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Caminaba por los pasillos de la escuela, sin preocuparse mucho por lo que sucedía a su alrededor, después de todo, solo era un día normal, en su escuela normal, un día totalmente rutinaria y sobretodo, ABURRIDO, sin embargo en su interior había algo que no era igual, había... un pensamiento que asaltaba su mente cada vez que ella menos lo esperaba, un pensamiento que ya era parte de ella, que no podía dejar a un lado, no podía olvidarlo, pues siempre había una manera de que la mente evocara eso, algo que, por mas que odiara aceptarlo, era lo que la hacia levantarse cada dia de la cama, lo que la impulsaba a seguir, lo que hacia que tuviera una razón para vivir, era aquello a lo que mas temia y deseaba en la vida.

A la vuelta del pasillo se detuvo en su locker, lo abrió y empezó a guardar y sacar cosas de el, como lo haría normalmente, pero dentro de este paquete rutinario había un libro que no encajaba, un libro en el que nadie repararía en ver. En cuanto cerro su locker se dio vuelta a la izquierda para dirigirse a su salón, pero, como todo en esta vida, no salió como ella esperaba, no solía relacionarse con mucha gente, se limitaba a su grupo de amigas, así que no conocía a nadie, excepto a el, el chico estaba ahí, justo en frente de ella, no podía moverse, se quedo paralizada, sin habla, esos segundos parecieron interminables, verlo ahí, tan natural, solo reacciono cuando se percato de que el chico estaba empezando a voltear la mirada hacia ella, únicamente disimulo, se dio media vuelta y se fue, pensando en si realmente la había visto a ella o solo se había volteado a buscar a otra chica –Eso debe ser- dijo para si misma -el nunca se fijaría en alguien como yo, ni aunque su vida dependiera de ello- ella estaba mas que segura de eso, pero mientras lo decía, sentía como algo se rompía en su interior, un dolor que seria imposible de explicar, sintió que todo lo que había hecho se venia abajo, que todo carecía de sentido, sin embargo no perdía la esperanza, ella sabia que algún día tendrá que reparar en ella, y ella estaría lista para ese momento, pero, no pasaba de eso, un sueño, lo que no sabia era que no podía estar mas lejos de la realidad...

Entro al salón de clases en silencio, la clase ya había comenzado y aunque el profesor la llamo varias veces ella no se molesto no siquiera en voltear a verlo solo tomo asiento y empezó a sacar sus libretas, entonces el profesor dio un golpe sobre la mesa de la chica.-Espero, señorita- dijo el profesor- que tenga una muy buena razón para llegar tarde a clase-.

-Claro- dijo la chica- tan buena como la que tuvo su esposa para dejarlo-

-¡Basta!-grito el profesor irritado- no soportare esta clase de insubordinación- todo el grupo se estaba riendo a causa de le excusa de la chica-¡Y ustedes!- dijo volteando al resto del salón-si no se callan en este mismo momento, yo personalmente me encargare de que los expulsen a todos- eso basto para el grupo, que se callo inmediatamente-Ahora abran su libro en la pagina 113 y copien todos los ejercicios.

La chica tomo tanto el libro como la libreta, coloco la libreta sobre la mesa de la banca y paro el libro de manera que cubriera toda la vista, entonces y solo entonces tomo el pequeño libro que se veía tan fuera de lugar en su locker, lo abrió en una hoja en blanco y empezó a escribir cosas que solo dios sabe que son.

Las clases parecieron pasar en pocos segundos, muy pocos, el primer bloque solo consistía en tres clases de 45 min cada una antes de permitir a los alumnos salir de sus aulas, este era el momento que la chica había estado esperando, ella se juntaba con sus amigas normalmente, hablaban de "cosas de chicas"(no quiero ni imaginar lo que dirían), las ultimas novedades y chicos guapos, sin embargo ella tenia un plan totalmente diferente para ese día, ella tendría su propia forma de pasar el receso. Ese día el chico tendría su primer entrenamiento de futbol, si, el chico que había visto en la mañana antes del inicio de clases había sido convocado para formal parte del equipo representativo de la escuela, para el cual el entrenamiento duraría dos horas, del inicio de la tercera clase del primer bloque al fin de la primera clase del segundo. Y bueno, tener un chico-atleta como pareja no estaría nada mal ¿No? El entrenamiento del chico tendría lugar en las canchas y ella por nada el mundo iba a perdérselo. Ni siquiera lo conocía, bueno formalmente, o tal vez solo el no la conocía, pero sin pensar en eso la chica sentía algo demasiado profundo por el, algo que hacia que ella se perdiera totalmente en el.

Cuando llego a las canchas, como era de esperarse, lo primero que noto fueron las porristas y era imposible no notarlas, sus gritos chillones se escuchaban prácticamente por toda la escuela, como las envidiaba, podían conseguirse a cualquier chico de la preparatoria, conseguir lo que quisieran de el y nunca repararían en que son unas idiotas superficiales, para ella el ser porrista nunca había estado dentro de sus planes, ella las consideraba una manada de cabras locas dentro de la preparatoria, ella nunca había entendido como conseguían todo solo con su "belleza", pero si solo el ser porrista la ponía un paso mas cerca del chico, estaba dispuesta a sacrificarlo todo, a formar parte de ..., aun no encontraba la palabra perfecta para llenar ese lugar, pero lo haría, de eso no había duda.

Ahhh, la ironía de la vida, piensas que estarás perfectamente tu sola/o, y es justamente cuando aparece esa persona que echa todo abajo, ni siquiera sabes tan solo su nombre, pero sabes que tienes que estar con el/ella, ese sentimiento, que no puedes controlar, de querer acercarte , pero no sabes como, ese miedo, de que la respuesta sea el rechazo sin mas, y cuando al fin logras vencer ese miedo y hablar con el/ella, te encuentras con esa barrera que te separa de esa persona y que por mas que lo intentes nunca podrán ser mas que eso, amigos, porque mientras mas te acercas, cada vez te alejas mas y mas, la persona que crees que estas conociendo la desconoces y llega a ser un extraño, pero eso no importa, porque no sabe lo que sientes por el/ella, ese lazo de indiferencia con el que te trata o cuando ya has logrado avanzar y las heridas no te dejan dar el siguiente paso es como una bofetada, un golpe que te regresa a la realidad, que te deja sin aliento y que ese "nosotros" que imaginaste fue solo un sueño.

Esa era su historia, tan lejos de aquel chico que ni siquiera sabia que ella existía, lo único que podía hacer era observar sus ojos, esos ojos cafés con una mirada tan profunda pero dulce incapaz de resistir cualquier criatura viviente, su voz, suave, tersa y seductora, que podría escuchar miles de veces sin cansarse, su cabello, negro perfecto, moviéndose al viento como si se tratara de la seda mas fina descubierta por el hombre y..., se detenía antes de pensar mas en el, antes de perderse totalmente y justo cuando se levanta a acercarse mas logra ver a las porristas señalándola y secreteándose, no hace falta que las escuche para saber que están hablando de ella, de que se han dado cuenta de que estaba soñando despierta, como las odiaba, eran unas chismosas, con su típica pose para mostrar su "figura perfecta", no eran mas que unas...

-¡Hey, tonta!- se escucha el grito de una porrista- el nunca le haría caso a una pobretona malacara como tu- y todas las porristas se empiezan a reír, ella de sobra sabia quien era, era Mary, la líder de las porristas, hija de un empresario y dueño de la escuela, y siempre seguida por su fiel perro, Melanie, era perfecta, por lo cual siempre la había odiado, era todo lo que un chico desearía (y ya saben a que me refiero con ¡¡¡TODO!!!), y ella siempre la había tomado como una competencia, tenia detrás de ella a mas de la mitad de la preparatoria, pero el chico no parecía fijarse en ella y le dejo de tomar importancia, pero al parecer, estaría muy cerca del chico, demasiado para su gusto, volvería a ser su enemiga muerte.

-¡¡Hey!!- grito Mary pero ella no le dio importancia, giro sobre sus talones y se fue a buscar a sus amigas, preguntándose como rayos existen las personas como Mary, locas como nadie, aunque lo que ella tenia en mente no era la cosa mas cuerda del mundo, y necesitaría a sus amigas para lo que pensaba hacer.

Amor sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora