Turbulencias

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Ya en el 2016, en la primera semana de enero todo da un giro, ya no me respondía, parecía que ya no quería nada conmigo, su indiferencia me mataba con el pasar de los días, ya no aguantaba más y recurrí al alcohol. Una noche un amigo se quedó en mi casa, habíamos comprado una botella y andabamos de trago en trago pero yo, me pasé de la raya y me empecé a marear, hablaba con dificultad, ya estaba ebrio. Comenzamos hablar de la vida y era inevitable, empece hablar de ella, de todo lo que sentía, lo que estaba pasando, la frustración que cargaba y simplemente me fui en llanto, lloré y lloré como un niño, el mundo se me venía abajo pues pude haber tenido todo... Pero no la tenía a ella y eso me masacraba los pensamientos, me torturaba yo mismo recordando todos mis errores cometidos en el pasado mientras sollozaba, yo no tenía consuelo, esa noche vomité de lo ebrio que estaba y todo mi sufrimiento, mi dolor y mi frustración causado por esa personita que hacía algunos meses me hizo sentir lo mejor de este puto mundo. Pasaban los días y lo iba logrando, la estaba olvidando, todo iba bien, no pensaba casi en ella. Pero he aquí lo que la vida me regaló y como lo supe aprovechar; el día trece de ese mes de enero se venía los dieciséis de otra compañera de estudios, también del combo. Era una reunión normal, con pocas personas y por supuesto... Ella estaría presente, llego a la casa de mi compañera con un amigo que me acompañaba, estábamos aburridos y decidimos jugar verdad o reto, he aquí donde todo se complica, se rajaban el cuero unos a los otros, completa tensión y en una de esas, retan a uno a tocarle la nalga a ella, yo quería morirme pues no podía soportar eso. El destino fue cómplice y la botella apuntó a mi amigo que me acompaña hacia ella, bueno... Él hizo de las suyas, la reto a darme un beso de 10 segundos y antes de que ella cumpliera el reto le pregunté a mi amigo "¿Me soportarás cuando lloré por esto que haré?" Él respondió firme "Como siempre lo he hecho" y así se dio, se fue acercando a mi boca y yo a la de ella hasta que nuestros labios de juntaron de nuevo después de tanto tiempo, sentí de todo y la mordí tan duro como diciendo "Esos labios solo los muerdo yo" caí de nuevo en su magia, después de tanto que me había costado salirme de ese hechizo, entré como si nada a su laberinto al cual aún no encuentro salida y espero jamás encontrarla.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora