III

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Al día siguiente, Martha esta esperando en la entrada de la escuela a sus amigas, estaba impaciente, pero en vez de ellas, el que llega es Mark...

-¡Marthaaaaaaa!- la saluda Mark con un grito de "emoción" más fingido que...

-Ahhh, Mark, ya vas a empezar...-

-No, nada de eso, pero se ve que que los celos te están matando, ¿de quien estas celosa?, o... mas bien ¿Por quien?... Ethan-

-Hash, hasta crees que de el-

-Aja claro- dice Mark empezando con un tono irónico y de burla- porque el es mío eeehh- tenia una ligera tendencia de decir que los chicos que les gustaban a sus amigas eran suyas de hecho...- todos son míos- exclamó, siempre terminaba con eso, en broma claro.

-Eyeyey, tu... tienes novia ¿no?-

-Emmmm, si, pero aun así, el es mío-

-Quédatelo entonces-

En ese momento llegaron Julie y Jeannette, con dos maletas, una grande y otra más pequeña.

-¿Trajeron todo chicas?- pregunto Martha.

-Obviamente- dijo Jeannette

-Pero-replico Julie-Los polvos... me dieron un pinche trabajo conseguirlos-

-Esperen-interrumpió Mark- ¿Cuáles polvos?.. ¿Pica pica?... ¡Yo quiero unos!-

-Shhhhhh- lo callo Jeannette- Callate Mark-

-Oooooh, yo nada mas decía- responde hablando cantado.

-Esta bien chicas- Dice Martha- vamos-

Se van rápido y dejan a Mark con las palabras en la boca, -Bueno..., esto no me lo pierdo..., iré por Ethan- y dicho esto se va corriendo por los pasillos.

-¡Ethaaaaaan!- grita Mark al verlo- Ven acá, a-h-o-r-a-.

-Joder, hermano- le dice Ethan,- ahora que quieres-

-Las chicas si lo van a hacer-

-¿Hacer que?-

-Lo de Mary, consiguieron polvos picapica, y no me quisieron dar, y toda la cosa-

-Joder, ¿Y cuando va a ser eso?- dice Ethan mostrando cierto asombro y emoción.

-No tengo ni...- paso un profesor al lado en ese momento-... idea- Mark suspira de alivio al ver como se aleja-

-Ay que ir con ellas-apenas Ethan termino de decir eso salió corriendo.

-¡Pero espérame!- grita Mark corriendo tras el.

Mientras tanto las chicas estaban frente a los lockers del grupo de Mary, irónicamente, en ese grupo también estaba el chico de futbol, el chico de Martha, el ambiente estaba frio, o tal vez solo para ella, no dejaba de sentir cierta culpa por lo que iba a hacer, el pasillo estaba desierto, a lo largo de este se veían varias filas de lockers grises a los costados, el piso estaba limpio por ser la mañana, apenas había huellas, se podían ver claramente los detalles del piso, los cuales Martha empezó a examinar. Se detuvo en la puerta, las clases ya habían comenzado, y ellas se volarían el primer bloque, el chico estaba en su banca, con sus amigos alrededor, se estaban riendo todos, quien sabe que babosada habrían dicho, pero el chico se estaba riendo, Martha se perdió en su sonrisa, sus dientes, blancos como las perlas, y sus labios, como le gustaba su sonrisa su boca, como le gustaría estar a solas con el, y perderse en sus labios, en medio de un beso que..., algo la saco de sus pensamientos... algo...Martha... la estaba llamando...

-Martha- le llamo Jeannette y la jalo del hombro hacia los lockers- ¿Quieres que nos descubran?-

-¿Qué Jean?-

-Concéntrate Martha- la reprendió Julie-

-Si, si, a ver, ¿Cómo va a funcionar esto?-

-Primero, tenemos que abrir su locker, que es este- dijo Julie haciéndose la sabelotodo- conseguí su combinación ayer cuando vino a guardar unas cosas al locker-

-¿Estas segura que es este, Julie?- Pregunto Martha, mas le valía que no se equivocara.

-Mas que segura, ahorita todos los lockers están vacios, este grupo siempre saca todas sus cosas en el primer bloque porque no saben ni que les va a tocar, para el segundo bloque, ellos guardan las cosas que no necesitaran, lo cual nos garantiza que abrirá el locker y... ¡BOOM!-

-Si, si, como sea, empecemos ya- Dijo Jeannette cansada de la explicación de Julie.

Se pasaron las dos primeras clases y la primera mitad de la tercera armando la trampa para Mary, y es que mientras la armaban se la pasaban hablando sobre cosas de chicas, dentro del locker todo era una telaraña de hilos en el centro una bolsa con la abertura cerrada por unos hilos hacia afuera, 6 hilos que salían del locker hacia arriba, hacia el espacio que quedaba entre los lockers y el techo, ahí había dos cubetas cada una tenia tres hilos, que apenas se notaban, todo dentro del locker estaba a máxima tensión, como el ambiente para las chicas, excepto Julie, ella estaba mas que emocionada por ver a su obra maestra en acción.

Cuando por fin terminaron se fueron al baño donde Julie les explico todo.

-Bueno-comenzó Julie- Dentro del locker esta el polvo picapica, en cuanto abra su locker, explotara y la llenara de polvos picapica...¡BOOM!...-cada vez se podía notar mas su euforia y emoción, luego, encima están las dos cubetas, normalmente estarían las cubetas de emergencia ahí, así que no las verán raro, después de que exploten, caerá la primera cubeta, llena de slime, o algo así, no se que es pero parece moco, y yo le agregue un poco mas de color...-

-¿Como cuanto mas?- Pregunto Jeannette

-No mucho- Julie saca una botella de litro y medio- usé como 9 de estas cosas, todo superconcentrado-.

Martha solo se hacia pequeña mas y mas conforme escuchaba a Julie

-Eso le caerá primero, inmediatamente después caerá la segunda, esa cubeta, no tengo la menor idea de que tendrá, pero la saque de la cafetería, así que... no debe ser nada bueno.-

-Me imagino- Dice Martha, ya no tan ansiosa como antes, la odiaba, pero eso era demasiado.

Suena el timbre, y ellas escuchan como todos salen de los salones, Martha y sus amigas salen del baño disimulando y se encaminan al salón de Mary por el camino largo, cuando están a la vuelta Martha se adelanta, y ve al chico abriendo el locker de la trampa, -ay no- pensó, iba a gritarle que no lo hiciera, pero eso implicaba delatar todo el plan, y a sus amigas, "amigas sobre chicos", ese era su lema, pero... tenia que hacer algo, en eso escucha un grito, poco después el sonido de cubetas cayéndose y gritos y risas de mas gente, era demasiado tarde, la trampa había funcionado, pudo ver la cara de emoción de Julie, pero Martha solo quería desaparecer, no podía creer lo que había hecho, no podía creer a quien se lo había hecho.

Amor sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora