Capítulo 5: Inopinatum

18 0 0
                                    

Se reunieron con todos sus compañeros y compañeras con los que iban a convivir una semana entera.
La profesora les informó de cómo sería su rutina mientras estuvieran allí. Se levantarían a las ocho de la mañana para empezar con las actividades dedicadas a la asignatura de historia, en las que se irían de excursión por los sitios emblemáticos que habían marcado la historia, y tendrían que hacer un trabajo con lo que el profesor explicará y presentarlo posteriormente a este mismo.
La profesora les comunicó que las actividades escolares iban a ser por la mañana hasta la hora de comer, así que después de comer, el tiempo que les quedará podían hacer lo que quisieran, pero a las 23:30 debían estar en la casa de colonias dónde tendrían que pasar lista, y a partir de ahí podrían hacer lo que quisieran pero dentro de sus casas y no se permitiría ir a visitar la casa vecina.
Con todas las explicaciones acabadas, la profesora les dejó libertad para que hicieran lo que quisieran, pero a las 23:30 debían volver.
Dani lo tuvo claro, se iría con Angela a inspeccionar ese bonito lugar que prometía darles muchas sorpresas. Alex decidió pasar tiempo con sus amigos, cosa que entristeció a Dani, sabía que Alex no le debía ningún tipo de atención, pero el hecho de que no prefiriera estar con él para conocerle mejor, cuando a sus amigos ya los conocía suficiente, le entristecía.
Se limitó a asentir ante lo que le comunicaba su nuevo amigo e ir en busca de su amiga que se encontraba hablando con su nueva amiga de habitación sobre la distribución de la habitación y algunos otros aspectos.
Angela se despidió de su nueva amiga para hablar con Dani lo que iban a hacer el resto de la tarde.
Antes de llegar, pensaron que el pueblo en Salem iba a ser un pueblo pequeño con casas muy juntas y calles muy estrechas por las que paseaban los niños con sus juguetes mientras sus madres se reunían en las puertas de las casas a hablar de sus vidas, pero al llegar, nada era como se lo imaginaron. La casa de colonias en la que estaban estaba a veinte kilómetros del pueblo al que les habían dicho que iban, no había ninguna otra vivienda o tienda en veinte kilómetros. La casa estaba rodeada completamente por naturaleza y algún que otro monumento que habían visto en su camino en el autobús, dónde se podían aprecias formas como un inquisidor con una fusta alzada sobre su cabeza, o una mujer atada a un palo clavado al suelo y rodeada de llamas con cara de sufrimiento, entre otras.
Decidieron salir a caminar guiados por sus instintos hasta que estuvieran tan cansados que tuvieran que dar la vuelta sobre sus pasos para no perderse.
Estuvieron andando y andando por los maravillosos bosques que escondía ese sitio, de vez en cuando se encontraban algún que otro animal salvaje que bagaba por allí saltando o corriendo en sintonía con la naturaleza que les rodeaba. A Dani le tranquilizaba ese sitio, no habría sabido decir porqué, pero sentía que formaba parte del lugar, que algo le atraía como si le estuviese llamando. Cuando apenas hacía una hora que llevaban andando, se encontraron un palo clavado al suelo en lo alto de una elevación de tierra vacía de verde, como si ese lugar en especifico del bosque estuviera de luto. De lejos vieron una piedra de color negro con un mensaje esculpido difícil de descifrar, a la cual se acercaron a leer, la placa estaba en latín y en muy mal estado. Dani sabía leer latín gracias a las clases de hechicería de su abuela, ja que para hacer cualquier hechizo debía emplear el latín, el cual dominaba perfectamente como si se tratara de su lengua materna. Dani se acerco a leer y pronunció:
"En este lugar han sido quemadas hasta la última bruja que habitaba en éstos parajes.
Podéis descansar en paz pueblo de Salem, estáis a salvo. 1690".
Al terminar de leer Angela se quedo estupefacta, más por el hecho de que Dani supiera hablar latín, que por el mensaje que habían inscrito en esa roca.
-¿ Cómo es que hablas latín Dani?- dijo ella con estupefacción en su voz-.
Dani se vio en un apuro, ya que no quería mentir a su amiga, pero tampoco le podía decir que era mago y había estado hablando latín desde que tenía uso de consciencia.
- Hice un curso en verano, tenia curiosidad por aprender- respondió Dani intentando mentirle lo menos posible, y sabiendo que su excusa no tenía credibilidad alguna-.
Dani estaba estupefacto, como podía ser que todavía siguiera en pie esa clase se símbolo de la barbarie que se produjo con sus antepasadas, sabía que formaba parte de la historia y el atractivo turístico del lugar, pero le pareció cruel esa clase de conmemoración a la Inquisición de la época que no tuvo consideración alguna matando a madres o abuelas e incluso niñas por ser sospechosas de brujería, que realmente lo eran, pero no tenían ningún derecho a deshacerse de ellas sólo porqué tenían poderes que ellos no podían combatir, y les asustaba la idea de ser inferiores.
Estuvieron debatiendo por sus andadas por los bosques sobre el tema de la existencia de brujas y sus opiniones, básicamente lo que pasó fue que Dani quiso ver la posición de Angela ante todo éste tema. La verdad es que le sorprendió, no se lo tomó como el típico tema de broma o de cachondeo de reírse del tema y obviando que debe de ser todo fantasía, si no que le vio la mente abierta y defendiendo cualquier postura que se pudiera demostrar con hechos, cosa que le encantó saber a Dani.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 09, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Como un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora