4- Porque hice esto?!

10 1 0
                                    

Sigo en el círculo de l@s “iniciad@s”. Llevan rato hablando a coro agarrados de las manos encima del segundo círculo de sal y en esa lengua tan extraña. Será Latín, o hebreo, quizás arameo. Pero eso no importa!

Lo que me importa ahora es ver cómo me salgo de aquí.  Podría intentar irme ahora que están en trance o creo que rezándole a Satán en esa extraña lengua.

Pero la verdad... tengo miedo. Y mientras más lo pienso, más se me entumecen las piernas.

Esto es una tortura psicológica.
Creo que tengo unos minutos y siento que han sido horas. Quisiera ver la hora en mi celular, pero.... me da miedo que me maten. Y no traje mi reloj de muñeca. Sólo por ser rosa y yo ir de negro por el, o mejor dicho sólo por el. Si no fuera por el maldito Tommy. Estuviera durmiendo plácidamente en mi litera. Pero no!, haz le caso al chico guapo que parece cool porque la gente lo da por emo, cuando en realidad es satánico,  creo, e asesino, aunque no lo he visto matar a nadie. Conciencia no lo defiendas!

La cosa es que debo irme de aquí y rápido.

No aguanto más. Le junto la mano a las iniciadas a mis lados y a correr.

Me escondo detrás de una lápida por instinto. El estirado esta mirando hacia atrás y mira el círculo de derecha a izquierda. Esta hablando con el gordo, ambos salen del círculo con cuchillos en mano. Están interrogando a l@s del círculo de iniciad@s. Parece que nos contaron.

Mi corazón está a mil. No se que hacer. Quiero correr pero aparte de que mis piernas se volvieron a entumecer por el miedo, no creo que sea lo más sabio de mi parte.

Intento calmarme y pensar en una solución. Orita pensé y, estoy aquí no. Bueno, empezaron a preguntar cuatro personas a la izquierda de donde estaba, y van de izquierda a derecha. Lo más inteligente de mi parte sería esperar a que se sitúen en el punto ciego, ósea, detrás del círculo de los de túnica negra, para salir corriendo. De ahí, corro hasta que mi instinto me diga. Ok, aquí vamos.

Faltan tres para que lleguen hasta el punto ciego. Todos responden no, con un movimiento de cabeza. Ojalá que sólo las que estaban conmigo sepan por donde me fui, o sino me buscarán antes. Cuando lleguen a ellas y si es que les dicen por donde me fui supongo que irán por mi. Si no le dicen nada y se hacen las chivas locas les deberé un gran gracias, si es que las vuelvo a ver.

Falta uno por interrogar para que estén en el punto neutro. Al soltar a este e ir al siguiente, estoy a punto de levantarme para correr cuando otro intenta escapar, y es sorprendido con un cuchillo lanzado por el gordo, que le atina en la cabeza. Este cae en seco y me da menos esperanza.

El gordo va en su búsqueda y con ayuda del estirado lo adentran al círculo, momento que aprovecho para moverme dos lápidas más allá. Al mirar hacia atrás, veo que vuelven a salir del círculo de los encapuchados y siguen con su labor de preguntar o más bien interrogar.

Al estar en el punto neutro me hecho a correr lo más rápido que mi enclenque cuerpo me permite. Al creer que los he dejado atrás, oigo , gritos de voz masculina, y pensando lo peor corro más rápido todavía, impulsada ahora por mi miedo y al ver que casi llegó a la puerta del cementerio me animo más.

Pero oigo la voz masculina voceando tan cerca, que me atemorizó tanto que me escondí en un panteón casi en la entrada del cementerio. Espero....oigo unos pasos sobre la hierba cerca de aquí, muy cerca. Si antes tenía el corazón a mil ahora está a cinco mil. Se escucha el crujir de la hierba cerquísima de mi.

Abren la puerta....

- No me mates por favor! - es lo único que me sale decir.

- No te mataré idiota, te salvaré - dice la silueta con túnica alante de mi.

- Unirme a Satán no me salvará, me condenará! - me defiendo.

- Estoy de acuerdo, yo no te uniré a Satán.

La duda es tanta que me quedo callada. El no es el gordo ni el estirado. Pero tiene túnica igual que ello. Esta tan oscuro que no distingo si es caucásico o de color.

- Pero.....

-Shuush! - me interrumpe - Vuelvo ahora, no hagas ningún ruido; volveré por ti - desenvaina su espada y sale.

Al salir noto que es caucásico y que su túnica es blanca. Es blanca!, no es negra. Y es muy diferente a la negra en cuanto al bordado y diseño, en lo poco que pude ver.

Ruidos de espadas se oyen afuera; uno tras del otro, quiero mirar pero me dijo que no me moviera de aquí. Se oyen gritos y gruñidos, parece que, o uno o el otro se atinaron fuertemente.

De pronto se oyen unos gritos inhumanos y hay un resplandor enorme azul que ilumina el panteón, no aguanto la curiosidad y salgo a ver.

Sólo sacó la cabeza por la puerta apoyando me de la pared. Lo que veo no lo creo. Es un demonio atado en unas cadenas relucientes siendo introducido al parecer por telequinesis del encapuchado blanco, en una estrella con la que vi con sal, pero esta, que está situada en el piso, tiene un brillo singular azul claro.

Al entrar completamente, el encapuchado blanco se dirige hacia mi y me conduce a la salida.

Nos adentramos a su carro sin pensarlo dos veces y me deja en frente de mi casa.

Al despedirnos sólo me dice:

- Esto es solo el comienzo tienes que ser fuerte.

Y luego despliega unas alas de su espalda y sube al cielo. Me quedo atónita y embobada. Al perderle de vista y mirar hacia abajo, no viendo su carro, me dispongo a comprobar si en mi cabeza me queda cordura.

Subo por donde bajé. Voy al baño viendo la sangre en mi rostro y acordando me de la copa, vomito como nunca antes en el lavamanos y al ver la tripa de chivo que me había tragado, estancada en el lavamanos, vomito más fuerte. Me cepillo los dientes. Me baño. Me acuesto en mi cama mirando la hora, la 03:33 am. Y le doy gracias a Dios por estar viva.

Vida MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora