Let it be

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Miré el reloj puesto en mi mesa de noche, 7:34 pm, yo me estaba terminando de maquillar alistándome para este fin de semana, comenzando un viernes por la noche y terminando el domingo en la mañana, pasaríamos los días en casa de Danny un chico que estudia con nosotros desde primer año en esta escuela y ya que cumple años el sábado decidió llevar a un grupo de amigos o gente cercana a su cabaña que se encuentra a una hora de aquí. Recogí mi bolso y tomé las cosas que me faltaban. Esperando la corneta de Chace. –Hija? –escuché la voz de mi padre al final de las escaleras. Aproveche a bajar el bolso y mi cartera para colocarlos cerca de la puerta principal. Abracé a mi padre y el me dió un beso en la mejilla. Yo sonreí. Se dió cuenta del bolso y la cartera que había colocado en el suelo. –¿Para donde vas? –preguntó. –A la cabaña de Danny. ¿Lo recuerdas? –dije mientras buscaba un vaso con agua en la cocina y mi padre se aproximaba a mí. –Claro Danny Queeter, ¿no? –dijo mi padre y yo asentí con mi cabeza. Creo que lo conocía mas que yo. De pronto bajó mi madre vestida con una blusa de lentejuelas y una falda negra ajustada que terminaba al final de sus rodillas y tacones negros. Mi papá y yo, ambos quedamos atónitos, tenía su cabello suelto dejándolo caer sobre sus hombros. Se acercó a mi padre y le dió un beso en la boca. Yo quede boquiabierta. Entonces todo esto del círujano era mentira, ha estado saliendo todo este tiempo con mi padre!! Me sentí bien por un momento, al saber que podrían volver a estar juntos. Ambos se despidieron de mi, diciéndome que me portara bien y se fueron en el auto de mi padre. Me quedé esperando a Chace afuera ya que mi madre al irse cerró la puerta principal. No fue mucho lo que espere afuera de mi casa cuando llegó estacionando el auto en frente a mi casa y bajándose para saludarme. Se acercó a mi tomando mi bolso y dándome un beso en la boca. Abrió la puerta trasera del auto y metió el bolso junto con el de él. Entramos al auto poniéndonos el cinturón de seguridad y arrancamos inmediatamente. –Sabes he estado pensando en lo que me dijo Jack aquella vez en clase –mientras hablaba puse mi mirada en él. –Pam ya hemos hablado de esto. Tu superaras esta situación solamente conmigo, nadie mas tendrá la capacidad de hacerlo –decía mientras manejaba a mucha velocidad. –Si. Pero quizás sea verdad de que la canción siempre se escucha cuando estamos Jack y yo juntos, algún mensaje debe tener, ¿no crees? –pregunté con un poco de miedo. –¡NO! y ya cerrado el tema Pamela, se acabó –gritó aumentando aún más la velocidad. Pegué un brinco al oír sus gritos y no volví a hablar. Apoyé mi cabeza sobre la ventana viendo como pasábamos cada árbol de la ciudad, alejándonos hasta llegar a la cabaña de Danny. Chace no volvió a hablar ni a mirarme en el auto, poniendo música a todo volumen. 

Llegamos y Danny nos viene a recibir. Chace se baja del auto un poco molesto para sacar los bolsos de la parte trasera. Yo salgo del auto y Danny me dice que espere adentro. Accedí y poco a poco me fui alejando de ellos. Podía escuchar que la música estaba a todo volumen, me resigné a tener que aceptar todo lo que viniese ya que iba a tener dos noches acá. Toco la manilla de la puerta principal para abrirla, pero alguien ya lo estaba haciendo por el lado de adentro. Se abre la puerta y era nada más y nada menos que Jack, ya sabía que había llegado y por eso me estaba esperando. Nos saludamos, él acercándose a mí y abrazándome. Yo lo dejé pasar. Me sostuvo la puerta y ambos entramos a la cabaña. Había mucha gente, unos bailando, otros sirviéndose tragos y otros jugando verdad o reto. Me pasaba ahora que cuando veía a Jack mi corazón aumentaba sus latidos. 

Chace entró a la cabaña junto con Danny y los bolsos en sus manos. Ambos subieron a colocarlos en una habitación. Me parece tan extraño que queden dos habitaciones vacías. –¿Estás lista para dormir por primera vez con Chace? –Jack me susurró al oído. Me encontraba de espaldas a él. Volteé mi cara hacía la suya lentamente, nos encontrábamos tan cerca que podía sentir su respiración. Mirándonos a los ojos  –¿Dormir con Chace? ¿De qué hablas? –le pregunté. De pronto Chace nos separa con sus fuertes manos y se acerca a mí dándole la espalda a Jack. Miré a Chace y podía ver que detrás de él se encontraba Jack. Chace acerca su cara poco a poco hacia la mía y lentamente me besa en la boca. Yo no sentía nada, ni si quiera una mariposa. Yo quería era a Jack. Me alejé bruscamente de Chace, molestándose muchísimo por mi reacción. Agarró con sus manos mi cara por mis mejillas apretándolas muy fuerte. Yo solté unas lágrimas y lo empujé muy fuerte, tan fuerte que llegó también a empujar a Jack. –¡No la hagas sufrir más Chace! –gritó Jack muy furioso, muy. Yo me encontraba atrás de Chace con mucho miedo. Los tres estábamos solos en la cocina, Danny al escuchar nuestra conversación logró cerrar la puerta para que nadie entrara y mucho menos escucharan. –Tu no eres quién para decirme que hacer –gritó Chace empujando por el pecho a Jack cayendo así al suelo, golpeándose con el filo de un mueble de la cocina. Cuando intenté levantarlo, Chace me hizo aun lado –Ni se te ocurra tocarlo Pam, tu eres mía. –me gritó. Yo estaba demasiado asustada, no podía creer lo que estaba pasando. ¿Me estaban prohibiendo tocar a Jack? –Anda Pam, descuida –Jack me sonrió mientras se levantaba del suelo, sobandose donde se había golpeado. Chace tomó mi mano a la fuerza y me llevó a donde estaban todos, jugando verdad o reto. Nos sentamos juntos en el suelo abriéndonos espacio para poder jugar también. Jack se unió, comenzando él. Danny le preguntó –¿Verdad o reto Jack-Jack? –reí al escuchar ese apodo. –Verdad –dijo Jack sonriéndo. Yo bajé mi cabeza, aunque muy atenta a lo que le preguntaban. –Jack, ¿has visto alguna vez sin ropa o con poca a una de tus amigas? ¿o novias de tus amigos? y si es así explica como fué. –Preguntó Danny un poco ebrio. Yo estaba confiada de que no era yo a quien él había visto. –Con poca, –todos empezaron a gritar, a reírse con ansias de que contara lo que había pasado. Yo seguía con mi cabeza abajo pero atenta. –Pues me encontraba en su cuarto esperándola ya que íbamos a comer –paró de hablar, como con dudas si seguir contando o no. Yo alcé lentamente mi cabeza por que esa historia me parecía conocida, Jack me miró. –¿Qué iban a comer Jack? –preguntó uno de los que también estaban jugando.  –Pues... helado, –mi corazón empezó a latir cada vez más rápido y mi mirada estaba puesta en él, mientras ocurría todo esto Chace no quería escucharlo así que se paró a tomar una soda en la cocina. –Yo había entrado en su habitación ya que su mamá me lo había permitido, estaba sentando en el borde de su ventana, cuando escuché que la puerta de su baño se abría, ella no me vió porque estaba de espaldas a mí, además que tampoco quería que me viera porque iba a ser un momento muy incómodo. Así me quedé escondido entre las cortinas –dijo sonrojándose alcanzando su mirada hacia la mía. Ya yo sabía todo, al encontrarse nuestros ojos no pude evitarlo y bajé mi mirada. No lo podía creer, sabía que alguien estaba en mi habitación, pero sabia que no era su culpa, mi mamá aveces no piensa antes de hacer las cosas. –¿Cómo estaba Jack? –todos empezaron a reírse, yo lo miré y conectamos nuestras miradas, creo que podía darse cuenta que me estaba sonrojando. –Estaba en ropa interior, se veía tan... preciosa, su piel tan blanca y perfecta, se veía tan delicada y suave –dijo mirándome y logró guiñarme el ojo. Yo aprovechando que no estaba Chace, le sonreí.

Second ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora