Prólogo

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Había cumplido los quince años recién cuando le hablaron. No podía evitar caminar con cierto aire despreocupado, de todos modos, sabría lo que le dirían. Aunque, no era mucha sorpresa. Eso le pasaba a todos. A pesar de ser lo que todos conocían como el infierno, era lo suficientemente helado como para sacarle uno o dos escalofríos al día.

Siempre había deseado ver el mundo del que tanto temían. ¿Era tan malo en realidad? O eran ellos los que estaban acostumbrados a una buena vida. Todos tenían pesadillas desde que les llegaba la conciencia, ¿por qué ser desechados? Eso, al menos, no le concernía a él.

-Steven - en cuanto cerró la puerta con cuidado la voz de su padre inundó la sala -, ¿sabes por qué te he llamado, no?

-Si, padre.

Los suspiros pesados del gran hombre que tenía frente a él le causaban terror, después de convivir tanto con él... tanto para aquello.

-Feliz cumpleaños Steven.

Esperó unos cuantos minutos para saber si su padre tenía algo más que decirle, pero no fue así. Antes de derramar lágrimas delante de él salió corriendo en dirección a la nada. No importaba a donde corriera, en donde se ocultara. En cuanto él dictaba la sentencia, la próxima puerta que cruzaras era tu condena.

Detrás Del Arcoíris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora