Capítulo II: "Domingo Por La Mañana"

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Al día siguiente, después de aquel sábado infernal, incluso peor que los anteriores, estaban todos reunidos en la sala del apartamento de Harry, exceptuando a Paul, el paciente niñero guardaespaldas de los cantantes.

—Uff, no puedo. Esta resaca... no puedo... — susurró un par de veces Ema, mientras estaba acostada en el mueble, con los chicos en el apartamento mirandola quejarse.

Todos con ojeras bajo sus ojos. Louis agarrando con su mano izquierda una bolsa de hielo en la cabeza y en la otra un tirante cortado en tres, mientras Liam intenta desatar los trozos de unos caros tirantes que el chico tenía amarrado al cuello. Ignorando la mirada inocente de Eleanor.

—¿Esto será todos los fines de semana? — preguntó Danielle, quien estaba de pie junto a Liam, tomando los trozos de tirantes que él lograba desatar.

—... No te soporto, malvada, ¿no sabes cuanto costaron estos tirantes? Te odio. — susurró Louis, con recelo al mirar a Ema.

—Yo no fui la que hizo que Eleanor los despedazara. Buscate otro culpable. — replicó ella.

—¡No, pero fuiste la que armó el escandalo!

—¡Cállate! No soporto mi cabeza...

Todos en la sala la miraron incrédulos. Quizá ella olvidó que fue la razón por la que nadie pudo dormir. La causante de las ojeras que todos llevaban esa mañana. Y Louis fue la mente maestra que la llevó al bar.

—... Harry, ¿qué estás haciendo? — preguntó Niall, cambiando de tema, al mirar a Harry sentado con un cepillo y sus botas marrones.

—No sé, creo que Ema vomitó anoche y lo hizo en mis botas.

—¿Y por qué tú lo estás limpiando? — preguntó maliciosamente Marian, algo curiosa y entretenida a la vez.

—Ah, cierto... ¡Limpialas tú!

Al darse cuenta de su lentitud, Harry le estiró sus preciadas botas para que la chica las tomara e hiciera el trabajo que él iba a realizar.

Liam, al percatarse de la tensión en el ambiente, decidió calmarlos.

—Muy bien, chicos. Demonos unos minutos. Respiremos, exhalemos. Tratemos de calmarnos.

Tal vez, “darse unos minutos” no fue buena idea. Tres minutos de silencio bastaron para que cada uno pensara en la terrible noche que tuvieron. El primero de ellos en hablar fue la misma novia de Liam. Se percató del mal estado del cabello de Ema, quien tenía un pequeño trozo de envoltura de caramelo, enredada en su cabello.

—¡Mira lo que has causado, Niall! ¡¿Sabes cuanto cuesta ir a la peluquería, para cuidar un cabello así?! — gritó indignada, provocando que Louis hablara.

—Lo mismo que mis tirantes, ¿quizá?

Eleanor sólo se limitaba a sonreír y mirar a otro lado.

“Si digo algo, se me irá la lengua”, dijo ella para sus adentros.

—... ¿Y Angélica? — inquirió Zayn, luego de un corto silencio.

—Se fue. La vi salir con unas maletas.

Ante la intervención de Josh, Harry susurró, lo suficientemente alto como para que todos escucharan.

—Creo que no lo soportó más.

En ése momento, Paul entró al apartamento.

—Y yo tengo que vivir con esto cada día de mi vida. — dijo cruzandose de brazos y recostandose a la puerta. Se habría visto genial, si su rostro no luciera tan cansado como el de los más jovenes. — Una noche más no me interesa.

—¡Ok, basta, todo mundo fuera! — gritó Marian al alzarse, aplaudir y señalar a la puerta de salida.

—Eeh... pero éste es mi apartamento... — intervino Harry, un poco confundido, siendo interrumpido por la chica estresada.

—¡No me interesa, todos afuera! ¡Quiero dormir!

Harry observó alrededor. Todos estaban esparcidos por el apartamento. Unos en el mueble, otros en el suelo y unos más sentados en la mesa.

—Eeeh... chicos, nos están corriendo. Pero esta es mi casa...

—¡Dije que no me importa!

...

En la noche del fin de semana siguiente...

—Mariaaaaaan... — se escucha Ema. — ¡La puerta...!

—¡Noooooo...! — grita Marian.

No pasó medio segundo cuando ya Josh, Angélica, Paul, Zayn, Sandy y Dan estaban saliendo de sus apartamentos, tirando de sus maletas.

—Bueno, hay muchos apartamentos libres por, y para ti... — dijo Marian al recostarse del marco, entrecerrando los ojos al mirar a su amiga en el suelo.

En el piso de arriba, se puede escuchar el grito de Harry luego de que la chica del apartamento de abajo golpea el techo con las escoba.

—¡¿Louis, por qué la llevaste de nuevo?!

—¡Es que tienes que verla bailar, es muy graciosa! — refutó Louis, desde el apartamento de al lado. — ¡Además, ésta vez no fui yo! ¡Preguntale a Niall!

—Duende estúpido. — susurró Harry bajo su aliento.

*Flashback*

En el apartamento de Liam...

—Liam, ¿qué harás ésta noche?

—Veré la televisión con Danielle.

En el apartamento de Harry...

—Harry, ¿qué harás ésta noche?

—Eeeh... hacer ejercicio.

—Ok, dormir.

En el apartamento de Louis...

—Louis, ¿qué harás...?

—NO VOY A SALIR. — respondió él rápidamente, al sentir la presencia de Eleanor detrás de él. Como una oscura sombra con una linda sonrisa.

En el apartamento de Zayn...

—Zayn... ¿Zayn...? — el irlandes insistió un par de veces, tocando la puerta. — ¡Ok, está durmiendo y son las ocho de la noche na'a más!

Cuando entonces, va de regreso a su apartamento y ve a Ema pasando por el pasillo, camino al apartamento de Harry.

... Lo de más es historia.

*Fin del Flashback*

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2013 ⏰

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