Me quedé pensando un instante él siguió hablando.
Justin: Igualmente no terminamos sólo por eso… fue una suma de cosas. Supongo que era lo que tenía que pasar…
No dejaba de mirar el cielo, estaba melancólico al igual que yo. La noche estaba hermosa, no había nubes, la tormenta de esa mañana había limpiado por completo el cielo, las estrellas podían apreciarse perfectamente.
De la nada suspiré, necesitaba hacerlo… la situación me lo inspiraba.
Justin: (Me miró) - ¿Y ese suspiro?
Tu: ¿Eh? No, no es por nada en especial, sólo que está linda la noche.
Justin: Ah sí…
Nos quedamos un rato más, solos los dos, en completo silencio, mirando el cielo, la noche fresca y el brillo del lugar me inspiraban tantas cosas…
En un momento lo miré… era hermoso ver sus ojos iluminados sólo por la luz de la luna… parecían como cristales con brillo propio.Se dio cuenta de que lo miraba, me miró y me sonrió.
Justin: ¿Quieres que volvamos?
Tu: Como quieras (le dije)
Justin: Lo digo sólo porque esta no es hora para que una chica tan linda ande por estos lados… (Me sonrió, “¿Lo dijo por mí? Es un divino”)
Tu: Está bien, volvamos…
Nos levantamos de aquel asiento y partimos de vuelta a casa.
El camino también fue en silencio, ninguno de los dos decía palabra alguna… él ya no parecía triste, como que se desahogó hablando conmigo, eso me gustó, confía en mí y eso me hace sentirlo muy cerca.
Ya habíamos llegado a la puerta de casa cuando las palabras comenzaron a salir de nosotros…
Justin: Bueno _____(ta), gracias otra vez… ya no sé qué hacer para agradecer todo lo que hacés por mí, me escuchas, me aguantas, me aconsejas… de verdad eres una gran amiga. (Me abrazó)
En ese momento comprendí lo que siente Ryan cada vez que rechazo ese sentimiento que tiene por mí… es horrible sentir algo como esto y saber que jamás vas a poder ser algo más que un amigo para alguien, para esa persona especial para ti…
Tu: De nada (Le contesté, apoyada sobre su pecho)
No pude evitarlo, esas palabras me movilizaron increíblemente, mi corazón no lo soportó y comencé a soltar algunas lágrimas… él las sintió caer mojando su camisa…
Justin: ¿Estás bien? ¿Qué pasó? (Separándose de mí)
Tu: Sí, estoy bien Justin, sólo es que… me entró una basurita en el ojo (Era el primer pretexto que se me vino a la cabeza, como siempre ¡Qué original soy!)
Justin: Oh, dejame ver (Dijo preocupado mientras yo secaba mis lágrimas)
Tu: No, no, ya está. (Evitaba que me viera)
Justin: No, insisto… dejame ayudarte.
Sin que me dejara responder tomó mi cara entre sus manos y se acercó para ver si esa basurita estaba en alguno de mis ojos… obviamente no encontró nada, ésa era sólo una excusa para justificar mi llanto.
Estaba nerviosa no sólo por lo que inventé sino también y sobre todo por su cercanía. Sus labios estaban a milímetros de los míos, la tentación era muy grande. Quería besarlo… mi corazón latía muy fuerte y no quería que él se diera cuenta de eso…
Justin: No tienes nada… (Dijo después de examinar mis ojos)
Tu: Eeeehh habrá salido sin que te dieras cuenta (Dije mientras se alejaba de mí)
Justin: Sí, puede ser… pero ¿Estás mejor?
Tu: Sí, claro… no te preocupes.
Justin: Bueno… ahora sí me voy, que duermas bien pero antes… ¿Me das otro abrazo?
Tu: Claro
No quería soltarlo y hasta llegué a pensar que él tampoco quería hacerlo, sentir su cuerpo junto al mío me encantaba, poder oler su perfume, sentir sus brazos alrededor de mí… todo era especial.
Justin: (me dio un beso en la mejilla) – Bye ______(ta) (Dijo mientras se alejaba)
Tu: Bye Justin.
Llegó a la puerta de su casa y esperó a que yo entrara. Entré, miré hacia el living y estaba Brooke & Christian en el gran sofá viendo la tele, los saludé y subí a avisar a mamá que ya estaba de vuelta.
Fui a mi habitación, me acosté en la cama y me quedé ahí unos minutos, haciendo nada, mirando el techo, sintiendo la noche en silencio, sólo tenía prendida la luz del velador de mi mesita de luz, el lugar estaba apenas iluminado… después busqué mi cuadernito negro, lo llevé conmigo a la cama y comencé a escribir otra vez…
“Amiga, es hermoso poder ser amiga de alguien o que alguien te llame amiga… es como que alguien te eligió como su hermana… es algo precioso… pero no en este caso, no contigo. Cuando dices “amiga” siento que mi mundo se cae en pedazos, preferiría ser cualquier cosa menos tu amiga, es una eterna actuación, un constante fingir de un sentimiento que es mucho más grande… pero no me queda otra opción, lo que hay entre nosotros no puede pasar más allá de una amistad, los límites están puestos y si dijera que no me gustaría cruzarlos estaría mintiendo, estaría mintiéndome a mí misma, sabiendo perfectamente que no te quiero como quiero a un amigo… pero cruzar esos límites sería muy peligroso y el terreno no está preparado para ello. Esos límites debería cruzarlos contigo, de tu mano, tu sintiendo lo mismo que yo… pero sé que eso es imposible, y si no es imposible, se le acerca muchísimo… y ése es mi pesar, es por eso que estoy como estoy, que me siento como me siento… por eso me lamento esto que siento sólo esperando algún día poder quitármelo de mí como lo hice una vez.”