Felicidad fugaz

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Sigan sin odiarme :p, vamos a lo que sigue no es tan larga pero es algo:

El dia despues Damalis escuchar toda una charla animadora de su mejor amigo, Este se armo de valor para ir con Ella al castillo, saltando los tejados fue directo a al hogar de su amada esperando que Ella estuviera esperando su llegada en los hermosos rosales de los jardines; mientras tanto en el gran salon del castillo, el consejero real le dio una lista de nombres al rey; Muy bien hecho-dijo el Rey mirando la lista-¿Estos son todos? Son muy pocos-dijo el Rey disgustado; Perdóneme alteza ya se que son muy pocos, eso es porque este reino esta muy alejado de lo que es el mundo, y digamos que no están muy cercanos esos reinos que digamos-dijo el consejero con la voz quebrada demostrando un poco de miedo al Rey; Muy bien quiero que hagas llamar uno por uno, primero los conoceré yo y luego eligire el prometido de la princesa-dijo el Rey dándole de nuevo la lista al consejero; Como usted ordene alteza-respondió el consejero tomando la lista nuevamente; En los jardines llenos de rosales se encontraba la princesa Napuru con una taza de Té esperando a que El llegara; Pasaron muchos minutos, tantos que la princesa perdió la esperanza de que El iría de nuevo, Ella estaba a punto de irse cuando de pronto escucho algo; ¡He Napuru esperame!-dijo Damalis mientras de un salto llego a esos jardines-pensaste que no vendría de nuevo ¿Quien crees que soy?-dijo El mientras se ponia enfrente de la princesa; ¡Tonto!-dijo la princesa soltando unas lagrimas, mientras iba hasta El para poder abrazarlo, El no supo que decir solamente le devolvió el abrazo; Tonto, Tonto...tonto-Eso era lo unico que decía la princesa abrazandolo; Tanto me extrañaste princesa-decía El con un toque de sarcasmo y burla en su voz pero con una mirada de tristeza, La princesa no dijo nada solo miro directo a los ojos de El, en los ojos de Ella se podia notar que aun estaba llorando y no parecia que iba a parar; El se sorprendio un poco de las lagrimas de la princesa y solamente escondió la cabeza de la princesa en su pecho y le dio palmaditas en su cabeza; Ya, ya tranquila ya estoy aqui-decía Damalis mirando al cielo con rubor en sus mejillas; Ya me siento mucho mejor-escondio la princesa frotando su mejilla en el pecho de este; Despues de eso ambos se vieron a los ojos y rieron, la princesa jalandolo llebo a Damalis directo a la mesita de té y lo sento; Perdona, ya esta frio-dijo la princesa avergonzada dandole una taza de té a este; Damalis sin decir nada se tomo todo el té que habia en la taza; Estuvo delicioso serias tan amable de servirme mas princesa Napuru-dijo El mientras le extendía la taza a Ella; La princesa sonrio alegremente y le sirvió mas; despues ambos estaban platicando de cosas que se les venían a la mente, ignorando las flores de aquel dia con la nota dentro aunque Damalis parecia feliz tenia algo que le molestaba y eso lo noto inmediatamente la princesa Napuru aunque no dijo nada; Mientras tanto El Rey estaba platicando con uno de los principes; Creo que tu serias perfecto para mi preciosa hija-decía el Rey riendo; Me alaga señor, no soy tanta cosa para su hermosa hija-decia El joven Príncipe con una mirada que parecia de psicópata; Al final de decir esto ambos hombres rieron; (Sin saber de la noticia al parecer Napuru ya tenia un prometido y tenia que olvidar todo de Damalis he incluso la carta empapada y las flores arruinadas).

Jejeje me voy lentamente.

Bajo Los Rosales A La Hora Del TéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora