¿Papá? •Ally• ~Raura~

27

Estoy en un auto con mi mamá, directo al centro comercial. Después de pasar una hora buscando algo que pudiera ponerme para mi cita con Jason, decidí que tenía que comprar un vestido. Solo tenía uno y era demasiado extravagante para algo como esto. Quería agradarle, no asustarlo.

— Dice Ale que estará en la casa en unas dos hora.

El viaje siguió tranquilo hasta que una cierta canción salió en la radio e hizo que subiera el volumen de la música.

— Press play on the day
That you came into my life, yeah
Felt our eyes, harmonize,
It was strange, it was paradise, oh.

El auto se movía con el ritmo de la música, y mi mamá y yo solo seguíamos cantando mientras ella manejaba y yo bailaba en mi asiento.

— Yeah you're my Boombox baby you can sing anything
And I'mma sing along with you.

Llegamos al centro comercial y arrastré a mi mamá a una tienda que tenía el aparador lleno de vestidos.

— ¿Estás segura de que quieres usar un vestido para tu cita con Jason? Recuerda que él debe quererte por lo que eres, no por como vallas a lucir.

Seguí viendo vestidos mientras mi mamá me enseñaba otro.

— Estoy segura. Por alguna razón, quiero usar un vestido. No quiero ser la Ally de siempre, quiero ser una Ally que sea una chica, aunque sea por sólo una noche.

Sentí como mis mejillas cambiaban de color y bajé la mirada mientras mi mamá me envolvía en sus brazos.

— Está bien, Ally. Haremos lo que tú quieras. Sólo recuerda, él te invitó a salir siendo la Ally de siempre.

Besó mi coronilla y siguió ayudándome a escoger un vestido hasta que encontré el que quería.

— ¡Ese es perfecto!

Grité apuntándolo.

Me volvía ver en el espejo por segunda vez y aún no podía creer que esa era yo. Mi cabello estaba ondulado y llevaba puesto un vestido rojo hasta mis rodillas. Mamá y Ale están detrás de mí viéndome con ojos soñadores.

— Crecen tan rápido.

Mi mamá tenía ambas manos entrelazadas bajo su barbilla mientras que sus ojos irradiaban brillo y orgullo maternal. 

— Digo lo mismo, Laura.

Ale estaba sentada en mi cama con una sonrisa orgullosa.

No pude evitar soltar una pequeña carcajada ante sus palabras, pero me detuve al ver la silueta de Matt apareciendo en mi espejo.

— Creo que tu príncipe azul acaba de llegar, Ally.

— Cálmate, mamá que todavía puedo ir a cerrarle la puerta en la cara a Jason.

Algo en el tono de su voz me hace saber que en realidad no está jugando.

— ¡Matt!

— Ok, no lo haré, pero apresúrate antes de que cambie de opinión.

Con eso último cerró la puerta dejándome con mi mamá y Ale.

— Me siento extraña con todo esto, pero a la vez me siento emocionada.

— Por supuesto que te sientes así, es tu primera cita.

Mis mejillas arden y sé que cambiaron de color.

— Bien, deséenme suerte.

— Suerte.

Salí de mi habitación, tomando un pequeño bolso rojo con mi celular. Al terminar de bajar los escalones pude divisar a Jason, llevaba puesta una chaqueta negra, camisa blanca y pantalones también negros. Tenía otra rosa en la mano. Me la extiende y la tomé, ¿por qué siguen siendo rosas blancas?