¿Qué pasa cuando todos los que amas te traicionan?
¿Qué sucede cuando todos son fariseos?
La hipocresía, el valor de la amistad y el amor y la falsa moral se adueñan del entorno de Tessa. Quien tendrá que ser fuerte ante los sentimientos enmascarado...
-La otra noche si mal no recuerdo, me dejaste botada en un PUTO HOTEL – Dijo Mel molesta.
-Pues lo siento ¿Qué querías que hiciera? Eres mi mejor amiga hace años, y de un momento a otro todo cambia – Murmuro Max molesto. – No quería perder tu amistad.
-Pues ya la jodiste idiota – Dijo Mel al borde de las lágrimas.
-No llores Mel – Dijo Max intentando llegar a ella.
-No me toques – Respondió ella mirando a Max con mucho rencor.
Llegué a su lado lo más rápido que pude, la panza cada día se hacía más pesada y el vestido no ayudaba.
-Dios Mel ven preciosa, salgamos de aquí – Dije atrapándola en mis brazos.
Caminamos juntas a la salida, no sin antes fulminar a Max por su actitud.
...
Mel se encontraba desolada, no paraba de llorar en el asiento trasero de la jeep de Alek. Seguíamos en el estacionamiento esperando a que Alek saliera del lugar.
Vi salir a Alek acompañado por Brenan con expresión molesta y Loty quien permanecía con una sonrisa entretenida con su teléfono.
Brenan se sentó en el asiento de copiloto, pues yo me encontraba atrás junto con Mel quien hace un rato se había quedado dormida.
Loty se quedó fuera del auto.
-Hey que esperas para subir – Dije desde la ventanilla.
-Eh... Vendrán por mí, no te preocupes – Dijo sonriéndome pícaramente.
-Tengo el presentimiento de saber de quién se trata – Murmure devolviéndole la sonrisa.
-Y estas muy clara – Respondió.
El camino era largo, el lugar donde se celebró la presentación era alejado de la cuidad.
Mis parpados se sentían pesados, en cualquier momento me quedaría rendida en los brazos de Morfeo.
Sentí como el auto dejo de andar, la puerta junto a mí se abrió y por ella entro Alek envolviéndome entre sus brazos.
Alek
Conducía por las calles de Londres, impresionando por la vida de mis amigos. Estaba tan sumergido en tessa y uvita, que no me di cuenta de cómo ellos la estaban pasando.
Mel se había enamorado de Max entregándose a él, sin importar nada más, quedando herida por la confusión que el susodicho tenia respecto a su relación.
Max obviamente se sentía atraído hacia Mel, pero no estaba dispuesto a perder su amistad. Estaba entre la espada y la pared.
Brenan intentaba por todos los medios captar la atención de Heidy, pero esta a su vez intentaba tomar la de Jack.
Observe a Mel sumida en sueños con las mejillas rojas y los ojos hinchados, Brenan sumido en pensamientos que sabrá Dios donde se encontraba la chica que predominaba su conciencia. Mire por el espejo retrovisor a mi chica quien pestañaba constantemente advirtiendo el agotamiento que en ella habitaba.
Pare el auto en la acera de algún sitio de la cuidad, baje del auto y entre a la parte trasera envolviendo a Tessa entre mis brazos, dejándola dormir en mi pecho.
-Conduce tu Brenan – Dije mientras él me miraba confundido.
...
Le pedí a Brenan que nos dejara en casa y se llevara la jeep, Tessa necesitaba descansar y que mejor lugar que nuestra casa.
Aún tenía que planear como pedirle que se mudara conmigo, pero más claro no canta un gallo.
Había comprado esta casa cuando Tessa apenas tenía cinco meses de embarazo, papá me había ayudado a remodelarla y tenerla lista para ella.
Cuando me fije que en su apartamento solo había una habitación, por ello arme una completa aquí. La mantenía con llave para asegurarme de que Tessa no la viera antes de tiempo, puesto que había mandado a colocar en letras grandes el nombre de uvita como sorpresa.
Sirenita dormía plácidamente sobre la cama mientras yo la observaba y dibujaba a placer.
...
Los días habían pasado Mel seguía sin dirigirle la palabra a Max, y el intentaba por todos los medios hacerla hablar.
Conducía rumbo al lugar donde Tessa y yo nos unimos en el pasado.
Le entregue unos videojuegos infantiles, que con suerte la mantendría distraída hasta llegar.
Pare el auto justo en el mismo lugar, baje de él siendo consciente de que ella aún no se percataba por intentar matar al objetivo en el videojuego.
Abrí su puerta y quite el aparato de sus manos.
-Hey – Se quejó, posando por primera vez su mirada en mí desde que iniciamos el viaje.
-Llegamos – Dije ofreciéndole mi mano.
Bajo del auto hipnotizada por el paisaje que tiempo atrás fue testigo de mi declaración.
Me miro con sus ojos a punto de soltar lágrimas.
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Tome su mano y la guie al punto justo donde pude decir que era mía por primera vez.
-Tessa, sé que hemos pasado por mucho y que mi desconfianza rompió de cierta manera nuestra relación. Pero quiero que sepas que sin ti no sé quién soy, no tiene sentido caer al precipicio si no es contigo – Mire la lagrima correr por su mejilla.
- ¿Me darías el honor de ser tu...
-Shhh, no necesitas pedir lo que ya tienes – Me interrumpió sonriendo.
Sonreí con ternura, ella ya se lo esperaba. Pero no era exactamente eso lo que tenía planeado.
-¿Entonces nos casaremos en cuanto uvita nazca? ¿Te parece? – Pregunte con normalidad.
Me miro en shock, eso sí que no se lo esperaba. Me arrodille ante ella, pose la cajita de terciopelo rojo frente a ella, lo abrí y la mire.
-¿Quieres ser mi esposa? – Pregunte.
Camino hasta el asiento de copiloto y se sentó sobre el con la puerta abierta, mirando al horizonte. Dejándome en completa agonía.
No sabía lo que sucedía ella no parecía reaccionar.
Me acerque a ella con la cajita aun en mi mano, la contemple perdida entre pensamientos.
-¿Qué sucede? ¿No quieres casarte conmigo? – Pregunte en un susurro roto.
Ella me miro, y rompió a llorar colocando sus manos en su rostro.
-POR SUPUESTO QUE SI QUIERO – Grito ella emocionada. – ¿COMO SE TE OCURRE PEDIRLO ASI? CASI TENEMOS A UVITA ALLÍ MISMO – Dijo entrecortada por las lágrimas.
