Cap. 1

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Afuera llovia, y era una de las cosas que mas me gustaba, yo leyendo en el sofá: ' el reino perdido', es mi libro favorito, me lo he leido mas de cuatro veces y aun asi no me canso de leerlo. Hace un poco de frío pero yo voy con ropa fresca, pero mi abuela como siempre se enfada por no ponerme la ropa adecuada. Tengo el pelo castaño y mis ojos son verdes azulados, un color muy raro de ver, son como los de mi madre, bueno y mi abu es bajita aunque nunca ha pasado del metro sesenta, tiene el pelo blanco y gris por las canas, pero eso no la hace mas vieja sino mas sabia.

- Crisley!! Te he llamado mil veces, hija y no me contestas. Pensaba que te habias marchado. No vuelvas a darme esos sustos.

- Si abu (asi la llamo en vez de abuela) es que estaba en mis cosas... ya sabes.

- Pues estate mas atenta la proxima vez ya sabes que cuando estas en tus cosas no hay quien te traiga de vuelta al mundo real.

- Si abu.

Miro por la ventana y se posa una mariquita, pero no es como las demás, esta tiene un color agua y los puntos negros, me pregunto de que especie de mariquita será, asi que abro la ventana y lo primero que huelo es el aroma de la lluvia y el bosque, me encanta ese olor a humedad, la observo y al intentar tocarla algo o alguien me coge del brazo y me lo aparta.

- No Crisley, es venenosa. Si ves que no es como las demás, no la toques o por lo menos estate quieta un par de segundos.

Me giro y es mi tia Susan, me mira con cara rara como si hubiera hecho algo que al mundo le hubiera afectado.

- ¿Y puedo saber de donde has salido Tia?

- Tu abuela ha ido ha hacer la compra asi que me ha llamado y he venido lo antes posible, antes de que cometas alguna trastada.

- Yap. Oye, ¿voy a darme una vuelta por el bosque, va?

- ¿Y quien crees que te va a dar el permiso para salir? Además, esta lloviendo.

- Pues yo misma me he dado el permiso y se supone que voy a salir practicamente porque esta lloviendo.

Di un salto del sofá y me dirijí a mi habitacion, me puse mis botas negras y cojí una sudadera con capucha y una mochila en la que metí: una linterla por si se hacia de noche, una coca cola, patatas, y un merchero para aullentar a los animales con el fuego. Una vez guardado todo cogí las llaves de la casa y salí sigilosamente pero algo me detuvo.

- No lleges tarde, ya sabes como se pone tu abuela cuando no estas.

- Vale, pero que conste que no prometo nada.

Una vez fuera, miro hacia los dos lado y me dirijo a ir por la derecha ya que me contaron que es un sitio precioso.
Al rato me canso andando por la espesa tierra debido a la cantidad de agua que cae sobre mis botas, asi que me paro delante de una cabaña hecha de madera, asi que lo primero que hago es secarme un poco para entrar.

- Mmm, ¿hay alguien? - Toco la puerta tres veces hasta que una mujer rubia,de media edad, creo que tendra entre los cuarenta y cincuenta años, me abre,lleva puesto un delantal blanco con flores, nos quedamos unos segundos calladas hasta que habla.

- Buenas, ¿necesita algo? Hace mucho viento fuera, si quiere pase, le haré un té.

- Muchas gracias, soy Crisley. encantada de conocerla.

Entro en la cabaña y en la mesa estan sentados dos niños de seis y diez años comiendo. Al lado esta la chimenea y en un sillón encuentro a un hombre que tendra sobre los cuarenta y seis años, tiene el pelo liso y negro.

- Muy buenas, lo siento por entrar de esta forma, no estoy presentable, pero es que hace mucho frio fuera, pensaba que no habia nadie, encantada, mi nombre es Crisley.

- Buenas, señorita Crisley, soy Arman, el marido de Rosalia, mi mujer y yo estamos encantados de conocerte.

- Holaaa, soy Luigui, y tengo seis años, sientate aqui, mi mami te preparará una de sus mejores sopas. - Me dice uno de los niños. Este es todo contrario a su hermano, es moreno con ojos azules y con el pelo liso.

- Hola, soy Leo, encantado.

El Secreto de la puerta mágica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora