Alaska, tu sordera ternura,
Miras y corres por el campo, humo, viento de jazmines,
Veo un poco de tu silueta quebrada,
Alaska, tu cintura como la cima de la tierra, plana, blanda y blanca como el alba.
Soledad que recorre y queda en tus mañana,
No calles, canta y salta,
Yo que te verso, con mis besos, a cada paso mujer; peregrina de mis poesías.
Entre paisajes mustios, donde no hay luz,
seré tu oscuridad, esa necesitada permanencia,
Antes era el crepúsculo y no el arrebol,
Antes era Alaska, ábrego que surcaba las mareas,
Alaska donde los sueños rotos terminan en montañas de ilusiones.
ESTÁS LEYENDO
Eterno, Un Poema.
PoetryPara los que miran las estrellas y ven más allá de ellas. Impredecibles e infortunios poemas teñido de angustia, dolor y tristeza. Pero lleno de amor como gotas del rocío ante el alba. Parte #1 Todos los derechos del autor©