Second Chance

Te amaré hasta la eternidad

Dom agarró mi mano entrelazándola con la de él, la besó sutilmente y la puso en su cara sosteniendo su barbilla. –Pam, te amo, eres la razón por la cual yo soy feliz y solamente a tu lado lo seré, lo prometo  –me besó en la boca con sus finos labios rosados y me sonrió. Estábamos sentados en el suelo, el apoyándose en la pared con sus piernas extendidas y abiertas y yo apoyada de espalda hacia él descansando en su pecho, también con mis piernas extendidas y entrelazadas. Le besé el cuello –Y yo te amo a ti, una vida sin ti sería una vida sin felicidad, quédate siempre a mi lado Dom, –me voltíe y alcance darle un beso en su suave boca mientras él bordeaba mi cintura con sus manos –¿Quieres pasar esta noche acá? ¿Junto a mi? –Sonreí y le dí otro beso esta vez mas corto. Me miró y me dió un beso en la frente tomándome la cabeza con sus manos. –Debo irme princesa, es hora –Yo no entendía eso de "es hora" pero igual acepte bajé mi cabeza para levantarme del suelo, luego le extendí mis manos a Dom para que se levantara también y así poder despedirnos. Al pararse, me alzó agarrándome por mi espalda, yo parecía una bebé en brazos de su padre. Poco a poco fue acercando su cara a la mía y lentamente nos fuimos besando, con esa delicadeza que solo él la sabia dar. –Te amo Pam y te voy a extrañar –Me besó de nuevo esta vez mucho mas corto. Yo sonreí y lo besé de vuelta. –Te amo Dom, también te extrañaré –me bajó de sus fuertes brazos para yo poder levantarme de nuevo, nos abrazamos y nos fuimos alejando poco a poco. –Buenas noches princesa –al escuchar yo esto le tiré un beso y dije con una voz muy sutil y suave –Buenas noches. Sonrió y abrió lentamente la manilla de mi cuarto, para que mi mamá no se despertara, cerró la puerta con mucha delicadeza. Yo me tiré de un brinco a mi cama abrazando mi almohada con mis brazos y sonriéndole al techo. Me sentía la mujer más afortunada del planeta. Tengo al hombre más perfecto a mi lado, soy tan felíz.

De pronto escuché un golpe en mi ventana, salí corriendo y supuse que era Dom para decirme algo. Abrí la ventana para escuchar lo que diría y saque lentamente mi cabeza intentando ver hacia abajo. El estaba escondido en el árbol frente a mi casa. Quiso darme una sórpresa, corrió hacía la carretera, justo en medio –¡TE AMO PAM! –En ese mismo momento no se dió cuenta, ni él ni yo, que un auto venía a toda velocidad y con las luces apagadas, tocando desesperadamente la corneta, pero ya era muy tarde. Pegué un grito tan fuerte que mi mamá se levantó de golpe y entró corriendo a mi cuarto. Me encontró a mi con la boca tapada por mis dos manos, sentada en el suelo de espaldas a la ventana llorando desesperada, yo no podía creer lo que estaba pasando. No paraba de llorar. Mi mamá corrió a verme y pudo ver el desastre que había esa madrugada, 2:00 am en la carretera, lloró conmigo, y pedía que le explicara lo sucedido pero yo no tenia voz, no podía ni respirar bien.

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Ahora ya entiendo porqué el amor de mi vida me dijo que era hora y que me iba a extrañar. Quizás ya él lo sabía, sabía lo que venía. El destino lo tenía todo listo y ahora ¿qué será mi vida sin él? ¿Cómo podré recuperar esa alegría que solo él me daba? Siento que se cerró el libro de mi vida, que también yo morí.