Capítulo 21: Lo Prometo

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Me escabulli por las plantas, se que no sería la mejor forma rescatar a Ariana con solo una bata puesta así que busque un uniforme de enfermera en la lavandería del hospital y me lo puse. Logré salir del hospital sin que me descubrieran pero, ¿Cómo rayos hiba a saber donde tenía el maniático a mi hermana?
Tenía que haber algo que recordará sobre aquel señor....el auto....el señor tenía un auto color.....no....ni siquiera me fije en el color del auto. Pero había algo que si recordaba, su cara, y aunque no lo parezca esa es la mejor defensa que tengo en su contra¡La policía! Era tan estupida ¡¿Cómo rayos no se me había ocurrido ir con la policía?! Ese era mi próximo destino ,la policía.

Corrí directamente a la estación más cercana, cuando llegue me sentía tan aliviada, bueno, al menos hasta que vi la nota en la puerta.
Había un horario y una nota, las puertas estaban cerradas. Chequé el horario y ....hoy no abrían. Después leí la nota.

"-¡Casi! Pero no. No vuelvas a interferir o despidete de la niña, anda, dile un último adiós-" leí en voz alta

De repente me percaté y voltee a mi alrededor, estaba cerca.
De hecho más cerca de lo que pensaba.
En un auto verde oscuro estaba el maníaco al volante y mi hermana atada en el asiento de atrás.

******************

Sus ojos decían corre, los míos decían ayuda, y los de él estaban en blanco; no había otra cosa que no fuera maldad, sin corazón, oscuridad, crueldad y todo lo demás malo que se te ocurra.

Sólo pude ver como mi hermana se quitó la venda en su boca, tiro y tiro hasta que se libró de las cuerdas, rompió la ventana del carro y finalmente la tenía a mi lado. Estaba dormida en el piso, eternamente dormida; aunque sigo sin explicarme como podía verlo todo. Pude ver como mi hermana lloraba a mi lado, como le habían tendido una trampa al maníaco, como se lo llevaban, como llegaba mi familia, y como me llevaban en una ambulancia al hospital.

Todo era tan simple pero tan complicado a la vez, tan simple como morir, pero tan complicado como un ataque cardíaco. Nunca pensé que volviera a abrir mis ojos como aquella vez, lo último que vi desde mi propio punto de vista fue mi familia. Mi familia unida, mi familia la que siempre había estado ahí para mi cuando ni siquiera me daba cuenta; mi hermana, la hermana que aunque no estaba conmigo siempre estuvo a mi lado sin saberlo.

"-Te lo prometí y lo cumplí Ariana-"

"-Sí Marcia, pero yo no, y te juro que lo voy a hacer, te lo prometo-"

Solo había lágrimas en todas las caras a mi alrededor.
Después lentamente di mi último respiro y cerré mis ojos.

A fin de cuentas, lo único que me importó de verdad en mi vida fue cumplir mi promesa y lo logre aunque me haya costado la vida.

Ese es el secreto.

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