Remedios

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-¿Cómo qué van a remodelar?... Pero eso no puede ser posible.

-Jajajajaja, claro que puede ser posible, es mi complejo departamental, me respondió de manera sardónica y grosera la robusta mujer que rentaba los departamentos. -Así que te lo repito, te quiero fuera en tres días.
La muy ladina se dio la media vuelta dejándome con un palmo de narices.

-Ahora ¿qué haré?, no puedo irme con mis padres ya que estoy distanciado de ellos desde que salí del "closet".
Y mis compañeros de universidad... Mmmm bueno digamos que no me aceptan del todo. Típico que al ser gay creen que los quieres ligar.
¡¡Por favor si siendo heteros no se les acercan ni las moscas, qué les hace pensar que se les acercarán los gays!!.
Otros piensan que se les puede contagiar lo "maricón".
A otros les da vergüenza estar con un "joto".
Y puedo ennumerar una larga lista de peros.
Sin bargo eso no cambia en algo mi situación.

Ya iré mañana a la facultad a averiguar sobre alguna persona que este dispuesta a alojarme.

Por hoy ha sido suficiente y hasta me he atrasado para ir a mi trabajo de medio tiempo en una tienda para mascotas en un bonito centro comercial.

Tengo 20 años y curso el cuarto semestre de administración de empresas.
Hace cerca de un año les dije a mis padres lo que era más que obvio... Soy gay.
Ellos no lo tomaron nada bien ya que me repudiaron.
Pero no me arrepiento.
Soy feliz de poder ser quien soy y de amar sin eslabones que se llaman "familia" y que creen que yo elegí ser homosexual.

Mejor teclearé un anuncio y lo pegaré en el frizo para que alguien lo vea, y además preguntaré si pueden ayudarme.






*************

Hoy es un excelente día para empezar a buscar una nueva conquista, lo cuál no será difícil, ya que muchos de mis alumnos quieren tenerme cerca.

Soy contador público y doy clases en la facultad de administración y contaduría.
Tengo 28 años y soy todo un personaje, ya que me agrada ser amigable, a pesar de ser gay, mantengo mis amistades marcando un claro y evidente límite con ellas, ya que tengo colegas que son gays y se me han insinuado, pero yo siempre he sido muy claro con eso.
Amigos sean gays o heteros no entran en mi plano de "conquista".

Muchos lo agradecen, otros se decepcionan.
Pero a mí realmente me vale un carajo.

-Buenos días maestro Garay, me saluda una linda chica. Es una de las más listas y realmente comprometidas con la carrera de contaduría.
-Buenos días, sonrío y la paso de largo para dirigirme al checador y tomar mi tarjeta de empleado... Marcelo Garay, ahí está marcada con mi flamante nombre.

Se me acerca Carlos Rubio para platicar conmigo.
Carlos y yo hemos sido amigos desde hace muchos años.

-Marcelo, carajo dónde te has metido. Desde ayer te estoy localizando para presentarte a un pasivo que conocí, ya sabes que no le tiro a eso pero pensé en ti.

-Jajajaja, carcajeo fuertemente tratando de ser irónico. -Carlos, te recuerdo que el último pasivo que me presentaste resulto ser jodidamente acosador, me causó traumas irréversibles.

-Eso es porque el SÍ se enamoró de ti, viejo.
Además no fuiste claro con él de solo querer joder.

-¡Carajo Carlos! claro que fui muy explícito.
Se lo dije miles de veces.
Yo siempre le recalcaba que solo es una mano para rascar la comezón y eso no nos ataba a algo y el empezó con sus pendejadas de querer presentarme a su familia.

-Marcelo, no puedes negar que según tú, lo encontrabas "atractivo". Carlos pasa su mano por mi hombro y me mira fijamente. -Amigo, nunca te has tomado a alguien en serio. Has tenido más amantes que cabellos en la cabeza, y sin contar que todos terminan locos por ti.

-Consideralo mi encanto, además la envidia es mala, le guiño el ojo a mí mejor amigo para fastidiarlo.

-Oye, carajo yo no tengo envidia alguna. Tal vez si fueran unas sexys hembras...
Pero un jodido hombre... ¡No inventes!, dice mi amigo indignado.

Suena el timbre lo cual anuncia que cada quien debe entrar a su grupo, no sin antes concertar una reunión para tomar unos tragos.




**********
He llegado a la universidad con mi mochila y un aviso que yo mismo imprimí para pegar en el frizo de la facultad.

-Vaya, qué aspecto más lúgubre tienes me dice Rosa, mi amiga y compañera.

-Por ahora no tengo otro aspecto, le respondo mientras la saludo con un beso en la mejilla. -van a remodelar el edificio donde estoy viviendo y solo me dieron tres días para encontrar otro lugar para vivir.

-Eso es malo, dice mi amiga con cierto pesar.
-Deja averiguo en mi grupo y con otros amigos.
Puede ser que alguno se interese.

Sé que ella esta cosciente de que no será fácil, después de todo no soy sociable y no soy muy aceptado.

-Vamos a intentarlo, después de todo, eres el mejor promedio de tu carrera. De algo debe valer eso. Optimista Rosa usa ese argumento para tratar de darme ánimos.

Suelto un suspiro de fastidio -De todas maneras he hecho un aviso pidiendo alojamiento. Acompañame a pegarlo.
Tomo a mí amiga de la mano y nos dirigimos a la enorme pizarra de corcho tapizada de llamativos anuncios en la cual para mi buena suerte están retirando los avisos más antiguos o maltratados, quedando increíblemente pocos.
Coloco el mío en un buen lugar y justo a tiempo suena el timbre para entrar a nuestras respectivas clases, Rosa y yo prometemos vernos en el receso más largo en dos horas.

Al correr a mi aula, veo del otro lado del pasillo al maestro Carlos Rubio, con el tengo clases ahora.



















Sin LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora