Nada puede salirme bien

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  Con los nervios de punta tome asiento para intentar calmarme un poco, no pude relajarme por completo, ya que a los pocos segundos se escucharon unos fuertes golpes en la puerta del apartamento de mi amiga.

 -Yo Voy – Dijo ella.

 -No, espera, es mi madre siento que debo ser yo quien la reciba– propuse.

Me levante de asiento y me dirigí hacia la entrada, al abrir la puerta quede algo impactada al ver el rostro de mi madre, la expresión impresa en su cara era nueva para mí, se notaba que estaba más que furiosa.

 -Hola mamá  ¿Qué sucede? –pregunte tratando de aparentar una actitud calmada. 

- Ve al auto – Respondió ella secamente. 

Sin decir una sola palabra baje las escaleras hasta salir de la residencia, el auto de mi madre estaba en la entrada así que ingrese en él, tal y como ella había pedido.

 -¿Qué es lo que pasa? - Pregunte 

- No te hagas la inocente, estas en graves problemas - contesto ella mientras aceleraba el auto.

 - ¿Por qué estoy en problemas? ¿Qué se supone que he hecho?- Cuestione

 - Tú sabes lo que has hecho Leslie y déjame decirte que no se quedara así, tendrás un buen castigo - Contesto ella mientras yo me quedaba callada y comenzaba a torturarme con mis pensamientos.

 "¿Se habrá enterado?"- Todo había sido rápido la cita no duro más de 2 horas. "¿Cómo fue que se enteró?""Alice no pudo haberme delatado, es mi mejor amiga"

 Finalmente llegamos a casa y mi madre no había dicho ni una sola palabra en todo el trayecto. Cruce la puerta y cuando tuve intensiones de dirigirme hacia mi habitación ella me detuvo.

 - ¿A dónde crees que vas? -pregunto ella -Regresa y siéntate -ordeno mientras señalaba el sofá del living. 

 En silencio obedecí sus órdenes y me senté, sabía que lo peor estaba por venir, aunque era la primera vez que miraba a mi madre tan enojada, sabía lo que vendría en los segundos siguientes. 

-¿Dónde estuviste durante la tarde? - pregunto ella comenzando el interrogatorio.

 -En casa de Alice – conteste.

 -No te atrevas a mentirme Leslie, ¿Dónde estuviste durante la tarde? -pregunto nuevamente.

 No sabía qué hacer, decir la verdad, ocultarlo todo ¿Qué imagen tendría mi madre de mi si confesaba la verdad? Aunque verdaderamente no había nada que confesar, era evidente que ella lo sabía todo.

 -Estuve en casa de Alice - decidí mentir, aunque no fuera propio de mi. 

Mi madre tomo su cartera y saco su teléfono celular lo coloco frente de mí y me mostró una fotografía la cual me dejo sin aliento. 

- ¿Entonces qué es esto?- pregunto ella mientras me mostraba una fotografía mía junto a Matthew en la heladería

 -¿Quién es él?- pregunto. 

-No es nadie importante, solo estábamos comiendo helado- conteste.

 -¿Yo te di permiso de comer helado? ¿Acaso lo consultaste? - cuestiono mi madre al borde del colapso - No sé quién es ese chico y no me gusta para nada, yo te permití ir a la casa de Alice y tu simplemente te escapas, pero como te dije no se quedara así ahora mismo dame tu celular.

 -Solo estaba comiendo helado- repetí- ¿Por qué nunca confías en mí? nunca me dejas salir con mis compañeros – replique. 

 -¿Cómo confió en ti? te permito ir a un lugar y te vas a otro, ya dame tu celular – ordeno. 

Saque el aparato de mi bolsillo y después de entregárselo me retire a mi habitación. 

-Nada puede salirme bien- me queje en voz alta mientras azotaba la puerta. 

Busque mi laptop para contarle a Alice lo que sucedía pero de imprevisto entro mi madre en mi habitación. 

-Entrégala - pidió ella.

 -¿cómo haré mis tareas? – pregunte.

 -Tienes libros suficientes para tus tareas – respondió sin más. 

Mi madre me dejo sin nada, de pronto me sentí aislada del mundo y sin saber que hacer, Todos mis libros ya los he leído mas de 3 veces, no hay nada que pueda distraerme,  Decidí dormir pues así el tiempo transcurriría más rápido o al menos eso creo. Cerré los ojos y lo último que pensé fue en decirle a Alice todo lo que había sucedido y en como haría para recuperar la confianza de mi madre, siempre hemos sido muy unidas y no quiero que eso cambie 



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