Pasaban los días, y yo veía cada vez menos a ese chico, y me preguntaba el ¿por qué? De tanta timidez, lo veía como un chico "raro", era muy opuesto a mí, pues yo salía y me gustaba pasear por los pasillos de la escuela, hablaba con muchas personas, muy sociable. Y él no, él era sociable en su mundo, con quien quería, tal vez. Ese misterio me carcomía la curiosidad por saber más de él.
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El chico del salón de enfrente.
Short Story"Era un alma pérdida, en una multitud de almas orientadas".