Capitulo 4

117 4 0
                                    

Cuando los chicos se reunían para su partida de póquer los miércoles por la noche, sus mujeres buscaban canguros y se reunían en casa de una de ellas para jugar al pinocle. _____ siempre estaba invitada.

Esa noche se reunían en casa de Gabs y Louis. Louis era el hermano mayor de _____ y el líder de sus cuatro hermanos. Había sido el primero en casarse, en comprar una casa y en tener niños.

Desde el momento en que su, sobrina, Sara, había llegado al mundo, _____ había decidido que ser tía era lo mejor del mundo, aunque estaba un poco cansada de ser una tía soltera. Llegó pronto a casa de Gabs para poder ver a Sara, que tenía ahora ocho años y a ramiro, de seis años, antes de que los acostaran.

Después de dar a cada niño el juego que les había comprado en Phoenix, siguió su cuñada a la cocina a ayudar a preparar las bebidas y canapés para la partida.

-Gracias por los juegos. La verdad es que van a echarte de menos cuando te vayas a Nueva York-

-Yo también a ellos-

_____ vació unas patatas de en un cuenco y abrió el frigorífico para sacar la salsa casera de Gabs.

-¡No lo sé! Llevarás una vida tan excitante, que no creo que eches de menos nada de aquí-

-Claro que sí. Adoro este pueblo, a mi familia y mis amigos-

-Yo también, pero daría lo que fuera por estar en tu piel-

-¿De verdad?-

_____ miró a su cuñada. Con sus antepasados hispanos y su orientación vital hacia la familia y los niños, parecía haber cumplido su sueño.

-Pensaba que eras una madre vocacional.

-No me interpretes mal. Soy muy feliz. Pero el reto ha desaparecido. Cuando me casé, todo era nuevo. El sexo era nuevo, tener niños era nuevo y comprar esta casa y arreglarla era nuevo. Pero ahora todo sigue una cómoda rutina. Y yo deseo... más mundos que conquistar, supongo-

-Lo entiendo muy bien. Ése es el motivo por el que me voy a Nueva York. Es mi monte Everest -vaciló antes de hacer una sugerencia-. ¿Has pensado en volver a estudiar?-

-Ya he conseguido los folletos. Estoy pensando... no te rías, en convertirme en consejera matrimonial-

-¿No bromeas? Gabs, eso sería maravilloso. Desde luego, tú debes saber los ingredientes para conseguir un buen matrimonio...-

Gaby la miró de soslayo.

-No me llamaría experta, pero entiendo lo que pasa cuando en una pareja uno pierde el interés por, el otro-

_____ se quedó con la boca abierta.

-¿Quieres decir...?-

-Quiero decir que las cosas se están haciendo verdaderamente aburridas en la cama. He pensado en ir a Phoenix a comprar algunos libros sobre la materia. No me atrevería a hacerlo en Copperville porque todo el pueblo pensaría que soy una ninfómana-

-Desde luego. ¿Sabes, yo ...? - _____ se detuvo antes de ofrecerle un par de libros-. Creo que es una buena idea-

-Imaginaba que lo entenderías. Escucha, no estoy diciendo nada en contra de tu hermano. Louis, es un tipo estupendo. Es sólo que a los dos nos sentaría bien seguir algunas indicaciones-

-Seguro. La mayoría de la gente lo hace. Ya sabes cómo es. Te acostumbras a cierta forma de hacer las cosas y entonces todo se vuelve mecánico-

-Absolutamente-

_____ se sentía como una impostora por dejar que su cuñada imaginara que tenía alguna experiencia.

Gabs le dio un abrazo.

Proyecto de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora