Vamos, escuchemos a tu corazón correr quilômetros por hora, última vez.
Si será suficiente para darte cuenta que es insistente,
Que soy yo el que inventa y destruye tus patrones mudas,
Mujer, mírate,
Ves este corazón alarido que corre y muere en tus manos ya desaparecido.
Y la nota de aquella canción en tus sueños,
La que te canta con sentimientos puros.
¿que no vez que te quiero sin quererte?
Dame esa razón para no ser tuyo,
Ya sé que eres ajena, como las estrellas del día.
Tu permanencia me tortura y me duele,
Qué esos ojos color ámbar no brillan por mi.
Y mi egoísmo es solo para los demás.
El aliento del alma colapsó, y este último ya no es para ti,
Me voy y sufriré aún más, sabiendo que ya no estarás en mis palabras,
Que te borraré de mis letras; pero no de mi cabeza.
Este Último va para la soledad que siempre está y no reclama por el rechazo.
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Eterno, Un Poema.
PoetryPara los que miran las estrellas y ven más allá de ellas. Impredecibles e infortunios poemas teñido de angustia, dolor y tristeza. Pero lleno de amor como gotas del rocío ante el alba. Parte #1 Todos los derechos del autor©