Era una maravillosa mañana, digo era porque fue arruinada por la asquerosa presencia del prosti del instituto que estaba entrando al aula, Sasuke Uchiha, el maldito estaba bueno pero claro que nada es perfecto en este mundo y su estúpido carácter lo arruinaba todo.
Aparte la mirada de él, y puse mi vista en la ventana, el paisaje estaba hermoso, me encantaba la vista que se tenía desde el aula, estabamos en segundo piso así que se podía apreciar mejor todo.
-¡Hey Akimi!- despegue y alcé la mirada de la ventana, conocía la voz de la persona que gritaba mi nombre, ví a cada uno de los alumnos presentes buscando a la dueña de tan chillante voz. Por alguna extraña razón mis ojos conectaron con los del puto, hicimos contacto visual al menos unos 5 segundos, me sonrió, y no de una manera tierna sino de esas sonrisas que sabes que sólo te atraerán problemas, aparte la mirada incómoda, y con el ceño fruncido seguí buscando a la loca de mi mejor amiga.
-¡Hotaru!- le sonreí y deje que se me echara encima dándome un abrazo.
-¿Donde haz estado mujer?, fui a buscarte durante las vacaciones y nadie me dio signos de vida- Hotaru me sacudió por los hombros, y apenas dejo de hacerlo quite sus manos sobre mi. Siempre resultaba ser muy dramática, pero no me importaba ella así era especial.
-Tenía cosas que hacer- no quería dar una explicación sobre qué había hecho realmente, no me sentía con confianza hablar sobre ello, ni con mi mejor amiga, ni con nadie, todos guardan secretos y ese era el mío.
-¿Qué? ¡¿Acaso no piensas decirme?! Te llamé a tu celular y tampoco contestabas, no tienes idea de cuan preocupada estaba. Pero si no quieres contarme esta bien, ese es tu problema. Sabes que estoy aquí para ti.
-Gracias- le sonreí y de inmediato vinieron recuerdos a mi cabeza, "Estoy aquí para ti, siempre", me había dicho, mi garganta se apretó y quería llorar. Oculte mi cara entre mis brazos que estaban en la mesa de mi sitio.
-¿Qué pasa? ¿No te sientes bien?- su voz sonó preocupada, me sentí bien por tener a una amiga así. Ella me conocía tan bien.
-Sólo tengo algo de sueño- mentí.
-Entiendo- su voz era suave y juraría que estaba dándome una sonrisa tierna -¿Quieres que me quede o te dejo?
-Quédate, esta bien- Alcé la cabeza, ya había controlado las ganas de llorar. Aunque ni mente estaba en otro lado.
-Hey Akimi, no es por asustarte pero Sasuke te está viendo.
Era cierto, me está viendo, sus ojos ónix eran profundos e hipnotizantes, podría intimidar a cualquier persona, menos a mi, aunque mis ojos no parecían ser tan intimidantes quedé mirándolo de igual manera.
-Ese, Sasuke Uchiha solo significa una cosa, y son problemas- mi voz sonó profunda.
-En el fondo sabes que te sientes atraída por él. Al igual que él por ti.
Rompí el contacto visual y mire a Hotaru como si estuviera loca.
-Nunca jamás en la vida, yo no me lío con idiotas y menos si ya están más que revolcados.
Ella me dedico una sonrisa burlona.
-Eso ya lo veremos- me hizo enfadar, hablo tan segura de si misma, pero la ignore diciendo nada.
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Pequeña Cabeza Hueca |Sasuke Uchiha|
Fiksi Penggemar-Escucha con atención muñeca, no tengo la menor intención de ser amable- su mirada seria y a la vez burlona me hicieron enfadar. -No esperaba más de un idiota- apretó la mandíbula y me hizo soltar una carcajada. Yo había ganado.
