Capítulo 14

34 4 0
                                    


Me sentía cansada uvita había estado muy inquieta, faltaba poco para que estuviera con nosotros.

Mis pies estaban hinchados, intentaba hacer las cosas por yo misma, pero Alek terminaba haciéndolo todo.

La universidad me había dado la oportunidad de estudiar desde casa, Alek se encargaba de explicarme a la perfección los temas tratados.

-Te tengo una noticia sirenita – Dijo un muy feliz Alek entrando a la habitación, con un bote de helado. – Tengo un empleo.

-Enserio? – Pregunte.

-Si, un periódico local nuevo me ha llamado después de enviar mi currículo el otro día – Dijo sonriendo.

-¿Y la universidad? – Pregunte de regreso mientras comía de mi helada.

-Tranquila, solo trabajare medio turno en la tarde.

-Felicidades amor, es una gran oportunidad en el campo.

...

Valie

No podía, simplemente no podía vivir contemplando su existencia.

Escuchaba los susurros en mi mente indicándome que debía hacer algo, acabar con su felicidad, destruir su vida.

Debía hacer algo que la dejara destruida.

Alek estaba hipnotizado por ella, se desvelaba complaciéndola.

Los vigilaba constantemente asegurándome de cada detalle para dar la estocada final, en ocasiones llegaba a sentir deseos de abrazarla y en otras de ahorcarla.

No sabía porque me atormentaban tanto las voces, pedían a cambio de mi tranquilidad que acabara con la de ella.

No sabía que sucedía hace mucho que perdí la razón.

Pero estaba claro que este mundo no estaba echo para las dos, una tenía que vivir y la otra dejaría de existir.

Observe como caminaba sonriendo y charlando con sus amigas, su asquerosa sonrisa me perturbaba. Como podía estar tan feliz mientras mi vida era un infierno.

De pequeña creía que las voces eran mis amigas, pero un día dejaron de ser condescendientes. Empezaron a ser agresivas, insinuaban cosas sin sentido y pedían que cumpliera sus deseos.

Mi mirada se posó en su vientre abultado, deseaba tocarlo, poder sentir sus movimientos, acariciarlo.

Si alguna vez había querido tanto algo, era eso.

Pero la voces exigían desgarrarlo y destruir todo lo que en el habitaba.

Connor

Caminaba despacio y relajado, Valie observaba en la lejanía a Tessa junto a sus amigas.

La víbora planeaba algo, pero yo también lo hacía. Le advertí que pagaría y así seria.

No dejaría que se aprovechar, me había tomado el pelo.

Me acerque al tiempo que Tessa y sus amigas se alejaban, antes de que Daniela pudiera seguirlas él tome del brazo.

-Pero mira lo que tenemos aquí – Dije apretando el agarre.

-Suéltame – Dijo ella intentado soltarse de mi agarre.

-No tu y yo tenemos algo pendiente – Dije apretando la mandíbula.

-No tenemos nada pendiente, nuestro trato ya fue cumplido – Dijo nerviosa.

-Oh claro que si Valie, tú me prometiste que Tessa volvería pero mira qué casualidad – Dije con ironía. – Es la misma que anda paseándose con una enorme barriga de embarazada.

-Yo no tengo la culpa que la muy zorra, este en cinta – Dijo sonriendo. – Fuiste muy lento, te di la oportunidad y la desaprovechaste. Además yo prometí separarlos y lo cumplí. Pero te tardaste en actuar.

-Me las vas a pagar no vas a jo... - Su rodilla impacto en mi zona sensible, y me empujo al suelto.

La vi correr lejos perdiéndose entre la gente, la perra había ahora me debía otra cosa.

Tenía que planearlo mejor, tomarla por sorpresa en un lugar donde no pudiera correr.

...

Alek

Eran las cuatro de la madrugada, tessa se encontraba inquieta. Decía que uvita no dejaba de moverse, y que un leve dolor estaba presente.

Me levante preocupado y tome las cosas que había comprado, las guarde en la parte trasera del jeep.

Subí y busque la maleta de tessa, la acomode junto a las cosas de uvita.

Lo sabía nacería mi pequeña y debía estar preparado.

Tessa se encontraba sentada en la cama acariciando su barriga con una mueca de dolor, el tiempo era justo. Sirenita debía llegar al hospital rápido.

Tome un una camiseta y un pantalón deportivo suelto, llegue hasta su lado. Como pude la vestí y ayude a bajar al auto.

Conduje con calma no quería que pasara algo más que pudiera lastimarla.

Tessa empezaba a sudar y a quejarse constantemente y aunque intentaba mantenerla con calma cada segundo iba empeorando.

El camino era largo, la casa no se encontraba cerca del hospital. No había previsto eso y me lamentaba internamente.

La incite a seguir el truco de la respiración, pero tessa comenzaba a batir sus parpados como si estuviera a punto de dormirse.

Mi pulso estaba a mil, los nervios me torturaban. La miraba de reojo y la hablaba de cualquier cosa para mantenerla consiente pero ella no respondía a nada.

Acelere en cuando tessa cerro sus ojos, la llamaba pero no contestaba. Parecía estar dormida, pero sabía que estaba muy mal.

Cuando por fin llegue al hospital los chicos estaban esperándonos en la entrada junto con unos enfermeros y una camilla.

No entendía porque se encontraban ellos aquí, yo no los había llamado. Estaba tan desesperado que ni siquiera pensé en ellos.

-Tessa le envió un texto a Loty y ella nos avisó a los demás – Dijo Max con el rostro lleno de preocupación.

-Mel conoce a alguien y lo convenció de tener la camilla en la entrada – Dijo Loty

Tome la mano de tessa y seguí a los enfermeros que la llevaban.

-No puede pasar desde aquí, lo sentimos será informado por el doctor – Dijo uno de ellos impidiéndome el paso.

Me sentía inútil, había prometido que caeríamos juntos al precipicio. Pero nuestras manos ya no estaban entrelazadas, el miedo se apodero de mí.

Me apegue a la pared y me deje caer, las lágrimas empezaron a correr. Tessa no estaba consciente y yo que si lo estaba deseaba no tenerla porque no podía aguantar la desesperación.

Me sentía perdido, tanto que apenas y me fije que todos estaban en pijama. Incluso Jack estaba aquí.

Pasaban los minutos y yo cada vez sentía que me iba perdiendo, necesitaba tener a tessa conmigo y anhelaba conocer a nuestra pequeña.

Sentimientos Enmascarados (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora