Capítulo 20

26 4 1
                                    

Mis manos se aferraban a mi pequeña, las lágrimas corrían. No podía creer lo que había pasado.

Valie me había guiado a su propia muerte.

Alek me hablaba pero simplemente no podía entender lo que decía.

Sentía un zumbido en mis oídos, mi cuerpo hormigueaba, mis ojos ardían. Gritaba de dolor, de ese que es interno.

Ella había estado enferma, luchando contra su enfermedad para no hacerme daño. Y todo este tiempo había jurado que su envidia era la culpable de mis tragedias.

Observe a mi hija llorar asustada por mis gritos, le di un suave beso en su frente y la deje en brazos de su padre.

Me acerque a la orilla, pude ver su cuerpo magullado envuelto en sangre.

Alek jalaba de mi brazo hacia la salida pero yo me negaba avanzar.

Si tan solo hubiera prestado más atención, si tan solo pudiera llegar a entender mejor las circunstancias.

Me arrodille en la orilla y grite. Grite por todo lo que me dolió perderla y no saber por qué hasta ahora.

Me sentía liberada pero también sentía el dolor de su perdida, ya no era metafórico.

Valie ya no existía en este mundo y se había llevado una parte de mí. Por más que intentara justificar mis emociones, no podía.

Entre la espada y la pared.

Entre la tristeza y la felicidad.

...

Alek ajustaba sus zapatos mientras yo terminaba de vestir a la pequeña Alessa.

Hoy se cumplían dos años de su muerte. Valie nos había regalado algo aunque no lo crean, la oportunidad de vivir.

Ella en un ataque de locura podría habernos asesinado a mi hija y a mí, pero no lo hizo.

Sacrifico su vida por nosotras.

Alek y yo nos habíamos graduado, él trabajaba ahora como director del periódico local y yo trabajaba desde casa en una página web informativa.

Alessa ya tenía dos años y cinco meses con nosotros su ternura era casi imperceptible cuando se enojaba.

Me alise el vestido violeta entallado, y mire mi apariencia en el espejo. Iríamos a visitar su tumba.

A Alek le había costado entenderme, Valie no era mala persona. Solo sufría de una enfermedad, la esquizofrenia la llevo hacer cosas muy malas.

Cuando por fin lo comprendió decidió ser mi apoyo. La mano que me sujeta para caer al precipicio juntos.

Cargó a Alessa y con su mano libre me pidió la mía, estábamos juntos como familia.

Pero Valie aunque ya no estuviera, siempre seria parte de mi familia.

...

-¿Cómo van las cosas con Roland? - Pregunte a Loty mientras me arreglaba para la cena por mi aniversario con Alek.

-No se dé qué hablas - Respondió haciéndose la loca.

-Sabes muy bien de lo que hablo - Dije mirándola con picardía.

-Tessa, Roland y yo somos... No somos nada - Dijo suspirando. - A diferencia de ti que estas casada y tienes una hija hermosa, yo no tengo nada y tampoco lo quiero. Estamos bien así - Dijo calmada.

-¿Estas segura? - pregunte.

- Lo nuestro no es una historia de amor - Respondió sonriendo.

-¿Qué hay de Bastian? - Pregunte confundida.

Bastian es un primo de Brenan, desde que conoció a Loty en la boda no había dejado de intentar acercársele. Es un chico tierno y caballeroso como su primo, pero Loty siempre ha tenido otro gusto.

-Muero del aburrimiento de solo escuchar su nombre - Dijo fastidiada. - Me gusta más los chicos rebeldes y rudos.

-Como Roland. - Afirme.

-Si como Rola... ¡¡Tessa!! - Se quejó mientras yo me echaba a reír.

-Si claro, no es una historia de amor. - Dije sarcástica.

Sentimientos Enmascarados (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora