Sanity (Segunda Temporada Maldito Personaje)

《1》

Adrien Pov's

Lágrimas bajaron al ver a mi dama irse, mi pequeña dama, si supieras cuánto te busque, si supieras cuánto te espere, cada lágrima derramada por ti, mi mente atormentada esperándote, siguiendo cada uno de tus crímenes para encontrarte por última vez. La respuesta siempre fue esta mansión, la habitación de tu enamorado, la habitación de tu chico perfecto. Frecuentas por esta casa vieja, buscando el alma de tu amado, pero regresé por ti, para regresar a mi Marinette, para que estés conmigo toda la eternidad, siempre te seré fiel, eres mi damisela y yo siempre seré tú caballero. Te protegeré en todas mis vidas, quiero volverte a ver, quiero volver a sentir tus labios rozando con los míos, tú dulce aroma impregnado en mí. Y tus grandes ojos azules mirándome con dulzura.

-¡El anillo!-me gritó Plagg al oído.

-Cállate-lo quite de mi hombro saliendo de la casa en busca de Marinette.

París no había cambiado nada, desde mi muerte todo sigue igual, la gente es igual de temerosa que antes, todos esperan ser salvados, todos quieren ser protegidos cuando no pueden proteger la estabilidad mental de sus héroes, ellos les hacían daño, los mataban mentalmente, cada una de sus quejas, de sus abucheos, de sus idioteces, tantas cicatrices inútiles, sólo para que alaben un traje, nadie alaba a la persona detrás de este, la persona que carga sus cicatrices y huesos rotos para salvar el día. Vi a Marinette entrar a un gran observatorio y entre atrás de ella mientras me colocaba un gorro y unos lentes.

-Aquí está-le entregó el libro a Selph el cual iba a tomar también la bufanda pero esta le arrebató la gran tela azul.

-Pensé que era un regalo para tu novio-dijo en un tono burlón mientras besaba la mejilla de Marinette pero esta lo apartaba.

-Me gustan los gatos-sonreí ante el comentario de Marinette y esta se puso la bufanda mientras salía del observatorio.

Empezó a nevar repentinamente y Marinette acomodo un poco la bufanda y se puso unos guantes de lana mientras caminaba hacia una gran casa cerca de la mía.

-Rojito, se que me sigues-siguió caminando pacíficamente mientras me puse al lado de ella.

-¿Me podrías dar ese anillo?-intenté que mi voz no sonará temblorosa al estar a su lado, pero mi intento fue fallido.

-No eres Adrien-dijo cortante mientras paraba en seco enfrentándome.

-Lo necesito.

-Primero te haces pasar por alguien muerto y ahora me pides una baratija-rió a lo cual un Plagg furioso salió de mi abrigo.

-No pues, tus pendientes son hermosos-dijo sarcásticamente mientras Marinette no dio ninguna señal.

-Oh un gato que habla, interesante. Ten esta baratija, te la regaló, ya no me sirve para nada-unas pequeñas lágrimas salieron de los ojos de Marinette antes de darme el anillo, las manos de está temblaban pero en un momento paró de temblar y sólo me extendió el anillo, entrando a su casa y dando un portazo.