El Otro Lado De La Vida

Capítulo 3: Un poquito de amor

En la escuela todo iba de mal a peor, sí, tenía una gran familia, y las mejores amigas del mundo, pero no lo tenia todo. No tenía amor. Cariño, amistad y confianza si, pero ni una sola pizca de amor. Todas en mi clase ya habían tendió novio, su primer beso, o cuando mucho habian estado cerca ,pero a mi ninguna de esas. Leonardo, ese era su nombre(todos le decían Leo); para él yo no existo, ni siquiera e tenido una conversación con él. Esta al lado de mi en la clase de Química, la verdad no se si es algo bueno o malo. Si, lo puedo admirar desde un buen punto y todo pero, si cometo alguna estupidez o hago algo extraño, pensará lo peor de mi. La verdad no se si le caigo bien, hay veces que veo que me está observando, e incluso hemos cruzado miradas; pero solo eso, ni una palabra, pero para mi una mirada dice mil palabras.

Mi mayor deseo seria que mi primer novio fuera él . Todo empezó el primer día de clases de 5to de primaria. Nunca me había llamado la atención algún niño, a mi me daba igual; pero él, él, era especial. Ya estábamos adentro del salón, después él entró; recuerdo que nos volteamos a ver, yo estaba en la fila hasta el final. Se quedó parado al lado de mi escritorio, no había más asientos disponibles. Todas las niñas del salón estaban babeando (literalmente), una de ellas reaccionó y le ofreció su lugar, la niña estaba sentada hasta el otro lado del salón, así que ahí se fue mi oportunidad de hablarle.

Volviendo al presente, la primera clase de química, nos asignaron nuestros lugares,desfortunadamente, me tocó al lado de él. Todas las niñas hubieran deseado tenerlo a su lado, excepto yo. Me ponía super nerviosa cada vez que me tocaba química. El trataba de sacarme platica, pero yo (gracias a los nervios) no lo permitía.

Así fue cada viernes de ese año, lo mismo, solo miradas, nada de platica. De lo único que hablábamos era de la escuela, y la conversación duraba menos de 1 minuto; desearía haber podido hacer lo que todos me decían, "Hablale, ¿Cómo piensas gustarle si ni siquiera le hablas?", todos me decían lo mismo, y desearía haberlo hecho.

*****************

Justamente, era jueves cuando me pasó lo mejor de la vida; el me habló. La mayoría de las veces Leo llega más temprano que yo a la escuela, pero esta vez llegamos al mismo tiempo. Cuando lo vi, decidí que era hora, me armé de valor y le hable.
-"Hola"-
-"Hola Marcia"-
-"Oye, viniste a la fiesta del viernes no te vi"-
-"Llegué tarde; ¿me perdí de mucho?"-
-" No, la verdad no."-

Podía sentir como me sonrojaba y como salia una sonrisa de mi cara cada vez que hablaba. Caminamos juntos hasta el salón, sin parar de platicar; nos reímos mucho. Me contó todo lo que le gustaba hacer y todo sobre él. Pero, lo que menos me esperaba ocurrió.
-"Oye Marcia, ¿Vas a hacer algo el sábado en la tarde?"-

Pude sentir como me sonrojaba cada vez más y más.

-" No, ¿Por?-"
-"Es que ese día tengo partido y me gustaría que fueras, también invite a otros amigos; ¿Qué dices?-"

-"Si, por supuesto, ¡que más desearía yo! Nos vemos el sábado-"
-"Ok, nos vemos en Química"-

Me sentí la niña más afortunada del mundo, nada borrará esta sonrisa de mi cara, me decía a mi misma. Me hubiera gustado que ese día llegará. Pero nunca llegó. Ya era viernes, solamente un día para el partido; cuando de repente llegó Antonio.

-"Leonardo me dijo que te dijera que el partido se canceló-"
-"¿Por qué?"-
-"Porque......el entrenador se sintió mal y .......mmm.....no podemos competir sin él-"
-"Oh, esta bien, no importa-"

Después se fue.
El sábado decidí ir a las canchas de tenis a practicar y desquitarme un poco, cuando vi lo inesperado. En la cancha de basketball había un partido, y el equipo de Leo jugando en él. Todos sus amigos estaban ahi, sus amigas, y su familia, todos excepto yo. Corrí a casa en un mar de lágrimas y jamas volvimos a hablar.