dijo él.

-Ahá... ¿Cómo le puedo poner?

-Gato.

-No, Rubius, en serio.

-Yo qué sé.

-¿Leo? No... ¿Misi? No... ¿Oreo?

-¡Oreo!-Gritó-¡Oreo mola!

-Pues Oreo será.

Decidimos ir al veterinario, para vacunarle y ver si tenía alguna enfermedad.

Pasé por algunas tiendas para comprar un peine y pienso para él.

Al llegar a casa coloqué 2 pequeños platos en la cocina. Les eché agua y comida, Rubén posó el gato en el suelo y me dio unos consejos.

-Por cierto, ¿cómo lo piensas lavar?

-Quizás le gusta el agua, ¿no?-Dije.

-Sería raro, pero bueno, quizás...

-O en tal caso con un trapo húmedo.

-Sí. Oye, ¡se puede hacer amigo de Wilson y Raspy!

-Si no son agresivos... voy a coger al gato, que si no ensucia la casa.

-Vale, ¿quieres que te ayude a bañarlo?

-Por mí no hay problema.

Cogí al gato y lo metí en la bañera. Increíblemente no sacó uñas ni nada, no se quejó.

Después de un baño lleno de burbujas y el baño hecho una mierda, Oreo pareció otro gato.

-Bueno, yo me voy...-Dijo Rubén, intentando salir por la puerta- Adiós...

-No.-Respondí, agarrando su muñeca-Quédate, al menos graba un vídeo conmigo...

-Vale, pero solamente el vídeo.-Dijo alargando la "a" de su vale.

Me Hiciste FaltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora