Las 7 Almas

Capítulo 2

-¿Qué estoy en dónde?-parece que aún no he recuperado la cordura.

-Estas en Azgalor, es un lugar dividido en siete distritos como se conoce actualmente, donde cada una es dominada por diferentes líderes, cada uno con virtudes diferentes.

Parece que sabe muy bien lo que va a decir como si estuviera obligada a decirlo -¿Quién eres tú?

-Yo soy Elene, la guía que ayuda a conocer el lugar a los nuevos residentes y tu pequeña niña tienes todos los requisitos necesarios para entrar aquí.

-No entiendo que ocurre-me duele la cabeza ¿será solo un sueño?

-Tu solo sígueme, te enseñare el lugar.

Mejor me calme y asentí con la cabeza. Pasamos por un pasillo un poco largo en donde se pudo ver un mapa del lugar, se notó que es un lugar más grande del que yo vivo.

¡Oh! Te interesa, bien te explico-se puso a explicar cada una de las regiones, sus líderes y sus normas.

-Que interesante... me gustaría saber más pero enserio necesito volver a mi casa, ver a mis padres que de seguro deben estar muy preocupados y los regalos también...

-¿Te vas?- me interrumpió, parece que no se ve muy feliz e cambio se ve muy disgustada- pensaba que te quedarías, ahora ya no tenemos esperanza.

- Lo siento no comprendo a lo que te refieres.

- Está bien, te dire porque estás aquí

-Hace mucho tiempo este mundo estaba dominado por el caos y la destrucción entonces nuestro dios mando un llamado a siete personas con virtudes únicas a los que llamamos Lideres, los que mantendrían este mundo en equilibrio y armonía, pero faltaba algo, mejor dicho alguien que contenga todas esas virtudes tú eras la persona perfecta pero parece que me equivoque.

Lo siento, no sabía pero en serio tengo que volver a casa, tengo mucha prisa, hay gente que me espera.

-Oye creo que tengo una idea, si consigues las almas de los Lideres podrás volver a casa.

-¡¿Qué?! Yo no quiero matar a nadie

Ella se quedó pensando y puso una sonrisa en su rostro que me inquieto un poco.

-No es necesario que los tengas que matar, solo con que ganes su amistad basta, ¿puedo contar contigo?

-No parece mala idea ¿por dónde puedo empezar?