Carta de despedida.

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Hasta siempre, querido Kurt:

Sí, esto es una carta de despedida. No puedo sino escribírtela porque decirte adiós me es imposible. No podría volver a mirarte porque me perdería en el color de tus ojos, no podría volver a hablarte porque me quedaría atrapa entre tus labios, por eso me marcho ahora y te dejo todo mi amor en esta "carta".

Sabes bien que esta historia no puede tener un final feliz, sabes bien que ambos vamos a sufrir, y he pensado decirte adiós ahora que aún saboreamos la felicidad de querernos. También te quiero a ti y que me resulta difícil imaginar que alguna vez vuelva a sentir esto. Pero igualmente te digo adiós.

No me voy de vacío. Perdona si me llevo tus besos, tus caricias y tus abrazos. Perdona si me llevo las risas y las confidencias. Meto también en la maleta el olor de tu pelo, el sabor de tu piel y el sonido de tu voz. Todo eso me llevo para guardarlo bien dentro de mi corazón.

Tú puedes quedarte con el recuerdo de esta historia que no pudo ser, pero será, en otro tiempo, en otra vida, de eso estoy segura. Y espero que entiendas este adiós es precipitado, pero inevitable, porque me gustaría quedarme para siempre en un rincón de tu corazón.

Te recordaré siempre.
JULIET.

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