Capítulo 3 (Parte 2 de 2)

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Una noche fría y oscura.

-Ya apágalo es suficiente- Trató de quitárselo pero ella se reusó.

-Basta! Esto se pone cada vez mejor. Nunca me había sentido tan feliz y con ganas de correr por toda esta horrible casa- Comenzó a reírse como si la acabaran de contar un chiste.

-Nina escúchame. No vas a querer terminar como yo-

-Ja ja! No soy tan estúpida como tú. Gracias a esto. Yo estoy contigo y te hago compañía entiendes? Asique sh- Tiró su cuerpo hacia atrás mientras su cabeza chocaba con la almohada. Dejó su vista en el techo acto seguido expulsó el humo que tenía en los pulmones.

-No veo la hora de que mi paciencia se acabe- Se paró al costado de la cama y se fue de la habitación.

Si alguien no entendía lo que sucedía ahí, tenían que entrar. Él olor y el humo los delataba.

Después de unos cuantos meses y de volver de vuelta del río como hacían siempre. Al oscurecerse Oliver les propuso que se queden a dormir en su casa ya que los guardias esa noche iban a vigilar las cabañas. Él estaba seguro de que ellos no iban a entrar a su casa ya que lo conocían. Ana Emma y John aceptaron la prepuesta.

Nina estaba molesta porque no le gustaba que se quede gente a dormir en la casa. Era una persona independiente y no le gustaba estar rodeada de muchas personas en un lugar poco grande. No después de lo que hacían en las noches con los amigos de él. Volar y ver espirales adiós para ellos.

Oliver por un lado, se sentía extraño. Nunca había estado con muchas personas. Siempre era de estar solo, al igual que Nina. No podía creer que estaba enamorado. En esos momentos no era bueno enamorarse pero. Su pasado lo atormentaba y necesitaba alguna distracción. Lastimosamente lo tenía que hacer. Aunque no le guste y lo deteste, su medicina eran las drogas. Sin dudas era una persona impulsiva, después se iba a arrepentir.

Mientras Anastasia Emma y John llevaban algunas de sus cosas a la casa de Oliver. El preparaba detrás de la casa una fogata rodeada de troncos para poder sentarse.

-Oliver- Dijo Nina sentada en uno de los troncos.

Oliver -Sí?- Respondió acercándose.

-¿Escondiste bien 'eso' en tu cajón? Estaban sobre la mesa ojalá no sientan el olor- Dijo refiriéndose a sus cigarrillos armados con droga.

-No, tú tranquila hermosa. Esta todo guardado- Miró sus ojos.

Nina -¿Arias algo por mí?- Cambió de tema.

Oliver -Por supuesto- Ella se puso de pie.

Nina -¿Te tatuarías mi nombre?- Dijo llegando al frente de él.

Oliver -¿En dónde quieres que me lo tatúe?- Dijo aceptando.

Nina -No lo sé, tendría que ver en qué lugar hay espacio para mí- Dijo observando su cuerpo.

Oliver -Siempre hay lugar para ti- Acercó sus labios hacia los de Nina y le dio un beso. Él estaba feliz con ella. Nunca había conocido a una mujer así, era especial y lo hacía sonreír siempre aun sabiendo que la conocía hace muy poco tiempo.

Nina se alejó despacio ya que había escuchado que llegaban sus amigos. Ella sabía que a él no le gustaba mostrarse romántico frente a ellos, dio un paso hacia atrás y se fue a sentar devuelta.

-¿Ya tienen todo listo?- Dijo Ana yendo a sentarse junta con Nina

Oliver -¿Ya trajeron sus cosas?- Se puso a un costado del fuego.

Ana -Sí- Agregó -Yo me quedo en una habitación con John y Emma se queda en la del medio que está al lado de la de ustedes-

Nina -¿Por qué no duerme afuera?- Dijo un poco molesta y riendo. Ana la miró sin entender por qué decía eso.

Razón Por La Que Sigo LuchandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora