Ya en diciembre, mi locura por ella se incrementaba más y más, le escribía todos los días, le respondía los mensajes sumamente rápido, la trataba como a una reina, ella aún dolida me trababa desinteresada y con indiferencia pero a mí no me importaba, yo estaba ciego. El día once de ese mismo mes había otra fiesta de quince años de una compañera, esta vez era del combo, yo rezaba para que a ella la dejaran ir, pues quería repetir lo mismo de las dos fiestas anteriores, días antes del evento le pregunté si iba a ir pero no me supo dar una respuesta, al final de todo ella si asistiría y yo andaba súper feliz, saltando y gritando. Llego al sitio, muy bien decorado y me siento a esperarla junto a mis otros compañeros de estudio, yo distraído volteo hacia el frente y estaba llegando mi mejor amiga pero no la veía a ella, me desanimé luego de diez segundos ella aparece y vuelve el alma a mi cuerpo, el corazón me palpita tan fuerte hasta el punto que creía que se me iba a salir, tenía un hermoso vestido amarillo con un corte moderno y elegante. Al principió su actitud no me gustó era como de fastidio, hubo un momento que me hizo molestar muchísimo, yo me senté con un amigo que me intentó calmar, tenía ganas de matar gente, él me consoló. Ella se sentó al frente mío a disfrutar su cena, mientras yo oía a mi amigo que me aconsejaba sobre lo que debía hacer, en un momento recordé que, yo le había dicho a ella que si asistía a esa fiesta, sería el mejor regalo de cumpleaños. A continuación le dije a mi amigo "Lo siento, pero con ella no tengo orgullo y mucho menos dignidad" agarré el banco y me senté junto a ella a preguntarle que tal estaba su cena. Pasó un rato y bueno, pasó lo que tenía que pasar, sí, lo mismo de las dos fiestas anteriores, lo hicimos en frente de todos, aguantando el "chalequeo" de todos nuestros amigos, otra noche inolvidable para mí.
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Ella
RomansaMe equivoqué, pues la historia si tuvo final. Y no uno feliz, precisamente.