Capítulo 1

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Era una tarde hermosa, era verano y sol brillaba más no quemaba, el viento mecia los árboles y era suficiente como para visitar a mi abuela. Ella no vivía tan lejos de mi casa como para no visitarla, y a pesar de todo siempre la considere el gran amor de mi vida. Cuando mi mamá ha muy temprana edad quedo embarazada de mí, mis abuelos paternos no hicieron más que cuidarla y enseñarle como ser madre.

Los primeros años de mi vida antes de que mis papás decidieran irse de la casa de mis abuelos para casarse, yo me crié entre mis tíos y tías paternos, rodeada de mucho amor y comprensión por parte de mi abuela, que nunca me juzgo por mis decisiones contradictorias, eran contradicciones por el hecho de  haber nacido en una familia tan llena de costumbres y machismos donde mi abuelo era y sigue siendo el rey, y a pesar de todo lo merece, pero yo me rehusaba a ser inferior, a tener que ser yo la que se levantara temprano a preparar el desayuno mientras los hombres podían dormir hasta tarde, y a limitar mi manera de hablar, sólo por que ciertas palabras "se oyen feo si vienen de una mujer". Pero mi abuelo a su edad avanzada no ha dejado que nada lo venza y trabaja para mantener el solo a una gran familia y por eso  es él rey de la casa de mis abuelos, aunque yo cuestionaba su autoridad y ese era uno de los hechos por los cuales me había alejado de mi abuela, y no soportaba visitarla. No por que no la amará lo suficiente, si no por que ella y mi abuelo permitían que dos de mis tías vivieran bajo su techo sin aportar nada. Ya mis tíos habían hecho sus vidas y les iba muy bien. Mi papá después del divorcio con mi mamá hace unos 9 años, seguía viviendo con mis abuelos, sin aportar más de lo que fuera necesario, pero era como un fantasma que solo aparecía en la noche cuando llegaba la hora de dormir. A mis abuelos se les veía cansados ya habían criado a seis hijos, sin embargo no lo pensaron dos veces para cuidar de sus nietos, los seis hijos de dos de sus hijas que decidieron no trabajar y solo estorbar.

Me era repugnante el hecho de saber que si visitaba a mi abuela tenía que lidiar con todo eso. Mi abuelo quejándose de no obtener ayuda, pero nunca lo escuche reprocharle eso a la vagabundas de mis tías que no podían ni si quiera alistar a sus hijos para ir a la guardería.
¿Guarderías? ¿Para que necesitan  guarderías, dos "mujeres" que no hacen ni el almuerzo, ni colaboran con mis abuelos en las tareas básicas?
Eran mis preguntas constantes, preguntas que me hacia yo misma en mi mente, por qué no debo meterme en lo que no me incumbe y al fin y al cabo cada quien esta como quiere estar.

Yo vivía, con mi mamá, mi hermano menor por dos años y mi hermana a la que le llevo 6 años, hace un tiempo mi mamá decidió que sería buena idea si su novio vivía con nosotros. No sé como puede ser una buena idea, en esta casa tan chica para tantas personas. Aún comparto el cuarto con mis hermanos menores, y todos usamos el mismo baño, pero es lo que hay. Siempre estoy deseosa de salir de esas casa, irme para el barrio cercano con mis amigos, o simplemente salir. Recién cumplí la mayoría de edad y mi gran sueño en la vida es poder vivir sola.
Es temprano y ya los gritos en mi casa se escucharon, quiero salir. Voy a visitar a doña Alis, así le digo a mi abuela en tono de burla amorosa, y no tengo idea de lo que va pasar ese día. Salgo sin saber que esa tarde era el comienzo de algo que cambiaría mi vida. 

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