A la mierda todo.

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Luhan caminaba de aquí para allá dentro de la habitación de Baekhyun, parloteando un montón de cosas sobre la fiesta de final de semestre y de lo mucho que debían resaltar en aquel evento, pues sería el penúltimo en su vida de bachillerato.

— ¡Quita esa cara! —Le aventó una camiseta a la cara—. En serio, Baek, esto es importante.

— No. La tarea de Química es importante —frunció el ceño y clavó la vista en el pesado libro frente a él—. No habrá qué celebrar si quedamos a deber la materia.

El rubio puso los ojos en blanco, mientras se dejaba caer en la cama, en el espacio junto a su amigo.

— Te dije ya que conseguí las respuestas —se quejó—. Lo dije como un millón de veces. ¿No me estás poniendo ni tantita atención? ¿Sigues pensando en el buenorro de tu vecino-diagonal-ex-enamorado?

El pelirrojo cerró el libro y lo mandó a volar a algún lugar del suelo, mientras se cubría el rostro con las manos y rodaba ligeramente por el colchón.

— ¡Me quiere volver loco, lo juro!

— Y lo está logrando.

— Es en seriooooooo —se levantó de golpe—. ¿Sabes lo que hizo el otro día?

— ¿Qué hizo el otro día? —Preguntó cansado por escuchar la décimo quinta queja aquella semana.

— Él salió a correr, ¡pero corrió sin camisa! —Gruñó exasperado—. O sea, obviamente lo hizo a propósito...

— ¿A propósito de qué? ¿De provocarte? —Baek se mordió el labio inferior—. Pues si es así, sólo dátelo y se acabó. Esta tensión sexual tuya me comienza a frustrar.

El menor se levantó de la cama y recogió el libro, resoplando con frustración.

— No es tan fácil.

— De hecho, es así de fácil; él te gusta, y al parecer la atracción es mutua; el tipo está buenísimo; y... Y pues eso. No sé qué más quieres —enumeró con los dedos.

— Número uno, es mucho menor que yo-...

— ¿Dos años?

— Mucho menor que yo —continuó—. Número dos, es mi vecino e hijo de la mejor amiga de mi madre; no puedo dármelo y luego fingir que no pasó nada si las probabilidades de que lo vea a diario son como de mil por ciento; número tres, tiene novio, ya lo escuchaste. Además, Yeol no ha dejado de ser un ñoño. Cree en esas cosas de fidelidad y amor verdadero en una relación; y número cuatro...

Baek se sentó nuevamente en su cama, tomando su mentón de forma pensativa.

— Si caigo en su plan, en su venganza; si me arrepiento de haberlo tratado mal, si admito que me gusta... Él ganaría.

Oh, Baek —Luhan rió— hace rato que él ya ganó.

[...]

Baekhyun odiaba Química con todo su ser. Es decir, ni siquiera entendía el propósito de la materia, no era práctica. Resopló mientras cargaba su enorme, estorbosa y pesa estructura atómica del no sé qué; para él eran un montón de bolitas y palitos pegados con pegamento blanco. Y claro, su equipo pensó: "dejemos que el integrante más pequeño (de estatura) suba el enorme proyecto hasta el tercer piso del edificio D".

Gruñó frustrado.

Al llegar al piso indicado, dejó el modelo en el piso y estiró los brazos entumidos. Mataría a Luhan por ni siquiera ofrecerse a ayudarle, claro, vio la cara bonita de ese chico de primer año y se largó tras él.

El hijo de la amiga de mi madre. [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora