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—Espero que todo salga bien —suspira Liam mirando a su taza de café—. Tengo ganas de que el peque vuelva con nosotros.

—Yo también lo espero —contesto, sentada delante de él en la cafetería del hotel.

—Bueno, si no funciona siempre tenemos el plan B —se encoge de hombros—. Siempre quedará la tal Janelle.

Noto un pinchazo en el pecho cuando menciona a Janelle. Sé que no lo ha hecho con maldad, Liam no tiene ni idea de quién es Janelle ni de todo lo que hizo, aunque ayer Alice le hiciera un resumen. No sabe hasta qué punto fue una hija de perra conmigo y con Als, todos los insultos, todas las veces que ligaba con Louis delante de mí porque ella sabía que él me gustaba. Incluso una vez se lo dijo a Louis para reírse de mí, pero él no la creyó. Louis no le hacía ni caso, y dudo que ahora tampoco se lo haga, pero me pone nerviosa que vaya a ir a cenar con Janelle. Eso también me hace sentir estúpida porque Louis nunca se ha fijado ni se fijará en mí, pero vuelve a mi cabeza ese beso y mi mente da mil vueltas. No entiendo nada.

Un par de horas más tarde Alice, Louis y Nate entran en la cafetería. Liam y yo hemos dejado de hablar hace ya un rato y nos hemos dedicado a mirar el móvil por puro aburrimiento, así que cuando llegan nos levantamos de las sillas, curiosos por saber qué ha pasado y ansiosos por levantarnos de una vez.

No traen noticias buenas, como era de esperar. Su padre no va a cederles la custodia de Noah, aunque les ha dicho que vuelvan mañana. Espero que se lo replantee, Noah se ha convertido en una parte muy importante de la vida de todos, y queremos que esté bien.

En ese momento suena el móvil de Louis, y cuando mira a la pantalla frunce el ceño y se disculpa con nosotros para salir a la calle, diciendo que es importante. Me pica la curiosidad saber quién es, quizás sea alguien del trabajo. Alice me comentó que está trabajando como productor musical, lo que estudió, y no le va nada mal.

—Bueno, entonces habrá que esperar a mañana —dice Liam, y luego se dirige a Alice—. ¿Volvemos al hotel?

—Sí, estoy hecha polvo —contesta ella, y cuando va a decirme algo, entra Louis sonriendo como si hubiera ganado un premio. Se sienta en una de las sillas de la mesa donde estamos, y deja el móvil encima de ésta.

—Acaba de llamarme Janelle —explica, y mi ceño se frunce de forma casi involuntaria—. Ha accedido a contarme la historia de su madre con Ian, he quedado con ella para cenar esta noche. Quizás tengamos otra oportunidad para convencer a Ian.

Suspiro, intentando no hacerlo demasiado fuerte para que no se note lo frustrada que me siento ahora mismo. A Alice tampoco le hace ninguna gracia, lo lleva escrito en la cara, pero ambas sabemos que es probablemente nuestra única oportunidad para poder recuperar a Noah.

—Bueno, supongo que es lo mejor —dice Als, y todos asentimos.

—Ya sabes Lou —le dice su hermano, imitando la voz chillona de Janelle cuando dice "Lou"—, saca todo tu sex appeal.

Y no quiero que duela, pero lo hace.

— o —

Estoy sentada en la cama de la habitación de Alice y Liam, jugando a cartas con ella mientras él trabaja en nuevos diseños de tatuajes en el escritorio, cuando alguien llama a la puerta.

Alice suspira y se levanta para ir a abrir, encontrándose a Nate al otro lado.

—¿Qué quieres? —le pregunta su hermana—. Ya nos hemos visto suficiente por hoy, vete.

—Qué simpática eres —contesta él, sonriéndo sarcásticamente—. Venga, poneros el abrigo que nos vamos a espiar a Louis y a Janelle.

Pues eso no suena tan mal.

Esperando a Louis [Saga Smeed 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora