Capitulo 47

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POV Camila

Nos separamos a una velocidad casi épica, digamos que pudo resultar imposible ver el beso con claridad, tal vez era hasta imposible habernos visto cerca con la agilidad que nos quitamos, pero digamos que lo que no pudo ver Clara al abrir la puerta lo descubrió al mirar nuestros rostros que revelaban todo sin omitir detalles.
-¿¡Qué?! -pregunto Lauren sin medir su tono, tal vez por la adrenalina del susto.
-Yo vine a... -su mamá se detuvo, quizá solo procesaba mejor la imagen que vio antes- A ver si tu estabas aquí, si tu auto estaba estacionado o si habías salido -concluyó aun con su mirada clavada en nosotras.
-No, pero voy a salir -dijo esquivando esa mirada que nos acusaba, entró hasta la mesa frente a la puerta y busco las llaves del auto.
Tal vez fueron tres o cuatro segundos en el proceso que Lauren demoró en hacer eso, pero juro que estaba muriendo con la mirada de Clara clavada en mi mientras yo iba quemándome de vergüenza frente a ella, los tres segundos mas incómodos de mi vida entera sin duda.
-¿Llegaras tarde? -preguntó mirándonos seria, creo que no le convencía que Lauren se fuese a ir conmigo.
-No. -respondió a secas Lauren- Vámonos -me indicó señalando el auto, solo caminé y dejé un "buenas noches" en aire que la Sra. Jauregui no contestó.
Por el camino a mi casa realmente no hubo que decir, el momento digamos que fue arruinado y nosotras lo sabíamos, estuvimos en silencio hasta llegar, me despedí con un beso rápido "lamento eso" fue todo lo Lauren dijo antes de que yo me retirara por completo, le asentí, después de todo no fue nuestra culpa y tampoco de Clara, quizá no estábamos en lugar indicado y lo que había sucedido pudo evitarse, pero ya era tarde para pensar en eso además no servía de nada discutirlo con ella, pues supuse que a Lauren le esperaban unos cuantos momentos incómodos en su casa y yo quería ahorrarle mas incomodidades ahora.
POV Lauren
Con mi mamá en la casa las cosas se pusieron más raras aún después de esa noche, digamos que volvimos a comentar abiertamente mas sobre el asunto, pero no significo que el problema había acabado ahí, ella no olvido lo que vio ese día o mejor dicho, lo que creyó haber visto, y se ocupo de hacérmelo saber cada vez que podía.
Una tarde como cualquier otra estaba lista para ir por Camz, dispuesta a pasar el tiempo sin hacer nada, pero juntas, recorriendo la ciudad con la mejor compañía que podía tener, ella. Fue entonces el mismo día que mi mamá escogió para iniciar su pequeño interrogatorio, ¿A dónde vas?, ¿Con quién vas?, preguntas iban y venían y yo solo ignoraba algunas, cada cuanto le preguntaba cual era el motivo de tanta interrogación, pero ella desviaba el asunto, digamos que su paciencia es igual o menos existente que la mía, por eso en un par de minutos terminó lanzando la bomba, llevada por su inquietud y su poco tacto, después de todo creo que lo heredé.
-¿Qué pasa contigo y esa tal Camila? -preguntó parándose frente a mi en el sofá.
-¿Qué pasa de qué? -pregunté de vuelta, intentando enfocar mi visión en la Tv, esto ya estaba colapsándome.
-Respóndeme la pregunta Lauren -insistió obstruyendo mi vista.
-No entiendo tu pregunta -argumenté, realmente quería saber cual era su punto antes de hablar.
No fue capaz de decirlo en voz alta, de hecho no fue capaz quizá ni de pensarlo, en breve se quito furiosa de la sala y entró a la cocina, yo aproveche el instante para irme, las siguientes ocasiones cuando iba de salida siempre era el mismo interrogatorio, ¿Quién va?, ¿A qué hora regresas?, siempre monitoreándome como si eso fuese a cambiar en algo lo que yo hacia o dejaba de hacer, pero ella no parecía entenderlo. Mi papá también estaba en medio de la situación, una mañana antes de irme a la escuela desde mi habitación se podía oír el exceso de ruido, finalmente cuando estaba lista bajé y los escuche discutiendo.
-¡Que ella haga lo que quiere es tu culpa! -exclamó mi mamá tirando algunas cosas de la cocina.
-Su problema es contigo, que nunca la entiendes -argumentó aun calmado- habla con ella Clara.
-Para qué? -preguntó- si yo le pongo limites tu se los quitas -dijo molesta- siempre es lo mismo, justo porque le permites todo es que ahora anda... Bueno tu lo sabes -dijo irritada sin poder concluir su frase.
-Yo no se nada -dijo mi papá indiferente- ya te lo dije nada va a mejorar si no hablas con ella -continuaba insistiendo.
-Yo pasé por alto el asunto de Verónica -al escuchar que lo sabia me congelé en las escaleras- porque creí que era una etapa, que se le iba a pasar, pero ahora tú estas apoyando esa nueva relación que tiene, eso es el colmo Michael, necesito que actúes como su papá no como su amigo -reclamó
-Yo no sé de que hablas -volvió a insistir mi papá sin perder la calma- Tenemos una buena relación porque yo la escucho, no porque sea mi amiga como dices.
-Así que escuchando conversaciones ajenas -susurró Chris causándome un breve infarto.
-¡Eres idiota! -dije dándole un codazo- ¿Quieres dejar de aparecer como un fantasma?.
-¿Quieres dejar de espiar a la gente? -preguntó riendo- ¿Ahora que hiciste? Porque si están gritando como locos debe ser por algo que tu hiciste -afirmó.
-No... -tomé aire- no es lo que hice, discuten por lo que soy -hablé molesta, él pareció entender lo que dije.
-Iré a tomar un poco de jugo -habló cortado- tal vez si voy ellos se detengan -pasó su mano por mi cabello despeinándolo.
Y de hecho así fue, en cuanto el atravesó la sala mis padres dejaron la conversación y fingieron estar normales, pero de eso iban nuestros problemas en casa, de estar "fingiendo" como si eso ayudara a solucionar realmente los conflictos, aunque era evidente que esto no es un "problema" es un simple prejuicio de mi madre.
No planeaba ir a saludarlos y fingir que no había escuchado nada, así que atravesé la sala con toda la molestia que llevaba encima y la descargué con la puerta de la entrada, creo que como forma de hacerles saber que pude oírlos. Encendí mi auto y fui por la única persona que podía combatir mi mal humor, hacer que todo fuese olvidado y recordarme porque escogí esto, porque esta fue la mejor opción para mí, en cuestión de minutos llegué a su casa y le avisé que saliera. No hizo falta decir una palabra, ella sin necesidad de eso sabía que algo había sucedido y por la hora sabia que no podía haber sucedido en otro lugar que no fuese en casa.
-¿Está todo bien? -sonaba preocupada- no hizo falta hacer una pregunta más, tampoco hizo falta responder nada, con ella al lado mi humor se comenzaba a calmar.
-¿Ya quieres hablar...? -volvió a preguntar cuando casi llegábamos a la escuela.
-Mi mamá -dije sin dar demasiado detalles ella entendió.
-ustedes tienen que aprender a convivir mejor -sugirió, hablaba con tacto se que no quería herirme.
-Camz, es que no es justo -me quejé intentado que la sensibilidad no me ganara- para ella nada de lo que hago esta bien -hablé apoyando mi cabeza al volante- y ahora lo que "soy" -hice las comillas con las manos- tampoco le gusta.
-¿A qué te refieres con eso? -ella se alertó un poco.
-A que ella ya sabe sobre nosotras -dije sin mirarla- bueno... -me detuve- no sobre nosotras exactamente -aclaré- sabe que algo esta pasando desde el día que nos vio en la entrada de la casa -ella puso su mano en mi hombro mientras yo hablaba- y está... -busque la palabra mas adecuada- ¡enloqueciéndome!
-tarde o temprano lo iba a saber -dijo con su típica voz dulce- y si quieres, solo si tú quieres, podemos enfrentar esto juntas -ofreció dando pequeños besos desde mi hombro hasta mi mejilla.
-¿Esto no está mal, cierto Camz? -pregunté afligida- ¿por qué ella no lo acepta y ya? -volvía a cuestionarle.
-Porque no es tan simple de procesar Lauren -explicó con voz suave- las cosas son así, complicadas, pero no imposibles de resolver -comentó tocando mi cabello- toda va a salir bien -aseguró- no estás sola en esto y yo voy a apoyarte con el asunto de tus papás y con todo -volvió a besar mi mejilla.
Lo único completamente cierto era que necesitaba de Camz para sentirme mejor, lo que ella produce en mi es tan bueno que no puedo pensar siquiera que alguien lo vea como "algo malo" solo porque no somos una "pareja habitual" hay muchos chicos que solo hacen sufrir a sus novias, parejas tóxicas, relaciones que no sirven, que solo lastiman, y la gente las ve "bien" ¿por qué?, ¿Por qué son entre una mujer y un hombre?, yo tenía algo único con Camz, algo perfecto, algo nuestro, real, no iba a perderlo porque de momento la gente no lo entienda, no iba a dejarla por eso. Pero digamos que en ocasiones me olvidaba de ese detalle, no fue ese el único "momento" en el que Camila tuvo que ser tolerante y darme su apoyo en cuanto al tema, no era precisamente la mejor manejando ese asunto y por suerte ella lo sabía y siempre fue considerada.
Se acercaban dos semanas libres de clases, unas vacaciones de curso, de mitad de curso específicamente, dos semanas para ser libres, había estado planeando estás últimas dos semanas, quería mostrarle a Camila todos los lugares geniales de Miami, quería llevarla a sitios que ella de seguro adoraría, tenía en mente un acuario, museos, el cine, yo amaba el cine y nunca había ido con ella, algunos parques también me parecían importantes para mostrárselos, la verdad estaba ansiosa, quería tenerla conmigo el mayor tiempo posible, y esas próximas dos semanas serían completamente nuestras, el tiempo iba volando para mi fortuna los días se agotaban en menos de lo que notaba, por la temporada que hubo estuvimos mucho tiempo ensayando y animando a los chicos, en mi otro tiempo comencé a tomar un curso de idiomas para mejorar mi español, ahora tenía una buena razón para retomar esa lengua, aprendía tanto de Camz, ella era una buena motivación para hacer muchas cosas y también comencé a asistir de nuevo a algunas prácticas de softball, Camila por otro lado regresó a su idea de incorporarse en el club de música, era casi un reto llegar a verla realmente en la escuela, con nuestros horarios ocupados hasta el tope con suerte teníamos algunos minutos juntas, que siempre valorábamos, tomábamos tiempo para conversar sobre todo, para compartir los "contratiempos" que iban surgiendo y especialmente para querernos, hacíamos maravillas con esos escasos momentos.
Cada vez me sentía más perdida, más sumergida entre nosotras, y lo estaba. Ella no dejaba de ser dulce, siempre con una sonrisa gigante en su rostro, como si nadie fuese más feliz que ella en toda la escuela y, claro, en toda Miami. Repartíamos los fines de semana entre los amigos, entre nosotras y Camila pedía tiempo para su familia, yo no me ocupaba de la mía, por ahora no la tenía. Creo que sin darme cuenta mi vida ya giraba en torno a la de ella, mi energía era incontrolable, desde que invadió mi vida me volví tan incansable en tantos aspectos, alguien nuevo o tal vez solo regresó la Lauren del pasado.
-¡Una semana! -dije emocionada- estaremos libres en menos de cinco días Camila -repetí porque ella pareció no escucharme
-Si, lo sé -dijo completamente seca.
-Tanta emoción es contagiosa -hablé acercándome a ella- ¿está todo bien pequeña? -pregunté ahora preocupada por su desánimo.
-No quiero que te molestes... -dijo haciendo una pausa- pero... -volvió a detenerse, estaba matándome- tendré que ir a México con mi familia estas dos semanas -clavó finalmente la estaca.
-Pero... -intenté decir algo mientras veía mis planes desvanecerse.
-Intenté quedarme -dijo preocupada y algo decepcionada- hablé con mis padres, pero no es posible y... -la interrumpí.
-Si tienes que ir, tienes que ir -dije intentando darle tranquilidad- no tienes que ponerte asi -intenté motivarla, pero era difícil con mi animo muerto.
-¿Estarás bien sola? -preguntó con su mirada dulce.
-Contaré los días para que regreses -solo con eso respondí a su pregunta mientras besaba su nariz.
-¿No tienes otro plan? -preguntó intentando no dejarme sin opciones.
-Los chicos siempre organizan algo, no estaré sola -dije creyendo que eso le daría tranquilidad aunque su gesto me reveló lo contrario.
-No te diviertas demasiado -dijo insegura- porque yo no lo haré -afirmó.
-Quisiera que te quedaras -dejé a mi sinceridad tomar el control- pero... Si tienes que irte, tienes que irte -volví a repetir, quería creerme esas palabras y comenzar a tolerarlas en mi cabeza- además debes extrañar estar allí -comenté pensativa.
-lo único que extraño es estar contigo y aún no me he ido -dijo lanzándose a mis brazos- estoy odiando a mis padres por llevarme -confesó dejando caer su cabeza en mi hombro- (yo también) pensé mientras la abrazaba.
POV Camila
El tiempo iba de prisa, tanto que casi no me daba cuenta de cuando terminaban los días, esa misma semana presentamos aquel proyecto de México y Lauren pudo sacarse de encima a la profesora, estuvimos tanto tiempo juntas como fue posible, en ocasiones más del planeado, yo no tenía quejas sobre Lauren, pero si tenía algunas dudas sobre "qué teníamos" sin embargo, todo iba de maravilla, en cuanto a la gente que solía hacernos la vida más complicada podía decir que ya nadie se opuso, no se atrevían, porque habían aprendido que no se puede evitar lo inevitable, con mis amigos todo iba marchando a la normalidad, cada vez nos volvíamos también más cercanos, Dinah se convirtió en más que una amiga, una confidente que sin necesidad de usar todas "las letras" se dio cuenta de lo que sucedía con Lauren, lo aceptó y casi sin problemas fue quien más me ayudó a no cometer errores en esto, digamos que su experiencia en relaciones era más sólida que la mía.
-¿Realmente dejarás a Lauren sola? -preguntó Dinah
-Ella no sabe lo que hace -afirmó Chris- cuando regreses tendrás a mi hermana enredada con cualquier persona de Miami -aseguró haciendo que Dinah le diera una mirada algo rara como en señal de que se callara.
-Confío en ella -dije ahora dudando- no puedo quedarme, no es una opción- solo son dos semanas -intenté convencerme.
-Lauren solo necesita una hora para hacer un desastre épico, dos semanas es darle exceso de tiempo -volvió a hablar Chris, comenzaba a desear golpearlo.

STAY/QUÉDATE (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora