Doble Vida ¡Un Engaño Peligroso!

Capítulo # 6

Me dolía la cabeza era como si alguien me hubiese golpeado con un bate de béisbol, pero mi cuerpo estaba relajado como si estuviera acostada en algo suave y confortante ¡Aaaah! espera -¿Donde estoy?- me levante de golpe no reconocia donde estoba nunca he estado aqui, vi que mi ropa estaba colgando en un mueble de la habitación; aguarda que demonios hice entre al baño y me observe en el espejo estaba utlizando una camisa suave como la seda y estaba toda palida, me apresure poniendome mi ropa hasta estar en orden y decidi salir de la habitación recorri media sala hasta que lo vi -¿Como es que ?- ¡Oh no!-.

-Buenas noches.

-Hola.-Solo a mi me podría pasar esto, junto a él en ese departamento-

-Espero que estes bien,  ¡Eh! ¡ya sabes!después de lo que paso... .-El se acercaba con cautela como si supiera que saldría corriendo apenas estuviera tan cerca de mi.

-¿Qué paso? ¿Como llegue aquí?

-No recuerdas nada.-Retrocedi unos cuantos pasos mientras se acercaba entonces el sonrio por mi expresión.

-No le veo la gracia.

-En realidad yo si, no se porque te estas alejando si ni siquiera pretendo hacerte algo.....¡No por ahora!.

El se acerco cada vez más entonces yo para ese momento tropezaba con una mesa de estar.-No te acerques más o gritaré tan fuerte que me escucharan y derribaran esa puerta.- Sus ojos tomaron otra expresión una mirada profunda e indecifrable y luego....

-Ian...-Mi grito sono desgarrador  y automaticamente cubri mi cuerpo como si fuera una niña llorando en una esquina de su habitación con sus rodillas tocando su pecho, pasaron varios segundos hasta que senti su mano en la mias levante la vista y lo observe él estaba ahí arrodillado con una mirada de preocupación.

-¿Te encuentras bien?.

-No me hagas nada, por favor.-Mi voz sonaba en un susurro y las lagrimas empezaron a caer mis mejillas, él solo se acomodo en el piso y me atrajo hacia su cuerpo como Ezra lo hacia cuando tenia miedo.

-No te haré daño si es lo que piensas, solo quería ayudar.-No dije nada, pase así un buen rato mientras el solo me acariciaba el cabello para tranquilizarme, me separó de el para mirarme de frente yo solo agache la mirada pero con su dedo indice hizo lo contrario.-¿Qué paso aya afuera?.

Su voz sonaba protectora como lo era su abrazo, no sabia si contarle al fin y al cabo solo es un conocido de ultimo momento y creía que lo que había visto solo fue fruto de mi imaginación.

-No...no paso nada, es mas no se porque llegue aquí creo que estamos a mano.-Me levante soltándome de su agarre y me dirigí hacia donde estaban mis otras cosas.

-Encerio no sucedio nada.

-Si es solo que...¡sabes que! mejor olvídalo de verdad gracias por dejarme pasar un rato aqui y no en otro lugar.-Mientras cogía mis cosas e iba a la puerta sentía como si su mirada estuviera justo en mi.

-No se si debería decirtelo pero llame a tus padres.-Mis pies se detuvieron al instante y gire a su dirección.

-Has hecho que?

-¡Ehh! ¿hice mal? pues tu telefono sonaba y cuando vi que era tu mamá respondi.

-¿Qué le dijiste?

-La verdad que estabas aquí en mi departamento durmiendo placidamente.-Senti que mi cuerpo empezo arde y que mis ojos se abrieron de par en par.

-Como se te ocurre a decir eso.-le decia mientras me acercaba para golpearlo pero el se alejo y esquivo mis golpes.

Tranquila que no es para tanto, no creo que tu mamá vaya a tomarlo de otra manera.

-Tú no lo sabes idiota.-tome de vuelta mis cosas que dejer caer y cruzaba la sala lo mas rapido en dirección a la salida.

-Eh espera.

-¿Qué quieres?.

-Te vez hermosa.-Él sonreí mientras yo abría la puerta.-Eres un completo idiota.-Y cerré la puerta de golpe.

Llegue hasta la salida del edificio tenía que apresurarme rápido en llegar a casa no sabia cuanto tiempo había pasado desde que Ian hablo con mamá, detuve un taxi y le di mi dirección, mientras el taxista recorría las calles y se metía por callejones que en mi vida se me hubiese ocurrido pasar mis nervios aumentaban cada vez mas, en 5 minutos mas estábamos estacionados en frente de mi casa, le pague dejandole propina por haberse ofresido a conducir rápido y que tal vez le hubiesen bajado puntos a su licencia por haberme hecho caso, decidi cruzar el patio y abrir la puerta con cuido y los vi los dos sentados en la sala como si estuvieran esperando a una chica de 15 años que había llegado mas de la hora acordada.

-¡Hola!...??